Partido Popular en Cantabria

La situación de emergencia económica en la que estaba España cuando el Partido Popular llegó al Gobierno obligó al Ejecutivo a tomar medidas en forma de subidas de impuestos; una decisión dura y difícil de tomar para los que somos miembros de este partido.

De forma paralela, se inició un programa de reformas estructurales y de control del gasto público para corregir la situación. Esta política poco a poco va dando resultados y, gracias a ello y al esfuerzo de todos, Cantabria y España han garantizado la prestación de los servicios públicos básicos que la gestión del anterior Gobierno había dejado al borde de la quiebra.

Precisamente los socialistas, aquellos que dejaron el país en una situación de auténtica emergencia, criticaron entonces al PP la subida de impuestos, lo mismo que ahora critican la rebaja que esta reforma fiscal lleva aparejada.

Con la Hacienda Pública quebrada como estaba en 2011 hubiera sido una auténtica locura bajar los impuestos, pero hoy la situación es bien distinta. Ahora que la economía crece y cumplimos los objetivos de consolidación fiscal, podemos recuperar la "filosofía fiscal" del PP, apostando por una rebaja de impuestos que favorezca el consumo, la inversión, el ahorro y la creación de empleo.

Esta filosofía es también compartida por el Gobierno de Cantabria que, como anunció el presidente Ignacio Diego en el Debate sobre la orientación política del Gobierno, se propone acometer en la comunidad autónoma una segunda reforma fiscal que eliminará el céntimo sanitario en 2015 e incluirá nuevamente una bajada del IRPF. Esta nueva rebaja de impuestos, sumada a la del Gobierno de España, supondrá un ahorro fiscal medio para las familias cántabras de alrededor de 2.000 euros al año.

Frente a los agoreros de la oposición que auguraron más crisis y más paro con las políticas económicas de los gobiernos del PP, la realidad es otra y las cifras están ahí para demostrarlo. Ahora la recaudación tributaria está creciendo un 7% como consecuencia de la recuperación económica. Ahora podemos bajar los impuestos y con esta reforma fiscal los bajamos para todos -trabajadores, familias y empresas-. De esta forma, los ciudadanos tendrán más renta disponible y mayor capacidad para gastar o invertir, generando así mayor crecimiento económico y más empleo, que es, en definitiva, nuestra principal prioridad. Y es que la reforma fiscal no es sólo una bajada de impuestos, es mucho más: es un instrumento que impulsará el desarrollo social y económico de España.

Además, conviene destacar que la reforma fiscal impulsada por el Estado tiene un marcado acento social. Avanza hacia un sistema tributario más justo y más equitativo, donde se rebajan los impuestos con más intensidad a las rentas medias y bajas y se protege a las familias con hijos y a los discapacitados.

Así, cabe recordar que en Cantabria hay más de 5.000 familias numerosas que podrán beneficiarse de una ayuda de hasta 1.200 euros, que cobrarán de forma anticipada con una paga de 100 euros al mes similar a la que reciben las madres trabajadoras con hijos menores de tres años. También las familias con hijos o ascendientes discapacitados podrán disfrutar de esta ayuda.

Estamos ante una reforma en la que, desoyendo el criterio de todos los organismos nacionales e internacionales, no se subirá el IVA. Una reforma que beneficia también a los empresarios, especialmente a PYMES y autónomos, para aumentar su competitividad y su capacidad para generar nuevos puestos de trabajo, reduciendo el tipo del Impuesto sobre Sociedades y bajando las retenciones.

Estamos ante una reforma que no se olvida de situaciones dramáticas que han vivido algunas familias españolas como consecuencia de la crisis, como los afectados por desahucios o por las preferentes; que no se olvida de los pequeños ahorradores, creando nuevos beneficios fiscales para potenciar el ahorro de las familias; y, por supuesto, que no se olvida de esa gran lacra social que es el fraude fiscal, injusto e insolidario, introduciendo nuevas medidas para combatirlo como la publicación de las listas de morosos para aquellos que tengan deudas con Hacienda superiores a un millón de euros.

Es lamentable que ante una reforma fiscal como la planteada por el Gobierno del PP, que nos beneficia a todos, hayan llovido críticas desde los partidos de la oposición, que han preferido centrarse en determinados aspectos aún pendientes de negociación y consenso con los agentes sociales. La reforma fiscal será tramitada en las Cortes y será ese el momento en que los grupos parlamentarios podrán hacer aportaciones que se podrán valorar y negociar para hacer entre todos la mejor reforma posible. La crítica permanente no es admisible si queremos construir un futuro mejor.

Pero mientras llegue ese momento ¿Hay alguien que pueda oponerse a una rebaja de impuestos para todos?

Tribuna de opinión publicada el 24 de julio de 2014 en El Diario Montañés