"Revilla volverá encantado. Estos encuentros para temas tan serios no van con él, por lo que dirá que el modelo es perfecto y que atiende las necesidades de Cantabria, cuando la realidad es que Zapatero ha hecho dos grupos, primero con los que tienen capacidad reivindicativa y después los demás".
Ignacio Diego afirmó que "Zapatero se ha ocupado de satisfacer a las comunidades ricas antes de redactar el documento sobre el que se sustentará la financiación de todas las autonomías. Tras pactar con los influyentes, recibe a continuación al otro bloque, los que saldrán claramente perjudicados, a los que ha dejado para después y que ahora van a asumir un documento que ya está establecido. No van a negociar o a discutir, sino a aceptar un documento que sienta las bases del reparto".
Para el presidente del Partido Popular, una vez más estarán frente a frente la dejadez de Revilla y la irresponsabilidad de Zapatero que de manera reiterada muestra su total desconsideración hacia los asuntos de Cantabria. "Ahora lo vuelve a hacer recibiendo a Revilla después de haber redactado el documento que dará base al reparto y recibiéndole el último, aunque tanto esta circunstancia como lo que se vaya a hablar le importan bien poco a Revilla, que está preparado para hacer de palmero con los planteamientos que Zapatero ha pactado con Montilla".
Diego afirmó que este modelo está concebido "para contentar a Montilla y cumplir los compromisos adquiridos para que los socialistas catalanes, los nacionalistas de CiU y los separatistas de ERC aprobaran los presupuestos generales del Estado para 2009".
El Partido Popular considera que ahora Zapatero se dedica a un nuevo ejercicio para desmontar la estructura económica del Estado, que le va a incapacitar aún más para garantizar las políticas de cohesión, de solidaridad interregional, y por encima de todo, del principio constitucional de igualdad entre los españoles.
Ignacio Diego explicó que "toda esta operación de desmontaje de la estructura financiera del Estado se hace apoyándose en el presupuesto del Estado para 2009, que el propio Solbes ha reconocido que es irreal porque los ingresos no están ajustados a la realidad de la crisis económica. El agravante de algo ya de por sí muy grave, es que la financiación autonómica que Zapatero ofrece a las Comunidades Autónomas ricas, es un modelo fiscal que incrementa del 33 al 50 por ciento la cesión de impuestos del Estado a las autonomías, y del 38 al 55 en el caso de los impuestos especiales.
"En definitiva el Gobierno socialista de Zapatero ha optado por debilitar la estructura financiera del Estado en beneficio de un modelo que es desigual e insolidario, algo que se lleva a cabo en el marco de un inadecuado control del gasto autonómico, como se comprueba de manera evidente en nuestra región, donde un gobierno irresponsable hace crecer de forma desmesurada las empresas públicas y la deuda de la región a través de ellas".
El nuevo modelo de Zapatero pretende compensar a las autonomías ricas con un mayor endeudamiento del Estado que sin lugar a dudas supondrá una subida de los impuestos a los ciudadanos, y esto se lleva a cabo en una coyuntura en la que sube el paro, el consumo decrece y las inyecciones de liquidez al sistema no llegan a las familias y a las empresas.
Ignacio Diego concluyó afirmando que "a Revilla le tocará el dudoso honor de ser el Presidente de Cantabria que consiga bajarnos de la cabeza de España en la financiación por habitante, como pactaron en su momento José María Aznar y José Joaquín Martínez Sieso, para colaborar con este aquelarre económico que perjudica a Cantabria y a España".
