El Partido Popular ha denunciado hoy la deficiente atención sanitaria en los consultorios rurales de Cantabria y ha mostrado su frontal oposición a los cierres que se están produciendo este verano. La presidenta, María José Sáenz de Buruaga, ha denunciado la inacción y falta de soluciones del Gobierno regional, al que ha acusado de decidir con criterios políticos la asignación de médicos y si se mantiene o no el servicio sanitario en los distintos consultorios.
La dirigente popular ha subrayado que la situación es preocupante en toda la Atención Primaria, pero mucho más en la Cantabria rural, que está siendo la pagana de la deficiente atención en los consultorios, con ejemplos a lo largo y ancho de toda la geografía regional.
Así, ha explicado que hay consultorios cerrados durante las vacaciones de su facultativo por falta de sustitución como el de Ajo y todos los consultorios médicos de Arnuero en la zona oriental, los Tojos en el Saja, Ruiloba en la Occidental, Matamorosa en Campoo o San Roque de Riomiera o Luena en la comarca pasiega, y consultorios que ven recortados días y horas de atención y que son la inmensa mayoría, como Soba y Guriezo en el Asón; Pesaguero, Cabezón o Vega de Liébana en Liébana; Las Rozas De Valdearroyo en Campoo o Villafufre en Pisueña-Selaya, y un largo etcétera.
Según la presidenta, la situación se agrava porque los centros de salud de cabecera están en cuadro, con plantillas mermadas por las merecidas vacaciones de los profesionales y, sobre todo, por la falta de contratación de refuerzos. La situación es de desbordamiento generalizado.
Buruaga ha denunciado que las decisiones sobre la asignación de profesionales médicos y sobre el mantenimiento del servicio sanitario en los distintos consultorios responde más a criterios políticos que técnicos o asistenciales, lo que ha calificado de intolerable.
“Todos lo hemos visto: en algunos municipios del Asón, donde se quejan los alcaldes del PRC el recorte es menos recorte, y si se negocia con Revilla, como en el caso de Valle de Villaverde, la situación puede hasta mejorar”, ha dicho la presidenta, quien ha advertido de que el Partido Popular no va a permitir la vuelta a un modelo sanitario basado en el sectarismo. “No vamos a consentir que las directrices políticas se antepongan a los criterios asistenciales ni que los intereses partidistas pasen por encima del derecho a la salud y la igualdad de los ciudadanos”, ha añadido.
Para la presidenta, la situación no se puede achacar al merecido descanso vacacional de los profesionales sanitarios que están agotados tras los peores meses de la pandemia de COVID-19, puesto que era perfectamente previsible y casi una exigencia dadas las previsiones para el mes de septiembre, sino a la inacción y la política de brazos caídos del Gobierno de Cantabria, que solo busca excusas en lugar de soluciones.
Según ha explicado Buruaga, el problema de Cantabria no es tanto de insuficiencia de médicos, como de un Gobierno incapaz de retenerlos, de competir con otras comunidades limítrofes a la hora de contratar, fidelizar y garantizar mejores condiciones económicas y profesionales.
La dirigente popular ha recordado que el Plan de Choque del Gobierno de Cantabria incluye una propuesta del PP para que los médicos residentes en medicina familiar y comunitaria y pediatras que terminaran su formación en mayo, fueran contratados al menos durante un año para reforzar la atención sanitaria en residencias de mayores y ayudar a recuperar la asistencia en los consultorios rurales, pero el Servicio Cántabro de Salud se durmió en los laureles, se demoró en su oferta y les dejó marchar. De hecho, más de la mitad de los 37 médicos de familia y 5 pediatras que han terminado este año se han ido.
Además, en la comisión de seguimiento del COVID-19, el PP exigió y se aprobó un Plan de refuerzo de Atención Primaria para prevenir y adecuar el sistema a futuras pandemias, pero nunca se ha puesto en marcha.
A estas propuestas del PP, ha sumado el Plan de Choque para recuperar la actividad asistencial perdida durante la pandemia, que también ha sido clamar en el desierto. “No hemos dejado de proponer soluciones, pero nunca jamás he escuchado al Consejero de Sanidad pedir más MIR al Ministerio o al Sr. Revilla reclamar en una conferencia de presidentes la eliminación de las tasas de reposición de las ofertas de empleo de sanidad como viene haciendo Núñez Feijoo”, ha dicho la presidenta.
Y ha hecho hincapié en que la realidad que se esconde tras la situación es la ausencia de una adecuada planificación, la falta absoluta de previsión de la Administración y la peor gestión de los recursos humanos, porque además de agravar la insuficiencia o escasez de plantillas en Atención Primaria, no se están distribuyendo los efectivos con equidad, dado el menosprecio hacia la población de las zonas rurales.
“Todo esto es lo que está fallando estrepitosamente y la razón por la que estamos como estamos, con los profesionales asfixiados soportando una enorme presión asistencial y los usuarios padeciendo un deterioro de la calidad”, ha añadido la presidenta, quien ha lamentado que la atención sanitaria en las zonas rurales preferente para los gobiernos del PP se convierte en la primera sacrificada cuando socialistas y regionalistas gobiernan.
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