El Partido Popular de Cantabria ha mostrado hoy su respaldo a la monarquía constitucional y al Rey, una figura institucional esencial, símbolo de la continuidad histórica de España y garante de la unidad de la Nación.
Cantabria está con el Rey. Para la inmensa mayoría de los cántabros es un honor acogerles de nuevo en esta tierra, ha afirmado la presidenta de los populares cántabros, María José Sáenz de Buruaga, con motivo de la visita institucional de Don Felipe y Doña Letizia a las localidades de Torrelavega y Santoña.
Según la presidenta del Partido Popular, con una monarquía constitucional, los cántabros hemos disfrutado de las mayores libertades personales y de la mayor autonomía regional de toda nuestra historia y hemos vivido una larga etapa de convivencia cívica, crecimiento económico y modernización de la comunidad.
Para la presidenta, es en la monarquía constitucional y en el estado autonómico donde Cantabria ha podido expresar por vez primera su personalidad y contribuir desde ella a la tarea común de España.
Somos firmes defensores de la unidad y la dignidad nacional, de la Constitución, del Jefe del Estado y la independencia y lealtad institucional. “La monarquía refuerza la democracia al dotar de estabilidad a una nación que valora tanto esa estabilidad como la proyección internacional que proporciona a la vida española”, ha afirmado Buruaga, quien ha mostrado el compromiso de los cántabros con sus instituciones y una democracia constitucional que nos equipara a los países más avanzados de Europa.
“Cantabria y España tienen por delante el enorme reto de su reconstrucción y necesitan ahora más que nunca de lealtad y estabilidad institucional. No es momento de republicanismos de plató ni de jugar al derribo de las instituciones que nos unen, sino de apelar a la responsabilidad de todos, especialmente de la clase política que tiene la obligación de estar a la altura de las necesidades del país”, ha dicho la presidenta.
Buruaga ha mostrado la plena confianza del Partido Popular en el sentido institucional, la conducta ejemplar y transparente y la profesionalidad con la que el Rey Felipe VI desempeña su trabajo al servicio de España.
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