El Partido Popular quiere que las empresas públicas de la región apuesten en sus compras por los productos de Cantabria para contribuir al funcionamiento de la industria alimentaria regional, a su promoción y al fomento del consumo de los productos de proximidad.
El diputado regional Pedro Gómez, que formulará una pregunta en el Pleno del Parlamento para conocer el grado de colaboración del Gobierno de Cantabria con el mercado alimentario regional, ha subrayado que las ayudas al sector son importantes, pero la confianza en el producto cántabro debe demostrarse “con hechos”, apostando por su presencia por ejemplo en los menús de los establecimientos de CANTUR.
Gómez ha llamado al presidente Revilla “a hacer los deberes y a adoptar medidas para aliviar la crisis del sector primario implicándose en su apoyo e impulsando el consumo del producto cántabro, del que presume allá donde tiene ocasión, en primer lugar en los canales de distribución cortos, algo que proporcionaría resultados a corto y medio plazo”.
El diputado del PP ha subrayado que la ganadería, la agricultura y la pesca ejercen un papel vertebrador en el mundo rural y apostar firmemente por el campo y la industria agroalimentaria supone hacerlo por el empleo de las zonas rurales y por fijar la población frente al despoblamiento rural, además de contribuir a la protección del medio ambiente.
“No debemos olvidar las reivindicaciones que venían ejerciendo desde comienzos de este año las organizaciones agrarias ante la grave crisis del sector por la falta de precios justos y el incremento de los costes de producción, demandas que apoyamos todos los grupos y que lamentablemente se han visto agravadas por la crisis derivada de la pandemia de Covid-19”, ha señalado Gómez.
Finalmente, el portavoz de Ganadería de los populares ha recordado que desde el PP defienden la necesidad de rebajar los costes laborales y fiscales; apuestan por una política de precios justos que garantice la viabilidad de las explotaciones e incentive que los jóvenes se incorporen a la actividad, y por la puesta en marcha de medidas que acaben con los desequilibrios y mejoren el funcionamiento de la cadena agroalimentaria, reforzando el poder negociador de los productores en la misma.