El PP propone bajar los impuestos 500 euros a cada cántabro frente a la voracidad sin límite del Gobierno
La presidenta del PP anuncia una ofensiva de su partido para que Cantabria deje de ser un infierno fiscal
La presidenta del PP anuncia una ofensiva de su partido para que Cantabria deje de ser un infierno fiscal
La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha presentado hoy una propuesta de reforma fiscal que supone una rebaja de impuestos de 500 euros a cada contribuyente cántabro, frente a la voracidad fiscal sin límite del Gobierno PRC-PSOE, que tiene en su ADN y en su agenda oculta subirlos.
La dirigente popular ha defendido su propuesta en una rueda de prensa en la que ha advertido de que el primer pleno de la legislatura celebrado ayer resultó clarificador, porque el PRC y el PSOE no solo votaron en contra de no subir los impuestos, sino que hicieron una auténtica apología de las bondades de una subida, mientras que la consejera de Economía se limitó a hablar del año 2020 y no de la política fiscal de la legislatura, el secreto mejor guardado del Gobierno y más ahora, en vísperas de unas elecciones.
La presidente ha dicho que el Gobierno podía haber descartado nuevas subidas en la legislatura, pero no lo ha hecho porque las subidas de impuestos están en su ADN y en agenda oculta y porque son los mismos que utilizan la política fiscal como una herramienta recaudatoria y suben los impuestos cada vez que tienen oportunidad, haya bonanza o recesión, porque todo se les hace poco para financiar el gasto corriente de la administración.
“Su voracidad fiscal no tiene límite”, ha sentenciado la dirigente popular, quien ha recordado que en la pasada legislatura, socialistas y regionalistas subieron todos los impuestos y, por eso, Cantabria sufre hoy una de las mayores presiones fiscales del país. “En algo somos los primeros de España. Somos los primeros en pagar impuestos”, ha apostillado.
De hecho, Cantabria tiene el tipo máximo del IRPF y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales más alto del país y está a la cabeza en el Impuesto de Patrimonio, el tercero más alto de España, y en Actos Jurídicos Documentados.
La presidenta ha asegurado que el PP no renuncia a que se bajen los impuestos y a que se bajen de verdad, por lo que va a mantener una ofensiva durante todo el tiempo que haga falta para defender su propuesta fiscal.
El PP llevará la primera iniciativa al pleno del próximo lunes, donde defenderá una moción que recoge una propuesta de reforma que se traduce en menos impuestos, más bonificaciones y ayudas a las familias y a las personas con más dificultades, a la maternidad y a los jóvenes y más oportunidades para acceder a una vivienda e invertir.
La propuesta que defiende el PP y que pretende que se haga efectiva en su mayor parte en 2020 supone un ahorro medio de 500 euros anuales para cada contribuyente cántabro, que alcanzará los 1.000 en el caso de las clases medias, las más castigadas por las subidas de impuestos del Gobierno de Revilla que, según Buruaga, han convertido a Cantabria en un infierno fiscal.
Se articula en torno a cinco bloques de medidas, el primero, dirigido a revertir esas subidas y reducir aún más algunos impuestos aplicando bajadas adicionales.
Así, el PP propone suprimir totalmente el Impuesto de Sucesiones y Donaciones que el Gobierno volvió a introducir en 2018 para que nadie tenga que pagar por heredar de ningún familiar directo; reducir el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, del 10 al 8 % para bienes inmuebles o compra de una vivienda de segunda mano, y del 8 al 4 % para la compra de bienes muebles de segunda mano; y la reducción de siete a cinco de los tramos del IRPF para simplificar el impuesto, hacerlo más trasparente y armonizarlo con el Estado, lo que supone una importante reducción del tramo autonómico a los 280.000 contribuyentes cántabros.
Se reduce un punto en cada uno de los dos tramos más bajos (hasta 12.450 y hasta 20.200) y, por tanto, a las rentas más desfavorecidas, y se suprimen los dos tramos que concentran las subidas a las clases medias que introdujo el Gobierno de Revilla.
Según ha explicado Buruaga, la reforma del PP incluye la progresiva reducción del Impuesto de Patrimonio hasta su práctica supresión en la comunidad, con una bonificación progresiva del 50% para 2020, 75% para 2021 y 100% para 2022.
El segundo bloque de medidas tiene como objetivo fomentar la natalidad, ayudar a la maternidad y apoyar a las familias con más bonificaciones fiscales para el cuidado de los hijos y también para la compra de vivienda.
Se propone ampliar las deducciones por guardería y aplicar una deducción del 10% del sueldo bruto del servicio doméstico, con un límite de 1.000 euros para aquellas familias que opten por el cuidado de sus hijos en casa hasta edad escolar, además de una deducción autonómica de 1.200 euros por nacimiento o adopción compatible con la del Estado.
Para vivienda, se incluye una nueva deducción en el IRPF para el caso de que aumenten los tipos de interés de las hipotecas, así como la supresión del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados que grava las hipotecas para la compra de primera vivienda.
El tercer bloque, va dirigido a apoyar a los colectivos más vulnerables y personas con mayores dificultades. Para ello, el PP apuesta por subir hasta los 1.500 euros las deducciones por acogimiento de menores y cuidado de personas mayores y con discapacidad, para ayudar a paliar los gastos extraordinarios que supone.
Para las familias con dos o más hijos e ingresos inferiores a los 30.000 euros, propone deducciones por importe del 10% sobre la cuota del IRPF, así como ampliar a 500 euros las establecidas para familias monoparentales.
El cuarto bloque recoge un paquete de ayudas a los jóvenes para encontrar un empleo, trabajar y emanciparse, evitando así que se marchen de Cantabria por falta de oportunidades.
Para ello, se plantea una desgravación de 1.000 euros en el IRPF para los jóvenes que se den de alta por primera vez en el censo de empresarios y profesionales, para fomentar el autoempleo, y una deducción en el IRPF del 15%, hasta un máximo de 2.500 euros para la compra de una vivienda, además de un tipo reducido del 5% en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para todos los menores de 35 años. En el caso del alquiler, la deducción es del 30% del coste anual, con un límite de 1.000 euros.
El quinto bloque se dirige a la generación de actividad económica en la Cantabria vacía y a frenar la despoblación del medio rural.
El PP propone recuperar la antigua deducción en el IRPF por compra de vivienda (cualquiera, no solo la primera) en la Cantabria vacía, que será del 25% de los gastos deducibles hasta un límite máximo de 2.000 euros para la primera vivienda y del 15% con un máximo de 1.500 euros, en caso de que no se trate de la vivienda habitual. En este caso, los populares también reclaman un tipo reducido del 5% en el ITP y la supresión del IAJD por la hipoteca.
Con esta propuesta, los jóvenes y quienes decidan trasladarse a vivir a la Cantabria rural verán reducidos en un 60% los gastos derivados de la compra de una vivienda y los gastos para afrontar la hipoteca.
Es urgente, es necesario y es posible bajar los impuestos
La presidenta del PP ha hecho hincapié en que no hay tiempo que perder y ha defendido que es necesario, posible y urgente bajar los impuestos porque todos los indicadores alertan de una aceleración de la desaceleración económica que puede ser el prólogo de otra recesión.
“Es la hora de la política y la hora también de ejercer la autonomía para lo que realmente es, para mejorar la vida de la gente y es lo que pedimos al Gobierno de Cantabria, que utilice el autogobierno y la capacidad fiscal que nos confiere para bajar impuestos y generar oportunidades en Cantabria”, ha concluido.
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