La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha anunciado que si gobierna tras las elecciones de mayo, bajará todos los impuestos que la coalición de Revilla con el PSOE ha subido en estos cuatro años y que han convertido a Cantabria en un infierno fiscal.
La reforma fiscal del PP, incluida en su programa de Gobierno, incluye la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones y una rebaja del tramo autonómico del IRPF, del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y del Impuesto de Patrimonio.
Buruaga ha defendido que esta bajada de impuestos es posible, justa, y más necesaria que nunca después del hachazo fiscal de más de 26.000 millones en cuatro años que espera a todos los españoles y que Pedro Sánchez ha estado ocultando durante toda la campaña electoral.
“Efectivamente -ha añadido- alguien tiene que pagar la fiesta, porque después de los viernes sociales, llegan los lunes fiscales”.
La presidenta ha anunciado la reforma fiscal durante su intervención, anoche, en el acto de presentación de los candidatos del partido a las alcaldías de los diecisiete municipios de la zona occidental y el Valle del Nansa celebrado en Cabezón de la Sal.
Durante su intervención, Buruaga ha advertido de que Cantabria necesita más que nunca al Partido Popular porque es el único partido que habla de lo importante, se ocupa de lo importante, del día a día, de las cosas del comer y del futuro de las personas frente a una coalición de Revilla y Pedro Sánchez que está agotada y no da más de sí. “Cantabria no merece otros cuatro años de más de lo mismo, ni los merece ni los puedes soportar”, ha apostillado.
Por ello, ha defendido la necesidad de que la comunidad autónoma abra una nueva etapa de la mano del único partido que puede liderar el cambio político en Cantabria, de la mano de las ideas y las personas del Partido Popular.
Y ha defendido que el cambio político es necesario para generar más crecimiento y más y mejor empleo y estimular la economía, la inversión, el consumo y el ahorro con menos impuestos y mejor gestionados.
Además, ha hecho hincapié en que en las elecciones del 28 de mayo no se puede volver a fragmentar el voto como ocurrió el 26 de abril, porque no se puede tirar por la borda el futuro por el afán de ajustar cuentas con el pasado.
Buruaga ha recordado que en las generales, el centro derecha ha obtenido más votos que nunca, pero, como había advertido el PP, la fragmentación del voto ha dado el Gobierno a la izquierda del país, con lo que se abre un horizonte lleno de incertidumbre económica e inestabilidad institucional, porque el PSOE no tiene más proyecto para España que el de mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa por cualquier medio, al precio que sea, a costa de todo y pactando con quien haga falta.
“Todos sabemos que nada bueno le puede venir a España de los compañeros de viaje de Pedro Sánchez”, ha añadido y ha defendido como más importante que nunca contraponer la moderación, la estabilidad, el sentido común, la gestión eficiente del dinero de todos y la administración competente de los asuntos públicos.