El portavoz del Partido Popular, Iñigo Fernández, ha tachado de “inadmisible” la actitud de la consejera de Sanidad, que tras haberse conocido nuevas irregularidades en el Servicio Cántabro de Salud (SCS) a raíz de un informe del Tribunal de Cuentas, sigue sin ofrecer explicaciones. “Es inadmisible que a día de hoy, tres días después, la consejera siga callada, siga escondida, siga sin dar la cara, y siga sin dar una explicación”.
Fernández recuerda que desde hace un año se vienen conociendo las irregularidades en la gestión de la Sanidad cántabra, por lo que lo que “llueve sobre mojado”. Cuanto más se conoce de la gestión de la actual titular de Sanidad “más oscuro se pone el panorama, más sombras, más dudas y más sospechas aparecen en relación a la limpieza y la transparencia de la gestión”.
Ante esta situación, el Partido Popular ha registrado en el Parlamento de Cantabria una proposición no de ley para que se remita a la Fiscalía, con la máxima urgencia, el expediente completo relativo a las obras ejecutadas en las fachadas del Centro de Salud de la calle Vagas, en Santander, y que son objeto del citado informe del Tribunal de Cuentas.
Junto a ello, se pide también que el Gobierno remita en un plazo de no más de diez días dicho informe a los grupos parlamentarios, petición que viene motivada por la cercanía del fin de la legislatura y con ello el cierre del periodo de sesiones. “En las fechas en las que estamos no daría tiempo a disponer de la documentación si utilizamos el conducto reglamentario”.
El portavoz del PP ha interpelado a Revilla que como presidente de Cantabria “tiene una responsabilidad con la transparencia”, y no puede permitir que Luisa Real siga “en silencio, escondida, sin dar explicaciones y sin dar la cara”. Y es que la gestión de los 800 millones de euros que tiene de presupuesto que tiene la Sanidad “no puede seguir rodeada de dudas, de sombras y de sospechas”.
Fernández, considera que el Gobierno de Cantabria, “ese gobierno de Revilla y la gente de Pedro Sánchez, está ahora mismo bajo sospecha”, y no sólo eso, sino que también “está ahora mismo en el juzgado”, y “está cuestionado por el Tribunal de Cuentas”.
Se trata en definitiva de un Gobierno que “está agotado, está fundido, está pasado”, que “no funciona, no ilusiona, no es bueno para Cantabria, es un gobierno que en modo alguno puede ser el futuro para Cantabria”, concluyó.