La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha denunciado hoy que el Gobierno de Cantabria no ha dejado de subir los impuestos a los cántabros “para nada” y ha advertido de que el coste de su política fiscal y presupuestaria demagógica ha sido un menor crecimiento de la economía de 400 millones y 8.000 empleos menos.
Buruaga ha defendido que en una región rezagada como Cantabria, en clara desventaja respecto a otras comunidades, es urgente poner en marcha medidas de estímulo del tejido productivo, fundamentalmente a través de rebajas de impuestos.
Sin embargo, ha añadido, el Gobierno se empeña en hacer todo lo contrario: utiliza la política fiscal como una herramienta meramente recaudatoria y sube los impuestos cada vez que tiene oportunidad, provocando que Cantabria escale posiciones entre las autonomías en las más impuestos se pagan.
Con las sucesivas subidas, Cantabria ha pasado a tener el cuarto IRPF más gravoso de España; la comunidad acompaña hoy a Galicia y Andalucía en tipos más altos del Impuesto sobre Patrimonio; en Sucesiones se volverá a pagar un impuesto que no se pagaba y en transmisiones patrimoniales la región se ha igualado en tipos más caros junto a Valencia, Cataluña y Galicia.
La presidenta del PP ha recordado que en este año 2018 el Gobierno de socialistas y regionalistas ha consumado un sablazo a las clases medias con el que espera recaudar 25 millones de euros sin adoptar una sola medida que favorezca a los que menos tienen, porque lo que recaude de más solo servirá para financiar el gasto corriente de la administración. “Estamos hablando de cobrar más para hacer lo mismo”, ha añadido.
“Tenemos un Gobierno que sablea a los ciudadanos a pesar de que ingresa 261 millones más que en 2015 vía financiación autonómica y hace menos que en 2015, un Gobierno que nos cuesta mucho más caro y nos da un servicio peor y que ha quitado el dinero a las familias para no devolverles a cambio ninguna iniciativa que recupere la región”, ha dicho.
La presidenta del PP ha advertido de que subir los impuestos es un “grave error” que no ha servido “para nada”, porque no se ha adoptado una sola medida que dinamice la economía y el empleo en la región.
Según sus datos, si Cantabria hubiera crecido como España entre 2014 y 2016, el PIB de la comunidad tendría que haber sido de 311 millones más, a lo que se suma la desventaja del año 2017, en el que la economía regional creció seis décimas por debajo de la media nacional, lo que equivale a dejar de producir unos 70 millones.
Buruaga ha advertido, además, de que si la comunidad hubiera creado empleo al mismo ritmo que España (8%), tendría hoy 8.000 personas ocupadas más.
Este es, según la presidenta del PP, el precio de un despropósito político, presupuestario y fiscal que se está prolongando durante toda la legislatura: 400 millones dejados de producir y 8.000 personas menos trabajando.
Buruaga ha aviado de que el PP va a seguir muy de cerca la evolución de los ingresos y los gastos y no se va a cansar de exigir la reversión de unas políticas y unas decisiones económica y socialmente dañinas.