INTERVENCIÓN DE MARÍA JOSÉ SÁENZ DE BURUAGA
El último año ha sido un año difícil para el Partido Popular de Cantabria, mucho más difícil de lo que hubiéramos deseado, pero ya lo hemos pasado y lo hemos superado.
Hemos hecho lo que Cantabria nos estaba pidiendo y hoy este PP se parece mucho más al que todos nosotros queríamos y la sociedad de Cantabria esperaba.
Hoy el Partido Popular avanza, hemos abierto nuestras puertas, nos hemos renovado y miramos con convicción al futuro.
El Partido Popular está aquí: vivo, con más ganas de trabajar que nunca y al servicio de todos los cántabros.
Hemos pasado página, hemos recuperado espacio político y capacidad de influencia y estamos completamente volcados y centrados en nuestra prioridad que es Cantabria, lo que significa que cada día estamos más y mejor preparados para afrontar el reto de 2019.
Sabemos cuál es el camino: más votos y más interlocutores. Hemos tenido la valentía de emprenderlo, trabajamos por un Partido Popular más fuerte y lo hacemos en la buena dirección.
Y puedo aseguraros que nada va a desviarnos ni un milímetro de lo importante, que no es lo que hagan y digan otros partidos. Lo importante es hacer lo que hemos venido a hacer: colocar al Partido Popular en las mejores condiciones para afrontar con éxito las próximas elecciones municipales, autonómicas y europeas.
Dependemos de nosotros mismos y si hacemos lo que tenemos que hacer nos irá bien, así que sólo hay una respuesta: inteligencia, perseverancia y trabajo.
El 2018 es un año decisivo para el Partido Popular en Cantabria, el año en el que conseguiremos despegar también a los ojos de la sociedad cántabra.
No consintamos que los enredos internos o las alternativas oportunistas hagan que los ciudadanos dejen de ver al Partido Popular en Cantabria y en sus municipios como un partido de gobierno, primero, porque somos un partido de gobierno y, después, porque Cantabria no nos lo perdonaría.
Las elecciones de 2019 serán unas elecciones difíciles para todos; también para el Partido Popular. Unas elecciones en las que es fundamental anticiparse y preparar al partido para una dura carrera de fondo.
Y quiero que sepas hoy que el PP de Cantabria está en forma y preparado, que, una vez más, vamos a estar a la altura de nuestra responsabilidad política y social.
Estamos preparados para ganar las próximas elecciones y trabajamos ya en la puesta a punto de nuestras candidaturas municipales porque tenemos la obligación de ofrecer a los ciudadanos lo mejor de nosotros mismos y lo vamos a hacer.
Trabajamos para volver a conectar con la sociedad, muy cerca de las personas y desplegando una intensa ruta social porque queremos elaborar un programa de gobierno en que el Cantabria se reconozca y pueda confiar.
Trabajamos para potenciar el trabajo en equipo, la formación de nuestros cargos públicos y orgánicos y la imprescindible participación de nuestros afiliados porque sabemos que ellos son nuestra mayor fortaleza. Sabemos que sin todos vosotros no seríamos nada.
Tenemos la maquinaria más potente y 16 meses por delante para hacerla funcionar al límite y ofreceremos los mejores equipos, proyectos y candidatos, con ideas renovadas y una actitud abierta al diálogo y al entendimiento, pero sin perder nunca nuestra esencia.
Es mucho el trabajo que tenemos por delante y cuento con todos vosotros porque os necesito a todos, porque en este Partido Popular de puertas abiertas no sobra nadie que quiera sumar, crecer y construir, que quiera seguir haciendo Partido Popular.
Es el momento de los idealistas y el momento de los valientes, el momento de todos aquellos que creemos que hay otra Cantabria mucho mejor y que no tememos dar un paso al frente para conseguirlo. Yo soy una de ellas, soy una idealista, y estaré al frente de los que queráis acompañarnos.
Cantabria nos mira. Cantabria nos necesita y no podemos defraudar. Y es que estamos asistiendo al peor balance de Revilla en sus 20 años de responsabilidades en el Gobierno Regional.
No pasa un solo día sin que se haga pública una encuesta, un informe o un indicador oficial que lo constate. Lo único que Cantabria ha logrado consolidar esta legislatura es su estatus de región rezagada incapaz de aprovechar la recuperación económica que ya es un hecho en nuestro país.
Desde el último trimestre de 2014, Cantabria no ha vuelto igualar jamás el ritmo de crecimiento de la media nacional. De hecho, cuando empezó la legislatura teníamos más del 91% del PIB por habitante español y hoy vamos ya por el 89%.
Si se sigue con esta manera de gobernar, acabaremos como una de las regiones más depauperadas porque quien crece sistemáticamente por debajo de la media acaba en el pelotón de cola.
La consecuencia inmediata es una EPA que ha pegado un baño de realidad al Gobierno y que ratifica que somos una de las autonomías que más empleo destruye en plena recuperación.
Mientras España ha creado medio millón de empleos en el último año, Cantabria ha destruido 3.300, la mitad de ellos de personas con una formación superior. Y mientras España ha reducido su cifra de parados en un 11% nosotros la hemos aumentado en un 4%.
Esa es la realidad, una verdad estadística que señala a Cantabria como una de las Comunidades Autónomas donde más retroceden las exportaciones, que pierde trabajadores autónomos, o desciende en creación de empresas y en confianza empresarial.
Lo único que sube en Cantabria son los impuestos a las familias a cambio de un resultado inadmisible.
La sensación es generalizada. En el último mes lo han repetido alto y claro los líderes de Comisiones Obreras, de UGT y del empresariado cántabro. Hay un consenso total en que Cantabria está abandonada por su presidente, un presidente que no ejerce sus obligaciones, y por un Gobierno caótico que no está a la altura.
Todos alertan de la falta de proyecto de región, de la ausencia de dirección política y de una acción coordinada y coherente de un Gobierno en que cada cual puja por sus propios intereses, cada día más divergentes, y que no genera la confianza básica para que la iniciativa privada pueda desarrollar su trabajo.
Para esta Cantabria del Sr. Revilla y del PSOE la recuperación, simplemente, no existe.
Es una pequeña inercia que imprime el entorno nacional porque lo único que funciona en esta tierra son las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy y de los ayuntamientos del Partido Popular. Dinámica propia ninguna.
Una cosa es la pizarra de un plató de televisión y otra bien distinta gobernar. Esto no funciona y es hora de que socialistas y regionalistas empiecen a rendir cuentas de lo que para Cantabria es una legislatura perdida.
El Gobierno de Revilla se está cargando Cantabria con su desgobierno económico y, lo que es aún peor, el empecinamiento en el error, porque con el último presupuesto, aprobado con un tránsfuga, ha tirado por la borda la última oportunidad para rectificar el rumbo de nuestra Comunidad.
¿Cuál es la respuesta del presidente? La de siempre: negar la realidad, las excusas peregrinas y el y tú más. Revilla firma para que todo siga igual.
Tengo serias dudas sobre si nuestro presidente reflexiona alguna vez mirando al interés público o simplemente se deja llevar porque no le importa lo más mínimo lo que les ocurra a los ciudadanos.
Todo lo que han hecho desde 2015 ha salido mal y todo lo que su Gobierno es capaz de ofrecer hoy para transformar Cantabria es una subida de impuestos; la rehabilitación del Túnel de la Engaña, que ni siquiera se atrevió a presentar en FITUR, y el PSIR del Llano de la Pasiega en el que no puede decirse que el Gobierno haya empezado con buen pie.
Por cierto, en el Partido Popular no hemos cambiado ni de opinión ni de estrategia. Siempre hemos dicho SI a la Pasiega. porque el puerto no necesita la Pasiega pero Cantabria sí.
Ahora le corresponde a Revilla demostrar que es viable, que no es otro proyecto de cartón piedra y espero que ahora que sabe que lo tiene que pagar él, que lo tiene que financiar su Gobierno, no deje de ser estratégico.
Da igual de lo que hablemos, de la Engaña, la Pasiega, la Mina de Reocín o del MUPAC, querida Alcaldesa. Todo un ejemplo de improvisación, falta de diálogo y de resultados. El Gobierno da otra patada para adelante mientras frena el despegue cultural de Santander.
Este Gobierno no tiene más balance de legislatura que jurar que hará algo en la siguiente mientras está ausente de los grandes asuntos de región que determinan la vida de los ciudadanos.
¿Alguien conoce una sola actuación o gestión política del presidente del Gobierno, más allá del insulto, para garantizar que los PGE para 2018 recojan las necesidades de nuestra Comunidad Autónoma? No.
Es más, mientras los dos socios de gobierno claman aquí en Cantabria por su aprobación, los socialistas los bloquean en el Congreso con el beneplácito de Revilla.
¿Alguien conoce cuál es la posición común de nuestra Comunidad Autónoma ante la futura negociación del nuevo modelo de financiación autonómica en el que Cantabria se la juega? No porque no existe. Es más, el presidente ha despreciado el ofrecimiento de la primera fuerza política de Cantabria para forjar un consenso de región que nos hiciera más fuertes en dicha negociación.
¿Alguien conoce su postura en torno a la ubicación de la alternativa a la Depuradora de Vuelta de Ostrera? No tiene criterio en Vuelta de Ostrera ni en nada. Por no tener, el PRC no tiene criterio en asuntos tan trascendentes como la prisión permanente revisable. Hasta en eso lo ha perdido.
Nuestro presidente solo está en la polémica, en la estrategia victimista del enfrentamiento permanente con el Gobierno de la nación: Rajoy no nos paga y España nos roba. Populismo puro con el que pretende tapar su propio fracaso.
Todo forma parte de una mera representación como la reclamación judicial de la financiación de Valdecilla, un viaje a ninguna parte que el Gobierno sabe que no va a prosperar porque no es el Gobierno de Rajoy quien incumplió sus obligaciones consignando en el Presupuesto del Estado de 2016 una partida de 22 millones para el Hospital, sino el Gobierno de Revilla el que fue incapaz de justificar y de cobrar esta aportación. Y es que para eso hay que trabajar.
Y, por cierto, es el Partido Popular y no el presidente Revilla el que está trabajando hoy para que en los próximos PGE haya una nueva partida para Valdecilla, hospital QUE nosotros terminamos después de años y años paralizado, aunque algunos lo hayan olvidado.
Socialistas y regionalistas quedan en ridículo, una y otra vez, pero no escarmientan. Siguen combatiendo inútilmente al Ministro de Fomento.
El ministro, Iñigo de la Serna, que está poniendo en marcha un ciclo histórico de inversiones en carreteras y ferrocarriles en nuestra región movilizando más de 3.200 millones de euros en una catarata de licitaciones, adjudicaciones y obras nunca antes vista en esta tierra.
No ganan para disgustos. ¡Otro disgusto para Revilla y para el PSOE que ven como Cantabria lidera el crecimiento de la licitación de obra pública en España, pero no gracias al Gobierno Regional, sino al Gobierno de Mariano Rajoy!
En 2017 se han licitado en Cantabria obras por importe de 368 millones. De ellos, 263 provienen del Estado y 30 de los Ayuntamientos.
¿A qué se reduce la licitación del Gobierno de Cantabria? A 75 millones, un 20%, uno de cada cinco euros licitados.
Está claro quien tira de la obra pública, está claro quién es el motor de la recuperación económica en Cantabria: el Gobierno de España y nuestro presidente Mariano Rajoy.
Y está claro que es lo mejor para Cantabria y para España: Que el Gobierno de Mariano Rajoy dure hasta 2020 y que Iñigo de la Serna sea ministro de Fomento hasta 2020.
Es de bien nacidos ser agradecidos. Y en Cantabria lo somos. Por eso, Fernando, trasládale a nuestro querido presidente que Cantabria está con Mariano Rajoy, que confiamos, como hemos hecho siempre, en su firmeza serena, en su impecable trayectoria y en su hoja de ruta para España.
A nosotros nos toca defender a la gente y defender a Cantabria frente a un gobierno caótico que nadie dirige. Nos toca reivindicar a Cantabria de verdad, con argumentos, con trabajo y con corazón, porque en eso consiste el verdadero regionalismo, en hacer valer nuestro autogobierno para que a la gente le vaya cada día mejor.
Nos toca ofrecer a los ciudadanos una alternativa real, innovadora e ilusionante a un gobierno agotado y un modelo caduco, por no decir inexistente. Hagámoslo con pasión y con convicción, hagámoslo con honestidad y lealtad hacia Cantabria.
Hagámoslo como solo el Partido Popular sabe hacer las cosas y Cantabria nos recompensará de la misma manera que lo ha hecho en los últimos 24 años, con su confianza.
Necesito idealistas. El Partido Popular necesita idealistas, gente que quiera cambiar Cantabria, que sienta y crea que es posible y que no tenga miedo a intentarlo porque ningún empeño es más importante ni merece más la pena que este.
Cantabria siempre ha ido mejor cuando Cantabria y España se ha gobernado mejor. Siempre ha ido mejor cuando ha gobernado el Partido Popular, así que a remangarse y juntos a trabajar.