Partido Popular en Cantabria

El portavoz del Partido Popular, Iñigo Fernández, ha denunciado la situación que se vive en el seno del pacto de gobierno de PRC y PSOE, y que mantiene a Cantabria “paralizada en un momento clave”, a las puertas de la presentación de los presupuestos regionales.

Fernández ha calificado la situación de “tomadura de pelo” a la que debe de ponerse fin, ya que “tras dos meses y medio de parálisis”, el debate que mantienen regionalistas y socialistas es en torno a “un reparto de cuotas de poder que no toca, y que tiene paralizada la Administración Regional”.

El portavoz del PP reparte culpas entre ambos socios, ya que mientras que el PSOE actúa irresponsablemente convirtiendo “en una crisis de gobierno lo que era exclusivamente un debate interno”, los regionalistas llevan “dos meses y medio mirando para otro lado”, en especial su secretario general, también presidente de Cantabria “no ha sido capaz de coger el toro por los cuernos”.

Fernández lamenta que sólo se esté hablando “de quien ocupa los cargos”, así como de “cuotas de poder”, lo que en definitiva es hablar “del reparto de la tajada”. Sin embargo, mientras todo esto ocurre, tal y como subraya “nadie habla de Cantabria ni de los cántabros ni de su futuro ni de su bienestar”.

El portavoz del PP se pregunta dónde está el presidente del Gobierno de Cantabria “que lleva dos meses y medio mirando para otro lado”, y le insta a resolver la crisis de inmediato, ya que tal y como lamenta “la sensación que tenemos la mayoría de los cántabros es que lejos de acercarnos a la solución cada día tenemos la solución más lejos”.

Por todo ello, Fernández ha recordado que el próximo lunes, la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, preguntará directamente Revilla en el pleno del Parlamento de Cantabria por toda la situación generada por socialistas y regionalistas, y por las medidas que tiene previsto tomar en esta situación. El portavoz del Partido Popular ha afirmado que “el PP lo que va a decir es lo que piensan todos los cántabros”, que se trata de una crisis que tiene paralizada la administración, que se tiene resolver ya “y que Cantabria no tiene presidente”, ya que está más pendiente de ir a la televisión y nunca está “en la solución de los problemas”, concluyó.