Partido Popular en Cantabria

El presidente del Partido Popular de Cantabria, Ignacio Diego, ha calificado hoy de "enorme disparate" los presupuestos para 2017 elaborados por el Ejecutivo regional, al considerar que “ha prevalecido el interés político de cada facción que conforma el Gobierno, por encima de los intereses o las necesidades reales de Cantabria”.

Al respecto Diego ha señalado que los consejeros del PRC se sentían agraviados por que los socialistas manejaban más del 90% del presupuesto, y ha añadió que “había que reparar ese agravio, los regionalistas necesitaban una satisfacción”.

El presidente de los populares cántabros ha considerado que ese ha sido el detonante del “duro enfrentamiento público, retransmitido en directo,  en el que hemos podido escuchar cosas tan peregrinas como que el PSOE daba al PRC 48 millones de euros de los 120 que exigían los regionalistas”.

“El cálculo de los ingresos de una administración pública es algo mucho más serio”, ha subrayado Ignacio Diego quien además ha recordado que hacía más de 20 años que Cantabria no disponía de presupuesto en tiempo y forma, y que el presupuesto no entraba en vigor el 1 de enero.

Diego ha reprochado al presidente del Gobierno, Miguel Angel Revilla, que no haya sido capaz de “solventar con autoridad” una crisis de Gobierno que, según ha señalado, se ha producido “por un enfrentamiento por ver quién se llevaba más dinero”.

Un presidente del que ha dicho que, mientras los consejeros están presentado en el Parlamento sus respectivas cuentas, el estará “ausente” de Cantabria participando en La Rioja en la presentación de su libro que “parece que es lo único que le interesa y le motiva”, en vez de buscar inversiones para Cantabria.

También ha criticado que ahora ya no sea “prioritario sostener los servicios básicos, como la sanidad, la educación y el bienestar social” y ha recordado unas recientes manifestaciones del consejero de Obras Públicas, José María Mazón, en las que este aseguraba que “ya no es necesaria la inversión en políticas sociales de necesidad.

En opinión de Ignacio Diego, además de un “enorme disparate”, los presupuestos para 2017 suponen “un agravio y una ofensa a los cántabros, porque no solo se resta importancia a las políticas esenciales”, sino que además “se abandona la política más social por definición, como es el fomento de la creación de empleo”.

En este sentido ha señalado que “este Gobierno que presume de ser municipalista, baja las partidas destinadas a la contratación de parados por las Corporaciones Locales y reduce también las ayudas a la contratación indefinida”.

“Parece que en Cantabria ya no hay parados ni personas que lo estén pasando mal”, ha apostillado Ignacio Diego.

En cuanto al papel jugado por el portavoz de Ciudadanos en el Parlamento de Cantabria, Rubén Gómez, el presidente de los populares cántabros ha dicho que “ha demostrado su irresponsabilidad pactando unos presupuestos en los que no cree”.

Por otro lado, Diego ha estimado que en menos de dos años, Cantabria   “ha pasado de recuperar la viabilidad” de sus cuentas públicas a “volver a poner en peligro la estabilidad financiera de la autonomía”.

“Si somos la región que más déficit genera de toda España lo último que se debe hacer es un presupuesto que contemple unos ingresos irreales, porque eso nos lleva al endeudamiento, ya que gastaremos mucho más de lo que ingresamos”, ha añadido el presidente autonómico del PP.

Por lo que se refiere a su formación política, Diego ha indicado que va a defender la necesidad de bajar los impuestos “para que los ciudadanos dispongan de más capacidad económica y con ello se reactive el consumo y la actividad económica, tal y como nos comprometimos a hacer en nuestro programa electoral”.

También ha reiterado que “no se puede consolidar la subida impositiva de 2016”, por lo que el PP propondrá “retrotraer buena parte de la reforma fiscal, bajando los dos primeros tramos del IRPF y aumentando las deducciones como las destinadas a gastos sanitarios de las familias”.

Para finalizar, ha señalado que “llama la atención”  lo que ha calificado de “ausencia de premura en la tramitación parlamentaria de este presupuesto”. Según Ignacio Diego, la razón no es otra que la certeza, por parte de los gestores económicos del Gobierno, de que cuánto más tarde en entrar en vigencia el presupuesto, menos ejecutarán de este y así menos recortes del mismo tendrán que hacer”.