“Si no se aprueba ya, el Consejo Regional de Cultura no servirá para nada, porque la legislatura se habrá agotado cuando pueda empezar a funcionar”. De este modo justifica Iñigo Fernández, diputado del PP en el Parlamento de Cantabria, la batería de preguntas que formulará al consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria en el pleno de este lunes, 12 de diciembre, en relación con los trámites para la puesta en funcionamiento de este órgano asesor. “Si era una de las herramientas básicas de trabajo para estos años, cómo es posible que mediada la legislatura todavía siga sin arrancar”, se pregunta el parlamentario regional.
“Hasta ahora, el Gobierno sólo ha hecho anuncios, pero no ha dado ningún paso”, añade. “Dicen que han celebrado reuniones, pero no sabemos con quiénes; dicen que hay un grupo de trabajo, pero no sabemos quiénes lo integran; dicen que hay un borrador de decreto, pero no conocemos su contenido... Dijeron que todo estaría terminado antes de acabar 2016. Estamos en diciembre y no parece haberse hecho nada”, explica el diputado.
Iñigo Fernández se pregunta también “si no tienen previsto contar con el Parlamento, porque hasta ahora el consejero no ha mostrado ninguna voluntad de hacerlo”. De ahí las preguntas parlamentarias.
En concreto, el PP desea saber cuál es el motivo para no haber puesto en funcionamiento todavía el Consejo Regional de Cultura, si está previsto hacerlo, cuáles son los objetivos de este órgano y, por último, si existe un estudio en el que se contemplen los costes derivados de su puesta en funcionamiento, ya que “lo deseable sería que tuviera coste cero, para no detraer de la cultura los pocos recursos económicos que se destinan a ella”.
En su explicación acerca del contenido y los motivos de sus preguntas parlamentarias, Iñigo Fernández también ha querido dejar clara la disposición a colaborar con el consejero en la puesta en funcionamiento de este órgano “siempre que se cumplan dos condiciones: que cuente con el Parlamento y que su constitución y puesta en funcionamiento no implique contrataciones y gastos de personal que, en este momento, la cultura de la región no puede permitirse”.