Partido Popular en Cantabria

El presidente del Partido Popular, Ignacio Diego, compareció esta mañana ante los periodistas para valorar las decisiones que viene tomando el PSOE “en manos” de Pedro Sánchez, y que según explicó “muchos cántabros las vivimos con seria preocupación”.

Diego explicó que a pesar de que “el partido de Artur Mas” y ERC alcanzaron ambos 8 senadores, y que con 10 pueden formar grupo propio, el secretario general del PSOE ha decidido “ceder dos senadores a cada uno de esos dos partidos para que puedan formar dos grupos separados”.

“Eso nace de la debilidad interna del propio Pedro Sánchez que le lleva a tomar decisiones que van en contra de las convicciones firmes de muchos socialdemócratas españoles que han votado al partido socialista.”

El presidente del PP afirmó que esa preocupación se incrementa ante lo ocurrido con el voto de los socialistas cántabros, que ven ahora como el senador González Vega “va a permitir que esa ‘venta’ de senadores a los independentistas catalanes les facilite tener más voz y más fuerza en el Senado”.

Diego lamenta esto sea gracias a un senador cántabro, “a un senador socialista cántabro”, a lo que añade que resulta aún más preocupante que el partido socialista de Cantabria ayer se apresuró, a través de su secretaria general, a salir a defender esta decisión de Pedro Sánchez. “A defender que el senador cántabro permita con su voto la conformación de dos grupos independentistas en el Senado español”, y que ello permita “facilitar y multiplicar la voz de los independentistas que propugnan la ruptura de la unidad de España”.

“No quiero ver al PSOE y menos al PSOE cántabro prestándose a este tipo de gestos que solo abundan en romper convivencia de los españoles por la vía de forzar la independencia de un territorio tan español como es Cataluña”.

Por todo ello, el presidente del Partido Popular confesó sentirse “abrumado y seriamente preocupado”, e invita a que “los españoles y los cántabros singularmente” opinen en relación de si la cortesía debe ponerse por encima de la unidad de España.

Se trata en definitiva de un gesto “que esconde la debilidad de Sánchez en el seno interno de su partido”, y que le sitúa en “una situación shakespiriana de ser o no ser y que le lleva a este tipo de actos que van en contra de España”.

“No vale todo en política, no vale todo para alcanzar los objetivos personales anteponiéndolos a los objetivos de toda una nación”, finalizó.