Partido Popular en Cantabria

Estamos en el comienzo de una nueva Legislatura y las conversaciones entre las distintas formaciones políticas para formar Gobierno están abiertas. Es indiscutible que el Partido Popular fue en las pasadas elecciones generales el partido más votado por los españoles con una gran diferencia de 33 escaños sobre el PSOE, que cosechó el peor resultado de su historia. Pese a que en España siempre ha gobernado el partido más votado estamos asistiendo a un cúmulo de declaraciones por parte de los dirigentes políticos del PSOE que abren un futuro plagado de interrogantes sobre si finalmente se impondrá una gran coalición de los dos grandes partidos o si se formará un Gobierno de izquierda radical y separatista con el pacto de ocho partidos distintos.

Mariano Rajoy, líder del partido mayoritario, está intentando por todos los medios alcanzar un gran acuerdo por la moderación y la estabilidad de España para continuar por la senda del progreso, el crecimiento económico y la creación de empleo. Ha tendido su mano para dialogar, negociar y acordar los  grandes desafíos que nos depara esta XI Legislatura: La unidad de España, la soberanía nacional, nuestra pertenencia a Europa y una agenda de reformas que nos permita seguir progresando en el orden económico, social e institucional.

Pero dos no se entienden si uno de ellos no quiere y no está dispuesto ni siquiera a dialogar. Aunque algunos dirigentes territoriales han alzado su voz en contra de ese pacto con la izquierda radical lo cierto es que Rajoy se ha encontrado por el momento con un Pedro Sánchez que parece dispuesto a traspasar todas las líneas rojas que se fijaron en una Constitución que nos ha dado los mejores 37 años de democracia pacífica y en libertad a todos los españoles.

Tras el último acuerdo alcanzado en Cataluña entre las fuerzas independentistas para formar Gobierno y llevar a cabo su hoja de ruta para la constitución de un Estado independiente, no caben posturas ambiguas ni mirar para otro lado, es necesario hacerle frente con determinación, inteligencia y con todas las armas legales a nuestro alcance, pero sobre todo con un Gobierno fuerte que represente a una gran mayoría de españoles y que tenga muy claro que su primer objetivo debe ser la unidad de España y el interés general de todos los españoles. Debemos estar a la altura de unas circunstancias difíciles que están poniendo en cuestión la misma esencia de España.

España afronta tres escenarios posibles: La coalición moderada de Rajoy para garantizar la unidad de España, la igualdad de los españoles, el bienestar social y las políticas centradas de crecimiento económico y empleo. El frente radical de Sánchez: Es decir, ocho o nueve partidos de izquierda radical e independentista. Esta no es una alternativa para España, ya que nuestro país quedaría a merced de una agenda separatista contra la unidad de España y la soberanía nacional, además de una política económica a contracorriente de Europa. Por último la convocatoria de nuevas elecciones: Supondría hacer pagar a los españoles la irresponsabilidad  y la falta de altura de miras de quienes se niegan a entender la voluntad de los ciudadanos.

Pedro Sánchez tiene que elegir entre una agenda de moderación y una agenda radical. Si decide decantarse por esta última, debe explicar a los españoles por qué es partidario de una agenda radical en el ámbito territorial, económico y social. Ahora no se está dilucidando el futuro de los liderazgos, sino el futuro del país.

España necesita estabilidad, seguridad, certidumbre y respeto a la voluntad de los españoles. El presidente Rajoy va a seguir defendiendo su propuesta de un Gobierno de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos respaldado por una amplia mayoría parlamentaria desde la centralidad, el acuerdo y la moderación.  Para alcanzar este objetivo, el único que responde al interés general de los españoles, Mariano Rajoy continuará intentando alcanzar un acuerdo. Solo un Gobierno así enviaría un mensaje de estabilidad, seguridad, certidumbre y propiciaría cuatro buenos años para España.

El descenso del paro producido en España durante el año 2015 y, en particular, en el mes de diciembre, confirma a las claras la senda de la recuperación económica y de la mejora del empleo iniciada bajo el primer Gobierno de Mariano Rajoy. Aunque queda mucho por hacer la recuperación comienza a llegar a todos los españoles. De ahí la necesidad de que el partido socialista escuche la voz de los ciudadanos, que le piden que apoye cuanto antes un Gobierno que proporcione estabilidad, certidumbre y confianza dentro y fuera de nuestras fronteras.

España no puede caer en radicalismos, pero tampoco se merece estar varios meses en la incertidumbre y en la interinidad. Necesitamos cuanto antes un gran pacto por España.