Partido Popular en Cantabria

Causa sonrojo leer determinados artículos de opinión de un ex-consejero socialista, aún no recolocado por aquello de ser un imputado. Resulta evidente, y el aludido es una buena muestra de ello, que el PSOE no es el más indicado para dar lecciones en materia de política económica a nadie porque el resultado de su gestión es conocido por todos los cántabros y resto de españoles: recesión, destrucción de miles de empleos, con el país al borde de la quiebra y la ruina económica.

Critica el ex-consejero socialista que el PP deje los Presupuestos para 2016 aprobados, cuando es una obligación constitucional del Gobierno aprobarlos antes de enero del año siguiente. Convendría aclarar también que trabajar hasta el último minuto no sólo es una obligación del Gobierno sino que refleja con claridad la seriedad, la responsabilidad y el compromiso del Partido Popular con la sociedad española. El gobierno de Mariano Rajoy dejará unos Presupuestos tramitados y serán la mejor herramienta para dar a nuestra economía la estabilidad y credibilidad necesaria para seguir creciendo y creando empleo. Una actitud que contrasta con la del Gobierno del PSOE, que dejó tirados a los españoles en medio de la mayor crisis económica de la democracia y convocó elecciones sin aprobar los Presupuestos Generales.

Estos presupuestos reflejan con claridad el acierto de las políticas fiscales del Gobierno del PP que han conseguido pasar de la recesión económica al crecimiento, y de la destrucción de miles de empleos a posicionarnos a la cabeza de Europa en creación de empleo. El cambio de rumbo que se ha producido en la economía española se consolida día tras día, vamos a crecer por encima del 3%, y seremos capaces de crear un millón de puestos de trabajo entre 2014 y 2015.

Algunos partidos con una visión interesada y distorsionada de la realidad no lo quieren ver pero el mejor antídoto contra la crítica permanente y el pesimismo de la oposición son los datos económicos, que hablan por sí mismos y que ponen en evidencia a los aguafiestas.

Esto no ha sido una casualidad, han sido muchos los factores que han contribuido al dinamismo de nuestra economía, pero sin duda las reformas económicas, una acertada política fiscal, y por supuesto el esfuerzo de toda la sociedad española, han conseguido que poco a poco vayamos dejando atrás la peor crisis de nuestra historia.

Habla también de una mala previsión de ingresos tributarios. Es verdad que se han exigido esfuerzos a toda la sociedad en forma de mayores impuestos, especialmente a las rentas más altas y a las grandes empresas, pero el crecimiento y la creación de empleo logrados han permitido aumentar la recaudación tributaria año tras año y devolver los esfuerzos realizados en forma de bajadas de impuestos.

Familias y empresas pagarán menos impuestos que en 2011 con el gobierno socialista. Gracias a una política tributaria acertada se ha recuperado prácticamente la mitad de los ingresos que se perdieron con el último gobierno de Zapatero, más de 60.000 millones de euros de recaudación perdidos, poniendo en peligro el mantenimiento de nuestro Estado de Bienestar, que los socialistas dejaron al borde de la quiebra. Nuestro compromiso con la sociedad española en estos presupuestos es seguir creciendo y creando empleo para recaudar más y poder seguir bajando impuestos a todos los españoles.

Y hablando de facturas sin pagar, hay que recordarle al ex-consejero de Economía y Hacienda que tenga un poco de prudencia cuando hable de pagar fiestas, porque se fue del Gobierno con miles de facturas sin pagar que sumaban más de 330 millones de euros, de los que unos 260 correspondían al Servicio Cántabro de Salud.

Otra cuestión que menciona en su tribuna es el déficit público. Sabe perfectamente que España fue objeto de la apertura de un expediente sancionador europeo por déficit excesivo del gobierno socialista. Se fueron del Gobierno con un déficit oculto de 30.000 millones de euros, lo que nos llevó a cifras insostenibles del 9%. Olvida el ex-consejero que la causa principal de la deuda de hoy son los elevados déficit a los que nos llevó el Gobierno de Zapatero con esa filosofía tan propia del socialismo del gasto sin control e improductivo.

También en el control de las cuentas públicas la gestión del Gobierno del Partido Popular ha sido todo un éxito, consiguiendo en esta legislatura reducir el déficit a menos de la mitad, e imponiendo criterios de racionalidad y austeridad en el gasto de nuestras administraciones públicas.

Con el esfuerzo de todos y las políticas acertadas vamos a superar una crisis muy dura, especialmente para los ciudadanos que se han visto abocados al desempleo, pero lo que menos necesita España en estos momentos es echar por la borda el esfuerzo realizado con populismos y demagogia al estilo griego, mucho menos una oposición destructiva ejerciendo continuamente de aguafiestas.