Ha sido el portavoz en materia de Obras Públicas de los populares en el Parlamento de Cantabria, Julio Cabrero, quien ha expresado la "satisfacción" de su formación política con el "compromiso" que está demostrado el Gobierno de Mariano Rajoy con Cantabria, al hacer realidad actuaciones "largamente demandadas" y "trascendentales" para el desarrollo y la competitividad de la comunidad autónoma, como es la finalización de la Autovía del Cantábrico (A-8), que estará acabada en 2015.
A juicio de Cabrero, la ejecución de esta infraestructura refleja también de un modo evidente la "diferencia de prioridades entre el Ejecutivo del Partido Popular y el Gobierno de socialistas y regionalistas", recordando que el Gobierno de Mariano Rajoy retomó las obras de la A-8 paralizadas durante casi dos años por decisión del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero "con la complacencia del Ejecutivo regional PRC-PSOE".
El portavoz de Obras Públicas del Grupo Popular ha resaltado el esfuerzo inversor realizado por el Ministerio de Fomento en esta infraestructura "estratégica para la región" en una situación económicamente difícil; una inversión con la que "no sólo se ha reanudado la A-8 a su paso por Cantabria a buen ritmo y cumpliendo los plazos, sino que ha supuesto una oportunidad para generar empleo directo en la región", según ha subrayado.
Cabrero ha destacado junto con la inauguración de este tramo, la puesta en servicio de la autovía A-8 entre Pendueles y La Franca, en Asturias, acto que también contó con la asistencia de la ministra de Fomento, Ana Pastor, antes de su visita a Cantabria; un subtramo que complementa la Autovía del Cantábrico y que, para Cabrero, supone también un importante activo en la conexión de Cantabria no sólo con Asturias, sino también con la comunidad gallega, aumentando la calidad de servicios entre ambas comunidades.