Resulta que el Gobierno del Partido Popular abre un nuevo servicio de urgencias pediátricas en el Hospital Sierrallana de Torrelavega, para que los niños de toda la comarca del Besaya no tengan que trasladarse en caso de necesidad hasta la Residencia Cantabria en Santander y puedan ser atendidos en el centro hospitalario más próximo a su casa. Ante lo que sólo se puede calificar como un positivo avance en la prestación de servicios sanitarios, va la leal oposición con el que ahora se pone al frente de todas las manifestaciones, y tiene la genial ocurrencia de decir que se está desmantelando el hospital y darle un fuerte abrazo para defenderlo.
No seremos nosotros los que les pidamos que aplaudan a la consejera de Sanidad hasta despellejarse las manos o que le den vivas a Nacho Diego, pero, hombre, resulta muy sospechoso acusar al Gobierno del Partido Popular de desmantelar el hospital cuando ha creado un nuevo servicio.
Sí, muy sospechoso. Podríamos haber utilizado la palabra incongruente o insólito, pero nos parece que muy sospechoso define mejor el gran teatro del esperpento que están representando la leal oposición y sus palmeros.
Porque sospechamos que les provoca urticaria que un Gobierno del Partido Popular dote de nuevos servicios a la Sanidad pública. Sospechamos que les rechinan los dientes de rabia por que sea un Gobierno del Partido Popular el que haya dotado a Torrelavega y su comarca de un servicio de urgencias pediátricas. Sospechamos que se les atraganta que un Gobierno del Partido Popular no se acerque ni de lejos a la imagen que ellos se empeñan en intentar trasladar a los ciudadanos.
Ya les ha provocado un serio disgusto que sea un Gobierno del Partido Popular el que vaya a terminar las obras de Valdecilla, pero les resulta insoportable que además ese Gobierno abra centros de salud o cree nuevos servicios sanitarios, porque entre otras cosas tira por los suelos la teoría que van pregonando de que el Partido Popular no defiende lo público.
El Partido Popular no sólo defiende lo público, además lo potencia y lo hace viable, y eso no lo pueden resistir. Así que no les queda más remedio que recurrir a la mentira mil veces repetida, a los insultos y hasta a los abrazos cínicos. ¿Dónde han publicado que hay por ahí quien se dedica a darte un abrazo y aprovecha para robarte la cartera?