Partido Popular en Cantabria

Familias, pequeñas y medianas empresas y autónomos han sufrido especialmente las consecuencias de la crisis económica. A todos ellos se les han pedido esfuerzos en forma de subidas de impuestos, pero es necesario explicar que gracias a esas medidas, difíciles pero necesarias, y a la firmeza con la que desde el primer momento el Gobierno del Partido Popular afrontó la situación de quiebra en que encontró el país tras los ocho años de gestión socialista, hoy podremos impulsar la reforma fiscal que bajará los impuestos para estimular el crecimiento y avanzar en la creación de empleo.

Es necesario explicar que las medidas fiscales adoptadas en la primera parte de la legislatura no han sido en absoluto caprichosas y mucho menos injustas, puesto que el Gobierno ha pedido un esfuerzo adicional a aquellos con un mayor poder adquisitivo. Así, si analizamos las cifras de recaudación tributaria del año 2012, encontraremos que prácticamente la mitad del incremento de recaudación obtenido por las medidas fiscales se ha conseguido del Impuesto sobre Sociedades, y especialmente de las grandes empresas.

Esas medidas, junto a la ambiciosa agenda de reformas impulsada por el Partido Popular - entre las que destacan la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria, la reforma laboral, la del Sistema Financiero, la de las Administraciones Públicas, la reforma de la Sostenibilidad del Sistema de Pensiones y la reforma educativa, entre otras -, han permitido pasar de una España al borde de la quiebra y del rescate, a otra situación muy diferente que se pone de manifiesto en las cifras de crecimiento de la economía en el último trimestre de 2013 y en el esperanzador dato de la EPA del último trimestre, en la que por primera vez desde el inicio de la crisis desciende el número de desempleados.

Por ello, el Gobierno de Mariano Rajoy, al igual que el de Ignacio Diego en Cantabria, afrontan ahora la segunda parte de la legislatura con un mayor margen de maniobra después de haber sido capaces en dos años de salvaguardar la sociedad del bienestar y enderezar la situación económica. En este sentido, el Gobierno de Cantabria ha impulsado ya bajadas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que los cántabros notarán en su declaración de la Renta 2014.

Y es que no hay que olvidar que el Partido Popular heredó unas cuentas públicas descontroladas, un déficit desmesurado, un sector financiero que requería un saneamiento urgente, una economía en recesión con una intensa destrucción de empleo y con graves desequilibrios que ponían en riesgo el sistema de bienestar, y un país sin credibilidad en el resto del mundo. Todo ello, situó a España al borde del abismo, al borde de la intervención como les ha pasado a algunos países de nuestro entorno.

Pero, tras dos años muy complicados para el conjunto de los españoles se comienzan a ver los resultados. Se ha logrado dejar atrás la recesión y el riesgo de intervención, poner en orden las cuentas públicas, controlar el déficit y corregir los desequilibrios que estaban estrangulando las posibilidades de crecimiento de la economía, invirtiendo la tendencia en la destrucción de empleo.

Es ahora cuando se pueden impulsar reformas fiscales que permitan bajar impuestos a familias y empresas, para estimular el consumo, la inversión y el ahorro, y que no podían aplicarse con una economía en recesión. Es ahora, cuando empezamos a crecer, cuando más necesario es crear las palancas que fortalezcan la recuperación y que permitan que la recuperación económica que reflejan las grandes cifras macroeconómicas se perciban en la economía real de los ciudadanos.

La reforma fiscal que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy, como ya ha anunciado el presidente, será una reforma integral, que estimule el crecimiento y el empleo. Una reforma acorde con la modernización del país, con la eficacia que se necesita en la recaudación y con los principios de solidaridad y redistribución.

Se trata de hacer un nuevo sistema, más simple y más equitativo, que dé flexibilidad al sector privado y que sirva para estimular la actividad económica e incentivar el ahorro; que atienda especialmente a las familias con menos recursos y con mayores cargas familiares por hijos o personas discapacitadas; y que baje impuestos a PYMES y autónomos para facilitar la inversión y la creación de empleo.

No es un objetivo a corto plazo, estamos diseñando un programa completo que va a prolongar la reducción de impuestos durante varios años, al tiempo que es necesario seguir perseverando en las reformas emprendidas para consolidar el cambio de tendencia de la economía española que nos permitan salir definitivamente de la crisis.

Conseguiremos salir definitivamente de la crisis económica si continuamos en el camino de las reformas que hagan nuestra economía más competitiva, y una de las más importantes para lograrlo será la Reforma Fiscal para bajar impuestos a los ciudadanos.

Tribuna de opinión publicada el 27 de febrero de 2014 en El Diario Montañés