Partido Popular en Cantabria

Asistimos estos días, con cierto asombro, a las protestas lanzadas desde el Gobierno Vasco contra la política de comercialización de suelo industrial puesta en marcha por el Gobierno de Ignacio Diego.

La denuncia presentada por la Diputación de Vizcaya en la Comisión Europea (CE) contra Cantabria a causa de la oferta de suelo de esta Comunidad Autónoma pone de manifiesto lo acertado de una nueva y audaz política industrial impulsada por el Gobierno del Partido Popular en Cantabria, y que ya ha obtenido los primeros resultados al conseguir atraer a Cantabria nuevas empresas, como es el caso de Tubacex al polígono industrial de Marina Medio Cudeyo, o de Santander Coated Solutions en terrenos del Puerto de Santander.

La industria tradicionalmente ha tenido un peso muy importante en la economía de Cantabria. Lamentablemente, en los últimos años hemos asistido a su deterioro progresivo, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. Los gobiernos de PRC-PSOE asistieron impávidos a ese incesante goteo de expedientes de regulación de empleo, cierres de empresas y, en definitiva, el empobrecimiento de nuestro tejido industrial.

Esta fue la situación que se encontró el Partido Popular a su llegada al Gobierno de Cantabria y, ante esta coyuntura, era necesario reaccionar con celeridad, buscando fórmulas imaginativas que permitiesen hacer de nuestra Comunidad Autónoma un territorio atractivo para lograr que nuevas empresas se instalasen en Cantabria, generando actividad y puestos de trabajo.

Sin duda, la política industrial del Gobierno de Ignacio Diego, - que no se limita al Plan de Suelo Industrial, sino que incluye diez líneas estratégicas con una aportación pública de 112 millones de euros -, junto a la receptividad demostrada por el Gobierno de Mariano Rajoy a las peticiones que se le plantean por parte del Gobierno de Cantabria, - y que se han plasmado por ejemplo en los convenios con el Ministerio de Industria para potenciar la industria y la PYME de Cantabria, con especial atención al Besaya -, permiten a Cantabria afrontar el futuro con las herramientas adecuadas para estimular y apoyar a la actividad industrial, consolidar y aumentar la actividad del sector en nuestra Comunidad Autónoma, y crear empleo.

Sin embargo, con su oferta de suelo, el Ejecutivo cántabro parece haber puesto el dedo en la herida de la Comunidad Autónoma vecina, acabando con la resignación de tiempos pasados en que Cantabria debía asistir impasible a los muchos privilegios fiscales y ventajas competitivas que disfrutaba el País Vasco y que hacía muy difícil conseguir atraer inversiones a nuestro territorio. Y es que, cabe destacar que, mientras por un lado la Diputación de Vizcaya la denuncia ante la CE, la Diputación de Álava se está planteando establecer incentivos similares.

Es obligación del Gobierno de Cantabria explorar, tal y como está haciendo, todas las posibilidades que existan para favorecer el desarrollo de iniciativas empresariales, creando nuevas oportunidades de empleo para los cántabros, y es lamentable que desde comunidades autónomas limítrofes se recele de la política industrial que está desarrollando Cantabria, porque lo hace en el uso de sus legítimas competencias y para lo que no necesita solicitar la venia del Ejecutivo de Iñigo Urkullu.

Los políticos del PNV parecen olvidar que mientras el País Vasco disfruta de un régimen fiscal especial que le permite jugar con ventaja y disfrutar de una situación privilegiada respecto al resto de comunidades autónomas, regiones que le son limítrofes, como Cantabria, deben recurrir a políticas audaces e imaginativas para reactivar su economía.

La eficaz gestión del Gobierno de Ignacio Diego en materia industrial está consiguiendo que donde antes había polígonos industriales vacíos, existan ya hoy proyectos de inversión en marcha. Y tiene toda la razón el Presidente Diego cuando reclama celeridad por parte de la CE para pronunciarse sobre la denuncia planteada por la Diputación de Vizcaya, puesto que sería lamentable que los retrasos perjudicaran a Cantabria por la situación de incertidumbre jurídica que esta denuncia pueda generar.

Cantabria ha sido fuertemente castigada por la crisis económica y por la falta de acción de los gobiernos PRC-PSOE, pero afortunadamente hoy cuenta con un Gobierno con iniciativa para sacar a Cantabria adelante y hacer que esta Comunidad Autónoma vuelva a ser capaz de crear riqueza, generar empleo y tener un tejido industrial que recupere la vitalidad de tiempos pasados. Con o sin la venía de Urkullu, tenemos un Gobierno eficaz y dispuesto a conseguirlo.

Tribuna de opinión publicada el 11 de febrero de 2014 en El Diario Montañés