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Revilla, la popularidad y los votos

Iñigo Fernández, diputado regional del Partido Popular

"Revilla es un personaje mediático, pero también Falete, Nuria Bermúdez y Belén Esteban gozan de gran popularidad y, en cambio, nadie les vota. Una cosa es que te sigan y otra que te voten".

 

Es un hecho evidente que Miguel Ángel Revilla es un personaje mediático, pero tengo muy serias dudas de que esa popularidad vaya a traducirse en votos en las próximas elecciones regionales del año 2015. Mucha gente le sigue en twitter y le ve por televisión, pero también Falete, Nuria Bermúdez y Belén Esteban gozan de gran popularidad y, en cambio, nadie les vota. Porque una cosa es que te sigan y otra que te voten.

¿Por qué le siguen a Miguel Ángel Revilla? No puede negarse que el personaje es simpático: que tiene gracia. Pero quienes le conocen bien saben que, detrás de sus chistes y sus anécdotas - muchas de ellas por cierto inventadas - no hay alguien en quien se pueda confiar. Quizá en algunos puntos de España esto no se sepa del todo, porque Revilla no ha gobernado a los andaluces, a los murcianos o a los gallegos, pero en Cantabria su trayectoria se conoce lo suficiente como para no confiar en él, especialmente en tiempos de dificultades económicas como los que vivimos.

Escuchar al que fuera presidente de Cantabria proponer recetas contra la crisis económica y el paro es sencillamente indignante, porque todo el mundo se pregunta por qué no aplicó esas recetas mágicas cuando gobernaba y por qué dejó Cantabria como un solar, con el paro desbocado y con la deuda de la comunidad autónoma por las nubes.

Cuando una persona se encuentra enferma no deposita las esperanzas para su curación en un brujo o un curandero, sino en médicos responsables. Y, ciertamente, Miguel Ángel Revilla es todo menos un médico (político) responsable. Lo peor que le puede ocurrir a un enfermo es caer en manos de un brujo o un curandero. Lo peor que le puede ocurrir a una región o un país en crisis, es caer en manos de un demagogo.

Cuando se le escucha hablar sobre la crisis económica o el paro, los mensajes de Miguel Ángel Revilla resultan indignantes. Bajo su mandato, el paro pasó en Cantabria de 17.000 personas a 45.000. ¿Cómo puede hablar ahora de soluciones? ¿Cómo puede pretender engañar a la gente de ese modo? ¿Por qué no aplicó esas medidas durante su mandato? La deuda de la región pasó de 300 millones de euros a más de 2.000. ¿Y ahora se opone a los ajustes? ¿Qué son los ajustes sino la necesidad de hacer frente a las deudas que él mismo dejó a las espaldas de todos los cántabros?

Cuando se le escucha hablar sobre medidas para la regeneración democrática de España, la indignación que suscita es tanta o mayor. Habla de reformas democráticas quien llegó a la política de la mano de José Antonio Girón de Velasco, como alto cargo del Movimiento Nacional, y quien durante cuarenta años no ha hecho otra cosa más que adaptarse a las circunstancias para mantenerse en la vida pública. ¿Cuándo hubo primarias en su partido? ¿Cuándo hubo transparencia en su gestión?

Habla de honradez y de limpieza, pero su gestión ha sido cuestionada por el Tribunal de Cuentas - incluida la financiación de sus propias campañas electorales - y tres ex consejeros de su gobierno han sido citados por los juzgados como imputados: Miguel Ángel Pesquera y Ángel Agudo por escándalo de GFB, que les costó a los cántabros 45 millones de euros, y Javier López Marcano por la gestión de la empresa pública CANTUR, donde lo mismo desaparecían cuadros que se pagaban 10 millones de euros a un empresario amigo por servicios prestados todos ellos por el procedimiento de adjudicación directa.

Sobre el escándalo del Racing no se ha dicho aun la última palabra. Nombró a Francisco Pernía como presidente, supervisó todo el desastre de su gestión, jamás hizo nada por cobrar la deuda de 7,7 millones que Dumviro tenía con CANTUR, aceptó rebajar la deuda de 7,7 millones a 6,5 con el fin de facilitar la llegada del indio AlÍ Syed, se renunció a todas las garantías de cobro a cambio de nada...

¿Y qué decir de Valdecilla? Durante ocho años fue incapaz de terminar de una obra que debía haber concluido en el año 2007. Y ahora se opone al procedimiento elegido por el Gobierno del PP para poner fin a los trabajos y poner en funcionamiento el Hospital. ¿Y qué decir de la Autovía Solares-Torrelavega, cuya paralización pactó con el entonces ministro José Blanco?. Ahora la autovía ya está en obras, de nuevo, y estará en servicio en el año 2015. ¿Y qué decir del AVE? En ocho años no se tramitó ni siquiera un papel. Y ahora reclama lo que fue incapaz de exigir cuando fue presidente del Gobierno de Cantabria.

Su postura sobre el fracking sirve de ejemplo de quién es Miguel Ángel Revilla. Permitió que Zapatero concediera permisos por toda la región y él mismo autorizó perforar en la comarca del Saja-Nansa, por acuerdo del Consejo de Gobierno de 31 de marzo de 2011. El 6 de octubre de 2012, sin embargo, se presentó en una manifestación convocada para protestar contra los permisos que él mismo concedió. Ese es Revilla.

Toda su trayectoria explica que, al margen de su popularidad en twitter o en televisión, los cántabros no confíen en él. Será popular, como Falete, Nuria Bermúdez o Belén Esteban, pero es difícil que le voten. Con esos antecedentes, desde luego que es difícil que le voten.

 

Tribuna de opinión publicada el 22 de agosto de 2013 en El Diario Montañés

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