Partido Popular en Cantabria

El pacto alcanzado recientemente por el Partido Popular y el Socialista para reforzar la posición española en la cumbre europea debiera ser el primer paso para iniciar una nueva cultura en la política española: la cultura del entendimiento, el diálogo y el consenso para encontrar puntos de encuentro que nos ayuden a superar la actual situación de crisis económica y de desempleo.

Esta forma de entender la política es la que reclaman la mayoría de los ciudadanos y contribuye a generar confianza y credibilidad en el exterior, reforzando nuestra posición a la hora de negociar en Europa.

Es indudable que en el último año el Gobierno del PP ha tenido que tomar decisiones difíciles en solitario. Así lo exigía la crítica coyuntura a la que se enfrentó al llegar al Gobierno y así lo exigía también la amplia mayoría de ciudadanos que eligieron un nuevo Gobierno capaz de virar el rumbo que llevaba el país.

La situación con la que España acude a las distintas cumbres europeas es ahora totalmente distinta a la de hace doce meses, porque hoy tenemos un país económicamente más sólido. Los datos avalan esta afirmación: una balanza de pagos en positivo, una prima de riesgo mucho menor, un sistema financiero saneado y unas Administraciones que han reducido de forma extraordinaria su déficit público.

España, con el esfuerzo de todos, ha sabido hacer bien los deberes.

El Gobierno está́ acometiendo un profundo proceso de reformas que han ido saneando los fundamentos de nuestra economía. Se han dado pasos decisivos en el sistema financiero, en el control de las cuentas públicas y del déficit, en la mejora de nuestra competitividad y, como consecuencia de ello, se atisba un futuro más esperanzador. Hemos avanzado mucho.

El acuerdo entre el PP y el PSOE, respaldado por la práctica totalidad de los Grupos con representación parlamentaria, tiene un extraordinario valor en nuestra política europea porque lanza un mensaje de unidad y confianza. En estos momentos es importante dejar de lado la ideología, ser capaces de reconocer los verdaderos problemas de la sociedad española y defenderlos juntos a nivel europeo, porque España se juega mucho en un momento en que se está debatiendo el futuro de la Unión Europea (UE).

Hay dos cuestiones claves que deben merecer una atención especial por parte de los distintos líderes europeos y que se recogen en el acuerdo alcanzado entre los dos grandes partidos. Por un lado, es necesario que las ayudas europeas y las reformas para frenar el desempleo juvenil lleguen cuanto antes. Por otro, es urgente una mayor implicación de la UE para lograr que la financiación llegue cuanto antes a las pequeñas y medianas empresas, que están llamadas a ser el eje capital de la recuperación económica en España.

En la Cumbre Europea de hace un año los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros decidieron dar un impulso al crecimiento, la inversión y el empleo, adoptando el llamado "pacto por el crecimiento y el empleo". Aunque se han dado pasos en la estrategia para frenar el desempleo juvenil, es necesaria una mayor implicación europea para dotarnos de instrumentos y fondos que permitan actuar contra las altas tasas de desempleo, y es urgente restablecer el flujo de financiación de la economía real y, en concreto, a las PYMES, que son las que sustentan el tejido social y económico europeo.

Por ello, ha sido de extraordinaria importancia que España haya podido acudir a la última cita en Bruselas con una posición única. La unidad de España ha permitido liderar una negociación más eficaz para que sus prioridades sean también prioridades para la UE.

En materia de empleo juvenil España ha logrado que Europa adelante a los próximos dos años los 2.000 millones de euros que recibiremos del fondo para el empleo joven y, por otro lado, se ha conseguido que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ponga a disposición de las PYMES 18.000 millones durante los próximos tres años.

Esta estrategia de entendimiento se ha roto de manera fulminante con la Moción de Censura anunciada por el PSOE, pretendiendo deslegitimar la amplia mayoría lograda por el PP en las urnas. Ante los retos planteados en el futuro, sería deseable mantener este clima de consenso necesario para reforzar la salida de la crisis. Lamentablemente el PSOE tiene como máxima prioridad anteponer su interés partidista en vez de buscar soluciones conjuntas para vencer a la crisis económica.

Tribuna de opinión publicada el 23 de julio de 2013 en El Diario Montañés