El fracking volverá a ser noticia en Cantabria estos días. No por la tramitación de nuevos proyectos de investigación, ni por que vayan a producirse trabajos de perforación, ni por manifestación. Será noticia porque el Parlamento de Cantabria aprobará, por fin, una Ley que prohíbe la práctica de esta técnica en la región. La responsabilidad demostrada por el Gobierno de Cantabria en el asunto del fracking ha dado como resultado el final de una pesadilla: la que tenían muchos ciudadanos de todos los puntos de Cantabria, en particular aquellos que residen en la zona sur de la región.
El Gobierno de Cantabria, con su presidente Ignacio Diego a la cabeza, ha conseguido eliminar una alarma social que se había generado en nuestra tierra en torno al uso de esta técnica. La Ley que prohíbe el fracking en Cantabria se va a aprobar en los próximos días en el Parlamento de Cantabria y con esta aprobación muchos cántabros podrán dormir tranquilos, los mismos ciudadanos que además han sido parte activa en la elaboración de esta Ley, gracias a la apertura del Parlamento de Cantabria hacía la ciudadanía, una apertura que nos ha permitido a los diputados comprobar el latir de la gente con respecto a esta Ley e incluso nos ha permitido incluir una propuesta de un ciudadano en el texto definitivo que se va aprobar.
Esta Ley va a permitir impedir el uso de la técnica de la fractura hidráulica en nuestra región, donde se han otorgado seis permisos de investigación, cuatro por parte de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, otro que está ahora en tramitación y el sexto, el que adjudicó el señor Miguel Ángel Revilla en la etapa en que compartía responsabilidades de gobierno con los socialistas. El mismo Revilla que, tras firmar y autorizar un proyecto para el uso del fracking en Cantabria, el 31 de marzo de 2011, se intentó colocar después detrás de la pancarta en la manifestación convocada contra ese mismo permiso y celebrada en Santander el 6 de octubre de 2012. El señor Revilla se contradice a sí mismo y ha demostrado, de nuevo, que no es un hombre de fiar y que carece por completo de honestidad. Opinar hoy que sí y mañana y que no, como ha hecho con el fracking; decir hoy que una cosa es blanca y mañana que es negra, es y ha sido siempre el comportamiento propio de Miguel Ángel Revilla.
Una falta de honestidad a la que no le andan a la zaga los miembros del Partido Socialista Obrero Español (PSOE-PSC), los mismos que en colaboración con el señor Revilla y los regionalistas permitieron la concesión de permisos para usar está técnica cuando gobernaban. Eso sí, olvidando que son ellos los que aprobaron la mayoría de los permisos que se otorgaron en Cantabria, algo por lo que aún no se han dignado ni siquiera a pedir perdón a los cántabros.
Socialistas y regionalistas deberían pedir perdón a Cantabria y a los cántabros, sin duda. En 2011 concedieron los permisos cuando formaban parte del Gobierno regional (ellos mismos, no sus compañeros de Madrid) y ahora se colocan a la cabeza de la manifestación contra la práctica de esta técnica de extracción de gas del subsuelo.
Ahora, y gracias al Gobierno de Cantabria, por iniciativa de su presidente, Ignacio Diego, estamos a punto de prohibir la técnica del fracking en Cantabria, una medida que está claro puede tener partidarios y detractores, pero que es una medida valiente, sincera y con la que se busca poner fin a una alarma social muy extendida en los últimos tiempos a lo largo y ancho de toda Cantabria.
Tribuna de opinión publicada el 6 de marzo de 2013 en El Diario Montañés