Partido Popular en Cantabria

En estos últimos días hemos asistido en los medios de comunicación a un cruce de gruesas y graves acusaciones que se encuentran sometidas a procesos judiciales, que indignan y hastían a los ciudadanos, y que lamentablemente transmiten una imagen de corrupción generalizada de partidos, políticos e instituciones que es falsa, injusta y daña profundamente nuestro sistema democrático.

Es comprensible el hartazgo y la indignación ciudadana, que está buscando soluciones a los problemas con los que se enfrentan cada día y que reclama respuestas serias y eficaces que nos permitan salir de la difícil situación económica que atraviesa España. Del mismo modo, también es comprensible que muchos políticos estemos tan indignados o más que los propios ciudadanos, porque no es de recibo que se intente extender una sombra de sospecha sobre todos los que con mucho esfuerzo, dedicación, honradez y honestidad intentamos aportar nuestro trabajo para que nuestros hijos encuentren un país mejor que el que nosotros nos encontramos.

Tenemos que ser capaces de transmitir confianza en nuestras instituciones, dejar que la Justicia actúe y depure las responsabilidades de aquellos que han actuado al margen de la Ley. Y mientras la Justicia investiga y actúa es necesario ocuparse de lo realmente urgente e importante: encontrar las fórmulas adecuadas que nos permitan recuperar el crecimiento económico y el empleo, sin perder de vista la necesidad de ser capaces de, entre todos, encontrar medidas eficaces para un control riguroso de las instituciones y los cargos públicos que las dirigen, evitando comportamientos que producen escándalo en la opinión pública. Sólo así podremos recuperar la confianza de los ciudadanos.

No olvidemos que el Gobierno de España sigue trabajando para sacar a España de la crisis económica. El afán reformista del Gobierno se mantiene intacto para avanzar hacia el crecimiento y se están dando importantes pasos en la reducción de nuestro déficit público, en la aplicación de criterios de austeridad en todas las administraciones y en poner fin al despilfarro de dinero público que presidió la actuación de los anteriores gobiernos socialistas.

Y, junto a ello, el Gobierno del PP ha aprobado importantes reformas para incrementar la competitividad y estimular la recuperación de nuestra Economía. La reciente aprobación de Ley de Unidad de Mercado, la prórroga mejorada del plan de ayuda para la compra de automóviles (Plan PIVE), o el diseño de un plan estratégico para potenciar el empleo juvenil son buenos ejemplos del intenso trabajo que se está llevando a cabo en estos días por parte de un Gobierno responsable, que tiene unos objetivos marcados y una ruta clara para conseguirlos.

Además, el Ejecutivo de Mariano Rajoy es consciente de la difícil situación que atraviesan muchas familias y, por eso, quiere garantizar y dar seguridad a los ciudadanos mas vulnerables y que peor lo están pasando. Por ello, se ha comprometido a prorrogar de forma automática la ayuda a los parados sin prestación mientras la tasa de paro no baje del 20%, y es el primer Gobierno que ha tomado medidas contra los desahucios, paralizando los procesos durante un plazo de dos años y poniendo a disposición de las familias expulsadas 6.000 viviendas con alquileres sociales, además de impulsar un Proyecto de Ley de protección de los deudores hipotecarios para evitar posibles abusos de las Entidades Financieras.

Consciente también de la imperiosa necesidad de recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones, ya está tramitándose en el Congreso la Ley de Transparencia, acceso a la información pública y buen Gobierno. Todos los españoles deben tener acceso a la actividad de las Administraciones Públicas, conocer con quien contratan y a quien se conceden subvenciones, al tiempo que se establecen sanciones de inhabilitación para los cargos públicos que vulneren las normas.

Por último, y especialmente importante, es necesario resaltar que el Presidente del Gobierno ha ofrecido diálogo a todas las fuerzas políticas para alcanzar un gran pacto contra la corrupción. Sin embargo, por ahora, el principal partido de la oposición parece más interesado en lanzar acusaciones sin pruebas, que en encontrar propuestas que permitan prevenir, controlar y atajar cualquier comportamiento indeseable en la vida pública española.

Allá la responsabilidad de los que se mueven por intereses espurios, agitando las aguas revueltas tratando de sacar beneficios electorales. El Gobierno de Mariano Rajoy sigue trabajando en lo que realmente importa: un futuro mejor para España y para los españoles.

Tribuna de opinión publicada el 13 de febrero de 2013 en El Diario Montañés