Partido Popular en Cantabria

En Cantabria la izquierda política carece de liderazgo. El PRC tuvo un líder, pero ese líder ha perdido el rumbo, no ilusiona a nadie y pertenece sencillamente al pasado. El PSC-PSOE hace mucho que no lo tiene, y tampoco lo encuentra. Es un partido absolutamente entregado a Revilla, que ni busca ni consigue definir un proyecto político propio.

La situación de regionalistas y socialistas no debería preocupar más que a sus propios afiliados y militantes, a quienes corresponde en última instancia marcar el rumbo político de sus respectivas formaciones, pero ocurre que la falta de liderazgo en los dos partidos que hasta hace un año compartieron tareas de gobierno en Cantabria también tiene sus consecuencias en la situación política general y en la gestión de las instituciones de gobierno de esta tierra.

Hay algunos ejemplos que así lo ponen de manifiesto. En varias ocasiones, el presidente del Gobierno de Cantabria, Ignacio Diego, ha ofrecido diálogo a la oposición sobre temas concretos. La oferta más clara tuvo lugar con carácter previo a la presentación de los presupuestos regionales de 2013, cuyo contenido quiso pactar con los responsables políticos de los partidos socialista y regionalista. La respuesta fue el silencio. Esta claro que quienes hasta hace año y medio ejercieron tareas de gobierno y hoy se encuentran en la oposición, ni quisieron hacer frente a sus responsabilidades entonces ni pretenden hacerlo ahora. Su oposición en el Parlamento de Cantabria es vacía: jamás hay una propuesta, jamás hay una iniciativa constructiva... Las mociones, proposiciones no de ley e interpelaciones se presentan 'al peso', con el único ánimo de completar el orden del día de los plenos de control al ejecutivo.

Esto, a mi juicio, es una de las consecuencias de la ausencia de liderazgo en el seno de ambos partidos: la falta de ideas en la oposición, la falta de alternativas, la falta de propuestas. Evidentemente, en los sistemas democráticos es a los gobiernos y a los partidos mayoritarios a quienes les corresponde llevar la iniciativa, pero también los grupos de la oposición pueden jugar un papel importante y, en situaciones como la actual, con una crisis económica sin precedentes heredada del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, con mucho mayor motivo. En las actuales circunstancias, los ciudadanos exigen a los dirigentes políticos que se comporten con altura de miras. En Cantabria, socialistas y regionalistas, ni están ni se les espera. Ese es el problema de la falta de liderazgo en ambas formaciones políticas.

¿Dónde estaba Miguel Ángel Revilla cuando en el Parlamento de Cantabria se debatían en comisión los presupuestos regionales para 2013? Pues estaba en Cuatro, haciendo comentarios de todo tipo sobre los famosos, al más puro estilo de los periodistas del corazón. A eso se dedicó en buena parte durante sus años al frente del Gobierno de Cantabria. Cuando la sociedad hacia frente a lo más duro de la crisis, cuando las empresas veían su futuro amenazado, cuando muchos trabajadores perdían el empleo y tomaban el camino del paro... el presidente de Cantabria dedicaba todo su tiempo a "Salsa Rosa", "Dónde estás corazón" y, en general, a participar en programas televisivos de ese tipo.

Y hoy en día sigue dedicado a lo mismo. Sus recientes palabras acerca de que el Rey ya no le pide anchoas y de que tuvo que llamar personalmente para que le invitaran a la ceremonia de entrega de los premios Príncipe de Asturias, porque nadie le había invitado, no tienen desperdicio y demuestran cuales son sus preocupaciones. Muy pocos ciudadanos creen en él como proyecto de futuro y nadie, nadie, ni siquiera en su propio partido, cree posible que pueda regresar a la presidencia de Cantabria en el futuro inmediato.

Hace poco, anunciaba los días exactos que le quedaban para regresar a la presidencia, y eso demuestra dos cosas. La primera que tiene que levantar el ánimo de sus propios seguidores, porque ninguno lo cree posible. La segunda, mucho mas importante, es que Revilla sólo piensa en ocupar cargos, sin importarle para qué. Ya lo demostró durante sus años de gobierno, y ahora lo evidencia cada día.

Y lo mismo sucede con los socialistas. Su supuesta líder, Rosa Eva Díaz Tezanos, no es tal, ni aparece como tal ante los ojos de nadie. Podría decirse que, mas que candidata a presidenta de Cantabria, será candidata a vicepresidenta, tal es el entreguismo hacia Revilla con el que se comporta. La falta de proyecto político propio entre los socialistas de Cantabria es una evidencia a los ojos de todos. Y la imagen de ese entreguismo es la actual secretaria general del PSC-PSOE y actual portavoz de los socialistas en el Parlamento de Cantabria: sin presencia, sin proyecto, sin ideas...

Siempre que un partido político se encuentra al frente de las responsabilidades de gobierno está obligado a hacer una reflexión periódica acerca de sus actuaciones. Pero la reflexión también corresponde hacerla a quienes se encuentran en la oposición, a día de hoy 'desaparecida' y ensimismada en el recuerdo de sus años al frente del Gobierno de Cantabria.

Este es, a mi juicio, el balance del año que concluye, y el estado en que regionalistas y socialistas afrontan el 2013: con un líder fuera de la realidad, los primeros, y sin líder de ningún tipo, los segundos. Ni están, ni se les espera: ese es el estado que presenta la oposición política en Cantabria.

Tribuna de opinión publicada el 2 de enero de 2013 en El Diario Montañés