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Educación de Calidad, el futuro de nuestros hijos

Ana Madrazo Díaz, diputada nacional del Partido Popular por Cantabria

 

El debate sobre la necesaria reforma de nuestro modelo educativo está estos días en la opinión pública y debe ser motivo de reflexión por parte de toda la sociedad. Lo cierto es que los informes avalados por diferentes organismos nacionales e internacionales ponen en evidencia la necesidad de abordar una profunda reforma que mejore los resultados de nuestro sistema educativo, porque esos datos nos indican que algo está fallando cuando nuestros estudiantes están por debajo de la media en materias tan importantes para la formación como matemáticas, ciencias o lenguaje.

Es evidente que la política educativa del PSOE ha fracasado porque, desde la llegada de la democracia, en España han existido diversas leyes de Educación, todas ellas socialistas, ya que la única impulsada por un Gobierno del PP no llegó a entrar en vigor al derogarla el señor José Luis Rodríguez Zapatero nada más llegar a la Moncloa.

Los datos que avalan ese fracaso son contundentes: una tasa de fracaso escolar que alcanza el 26% y de abandono escolar del 28%, que es el doble de la media europea; un bajo rendimiento escolar generalizado; una tasa de paro juvenil que supera el 50%; unos profesores desmotivados y unos padres que se sienten impotentes ante este panorama.

Si a estos datos unimos que en los últimos diez años la inversión en educación en España se ha duplicado, la necesidad de la reforma de nuestro modelo educativo para mejorar su calidad es evidente y perentoria.

Ante esta situación el Gobierno del Partido Popular está decidido a actuar con decisión porque está en juego el futuro de nuestros hijos y de España como país. En un mundo cada vez más competitivo, debemos garantizar a los jóvenes una formación adecuada, puesto que ellos serán nuestro mejor potencial de crecimiento y competitividad en el futuro. Estamos hablando no sólo de suspensos y aprobados, estamos hablando de formación y desarrollo profesional de futuro.

Hay muchos puntos de encuentro que hacen posible un consenso para lograr una reforma educativa de calidad y perdurable en el tiempo, porque es mucho más lo que nos une que aquello que nos separa: adaptar la preparación de nuestros estudiantes al mercado laboral, lograr igualdad de oportunidades de todos los alumnos con asignaturas que tengan contenidos comunes en todo el territorio nacional, aumentar el rendimiento académico potenciando valores como la disciplina y el esfuerzo, impulsar la excelencia académica y no penalizar al alumno brillante, potenciar la autoridad del profesor, y preservar la libertad de los padres a la hora de decidir la educación que quieren para sus hijos. Hay principios y valores que la mayoría de la sociedad compartimos y ésta es la oportunidad para abordar con rigor y seriedad los enormes retos que tiene por delante nuestro sistema educativo. Todos debemos estar a la altura de este desafío.

Desviar la atención de lo que es fundamental es perder una oportunidad de oro para lograr una Educación de calidad que garantice nuestro futuro como país, sería tanto como no "ver el bosque por culpa de los árboles". Un Gobierno responsable no puede mirar para otro lado.

Enredarnos ahora en debates partidistas estériles sería una catástrofe. Debatir sobre lenguas cooficiales, que merecen todo nuestro respeto, no es lo más importante. La mayor o menor presencia de la religión en las aulas, no es el objetivo. La prioridad de todos debe ser garantizar una Educación de calidad que permita la mejor formación y el máximo nivel de conocimientos para los alumnos. Una Educación a la que todos los españoles tengan derecho en condiciones de igualdad y de calidad, ayudando a quienes menos posibilidades económicas tienen.

Lamentablemente, el principal partido de la oposición, el PSOE, no parece dispuesto a reconocer el fracaso de sus políticas educativas. Parecen estar instalados en la creencia de que la Educación es de su propiedad y pretenden "blindar" su modelo educativo, forjado en el conformismo, la desigualdad territorial, y en un falso igualitarismo que consiste en la uniformidad.

Por el contrario, el Gobierno del Partido Popular, con el Ministro Wert a la cabeza, ya han mostrado su disposición a no escatimar esfuerzos para lograr el máximo acuerdo posible en una reforma de la máxima trascendencia y cuyos beneficiarios serán nuestros jóvenes. Sociedad, comunidad educativa y partidos políticos debemos ser capaces de encontrar puntos de encuentro y ponernos juntos a trabajar porque con un tema tan importante como la Educación de nuestros hijos no se juega. Ellos son nuestro mayor tesoro.

 

Tribuna de opinión publicada el 22 de diciembre de 2012 en El Diario Montañés

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