Se cumple estos días el aniversario de las elecciones generales que otorgaron la mayoría absoluta al Partido Popular propiciando la elección de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. El 20 de noviembre de 2011 una gran mayoría de españoles depositaron su confianza en el Partido Popular, iniciando así un camino cargado de esperanza, no exento de enormes dificultades.
El Gobierno del Partido Popular cumple un año de reformas, austeridad y rigor y ha llevado a cabo, en sólo un año, las reformas necesarias que el PSOE fue incapaz de hacer.
Ningún ciudadano maduro y sensato pudo pensar en aquel momento que en tan solo un año el Gobierno sería capaz de transformar la delicada situación de nuestra economía. Un año es un corto espacio de tiempo para transformar el enorme déficit de nuestras cuentas públicas en superávit, la masiva destrucción de empleo en creación de puestos de trabajo y, en definitiva, la grave recesión económica que atravesamos en crecimiento económico. Nadie con sentido común pudo esperar que en tan solo un año el Gobierno transformara por arte de magia nuestra grave realidad económica de la noche a la mañana.
Pero el nuevo Gobierno no ha dejado de trabajar sin respiro para transformar esa realidad, haciendo las numerosas reformas que España necesita para sentar las bases que nos permitan crecer y crear empleo. La reforma de nuestras Administraciones Públicas, introduciendo la austeridad y el rigor en el gasto; la reforma del Sistema Financiero, para que vuelva a fluir el crédito necesario entre los empresarios y a los autónomos, la Reforma Laboral, necesaria para flexibilizar nuestro mercado de trabajo e impulsar la creación de empleo; o medidas para reactivar la economía del país como el pago de 27.000 millones de facturas atrasadas, son sólo algunos ejemplos de la decidida acción de un Gobierno dispuesto a hacer todo lo necesario para cumplir el mandato que le encomendaron las urnas aquel 20N: sacar a España de la crisis económica.
Es cierto que se nos están pidiendo esfuerzos y sacrificio a todos los ciudadanos y es verdad que hay muchas familias atravesando enormes dificultades, pero también es verdad que sin el esfuerzo de todos no será posible la recuperación de nuestra economía. El deber del Gobierno es velar por que el reparto de los ajustes entre todos los ciudadanos sea justo y equitativo, y así lo está haciendo.
Nunca adquirió mayor actualidad la frase de John Fitzgerald Kennedy "no preguntes lo que tu país puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por tu país", porque es necesario que toda la sociedad se implique en el cambio para transformar nuestra realidad económica, política y social. No hay recompensa sin esfuerzo.
Sin embargo, es conveniente subrayar que, a pesar de la crisis y de lo que los dirigentes socialistas traten de hacer creer, el Gobierno del Partido Popular está garantizando los derechos sociales y la sostenibilidad del Estado del Bienestar: Seis de cada diez euros de los Presupuestos Generales del Estado para 2013 se destinan a gasto social, el Gobierno de Mariano Rajoy es el primero que ha aprobado medidas para frenar los desahucios, ha cumplido con su compromiso de subir las pensiones y, en Sanidad, ha pagado 12.110 millones que dejó el PSOE de facturas pendientes.
Las medidas del Gobierno están consiguiendo que España esté cumpliendo con sus objetivos de estabilidad presupuestaria, tras los años de despilfarro y déficit oculto del PSOE. España no se puede permitir el lujo de seguir despilfarrando el dinero público que pagamos con nuestros impuestos porque los recursos son limitados, aunque los socialistas intentaran hacernos creer lo contrario.
De la misma manera que somos plenamente conscientes de las graves dificultades que atravesamos, es preciso también confiar en los datos económicos que nos permiten mantener viva nuestra esperanza en el futuro, porque existen empresas españolas que son punteras y competitivas en el exterior, porque nuestras exportaciones están creciendo, porque tenemos un importante sector turístico, porque el ritmo de destrucción de empleo de los últimos años se está frenando y porque están creciendo los contratos indefinidos de apoyo a emprendedores creados en la última Reforma Laboral.
Aunque un año es realmente poco tiempo para poder vislumbrar los resultados de la acción de un Gobierno y aún queda mucho trabajo por hacer y muchas reformas pendientes, debemos ser capaces de mantener viva la esperanza que nació aquel 20N y la confianza en nuestras posibilidades para volver a ser un país pujante, capaz de ofrecer a nuestros jóvenes un futuro que será, sin duda, un futuro mejor.
Tribuna de opinión publicada el 24 de noviembre de 2012 en El Diario Montañés