Partido Popular en Cantabria

El Grupo Popular ha presentado una interpelación para que el Gobierno de Cantabria explique en el Parlamento sus criterios en relación con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) que anula el concurso eólico del Gobierno PRC-PSOE y los efectos previstos de dicha sentencia.

Así lo ha anunciado hoy en rueda de prensa el portavoz del PP en el Parlamento de Cantabria, Eduardo Van den Eynde, quien ha criticado que el ex presidente regional y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, "una vez más" se ponga de perfil e intente que la culpa de "semejante disparate" recaiga de forma exclusiva en los socialistas, cuando lo cierto es, según Van den Eynde, que Revilla "es como Presidente del Gobierno el principal responsable de este fracaso que ha supuesto una enorme pérdida de tiempo y un enorme trastorno para la Administración regional y para las empresas que estaban en condiciones de participar en este proceso".

Texto de la rueda de prensa:

Hemos convocado esta rueda de prensa con el fin de informarles de la iniciativa parlamentaria que ha presentado nuestro Grupo con el fin de que se debata en una de las próximas sesiones plenarias, en relación con la sentencia que anula el concurso eólico convocado por el Gobierno anterior.

Esta iniciativa es, en concreto, una interpelación al Gobierno con el fin de que informe de sus criterios en relación con la citada sentencia y sus efectos sobre el desarrollo de la energía eólica en Cantabria, así como de los posible efectos perversos que pudieran derivarse, si es el caso.

Nuestro Partido, como saben, dio su apoyo al Plenercan y, con ello, al desarrollo de las energías renovables que determinaba dicho plan. Estábamos, pues, a favor de la energía eólica, y sin embargo, nos opusimos enérgicamente al desarrollo previsto en el concurso eólico, lo que puede comprobarse con una simple lectura de los diarios de sesiones de la pasada legislatura.

Seguramente ustedes recuerdan perfectamente cuál ha sido nuestra postura estos años porque no fueron ni uno ni diez los debates que mantuvimos a propósito del disparate de concurso que aprobó el Gobierno de Miguel Ángel Revilla. Y nos opusimos entonces exactamente con los mismos argumentos que refleja la sentencia que anula el concurso, y no sólo nos opusimos, sino que alertamos al anterior Gobierno de que el concurso, tal y como fue tramitado, vulneraba la propia planificación energética aprobada por el Parlamento y tenía todas las papeletas para ser anulado, como así ha ocurrido.

Nuevamente comprobamos, con indignación y bochorno, como el ex presidente Revilla, una vez más, se pone de perfil e intenta que la culpa de semejante disparate recaiga de forma exclusiva en los socialistas, cuando lo cierto es que él, como Presidente del Gobierno y como cerril y encendido defensor del desarrollo eólico, es el principal responsable de este fracaso que ha supuesto una enorme pérdida de tiempo y un enorme trastorno para la Administración regional y para las empresas que estaban en condiciones de participar activamente y con sus inversiones en este proceso de desarrollo energético.

Con la caradura habitual, y con la aún más extraña complicidad del Partido Socialista, que cada día se comporta más como una filial del PRC, especializada en comerse todos los marrones, Revilla va contando ahora que él no veía muy claro el concurso, que ciertamente había razones para pensar en que podría ser recurrido y que, en ese caso, podría ser anulado por los tribunales. Y lo cuenta como si la cosa fuese lejanamente con él. Vamos, que si uno no está muy informado, parece que más o menos le obligaron.

Yo les ruego que hagan el ejercicio de repasar la hemeroteca de esos años y verán que Revilla pasó de tener aversión a los molinos en tiempos remotos a ser el principal promotor de la energía eólica, construyendo todo un discurso de converso, hablando de que España iba a ser la Kuwait de Europa, gracias a nuestro potencial eólico, o a pregonar en múltiples foros y en las televisiones que la salida de la crisis estaba, ni más ni menos, que en poner aerogeneradores prácticamente en todo el territorio.

Tan lejos llegó en su apuesta decidida por el concurso eólico, anulado ahora judicialmente, que incluso hay un momento, en que levanta los celos de la señora Gorostiaga que ve como Revilla, pugna por acaparar todas las medallas de la promoción de la energía eólica y se lo reprocha públicamente. Se pelearon por las medallas, pero seguro que ahora no se pelean por protagonizar el estropicio. Yo, que recordaba lejanamente tal episodio de reproches, reconozco que me he reído bastante leyendo las noticias de la prensa en que los socialistas recriminan a Revilla tal protagonismo. Un protagonismo que ahora dice no haber tenido con el fin de escaquearse de su más que evidente responsabilidad en este desastre.

Yo creo que es muy significativo el hecho de que el Gobierno de Revilla apostó todo a una carta, una especie de órdago, en un intento desesperado por mostrar algún logro en años de gestión, cuando su Gobierno ya estaba dando los últimos coletazos.

No había intervención de miembro de aquel Gobierno, sea el Presidente, la Vicepresidenta, el consejero Agudo, o el de Medio Ambiente, etc. en que no presentasen como el principal logro del Ejecutivo la apuesta por el cambio de modelo productivo vinculado al desarrollo eólico. Hay noticias a cientos, porque montaron una enorme campaña publicitaria con Autobús del Viento y todo.

Con esta interpelación también nos gustaría conocer quién pagó al final tal campaña, que fueron muchos millones de pesetas, y en el Parlamento se dijo que la pagarían las empresas adjudicatarias. ¿La han pagado o la hemos pagado entre todos?, porque no creo que tras la anulación estemos en condiciones de pedir nada. Era la campaña del Autobús del Viento que iba vendiendo los futuros logros del Gobierno en esta materia, evidentemente antes de producirse, porque, como siempre, al final es lo único que se ha hecho, propaganda, el resto, sentencia de anulación.

Total que como la apuesta era suicida y manifiestamente desproporcionada e ilegal, ahora nos encontramos con una sentencia que deja perfectamente clara la incompetencia de aquel Gobierno, que tuvo grandes y enormes fiascos, todos ellos dignos de mención: GFB, Ecoparque Besaya, Colegios del Mundo, Astra, Valdecilla, los Aves, la Ciudad del Cine, etc. pero que ha tenido en este disparate el mayor fracaso, aunque sólo sea porque lo convirtieron en su principal apuesta.

Con todo, menos mal, y es justo resaltarlo, que el presidente Ignacio Diego tuvo la inteligencia y la prudencia de dejar el concurso en suspenso hasta que se manifestasen los tribunales, porque de no haberlo hecho, ahora Cantabria tendría un grave problema con las empresas adjudicatarias, como ocurrió en el tema de Astra, que se saldó con una indemnización millonaria que hemos tenido que pagar todos los cántabros gracias a la incompetencia del antiguo consejero de Industria, el señor Del Olmo.

Nuestro Grupo, además, considera absolutamente inaceptables las disculpas del señor Revilla, cuando ha declarado que "las prisas les hicieron quizás saltarse determinados preceptos legales". Son unas declaraciones que, a nuestro juicio, le inhabilitan para el ejercicio de ningún cargo público. Un Gobierno, ni por las prisas ni por nada, puede vulnerar las leyes, porque ese camino - al igual que los atajos que tantas veces cogieron - acaba siempre en el desastre, como el tiempo ha demostrado.

Pero lo mejor de todo es que desde la aprobación del Plenercan en 2006, hasta que convocaron esa chapuza de concurso en 2010, pasan unos años, y no se ve la prisa por ningún lado. Lo único que se ve es la incompetencia más supina.

Todavía estamos esperando a que alguien pida disculpas públicas por semejante chapuza, pero de momento sólo hemos visto a los responsables mirar para otro lado e intentar que las culpas se las lleve el vecino.

Y tampoco cabe hablar de error, cuando asociaciones, plataformas y partidos políticos, especialmente el nuestro, se opusieron con argumentos al citado concurso. Argumentos que eran evidentemente exactos, y argumentos que recoge la citada sentencia de forma prácticamente idéntica. Les avisamos todos de dónde iban, pero no sirvió de nada.

Todo esto ha sido fruto de una codicia sin precedentes de un Gobierno malo de solemnidad, que actuaba a la desesperada por apuntarse algún tanto después de la serie de descalabros y proyectos fallidos acumulados durante ocho años. Y como era la máxima apuesta, ahora se ha convertido en el máximo batacazo.

Queremos pues, con la iniciativa presentada, conocer de forma directa por boca del Gobierno, cuáles son los efectos previstos de la citada sentencia, y también queremos saber si la paralización del concurso por el Gobierno Regional ha minimizado los daños o, por el contrario, si cabe esperar que tal sentencia tenga efectos negativos para la Administración regional.

También queremos conocer la estrategia del Gobierno actual de cara al desarrollo de las energías alternativas y, por supuesto, darle nuestro apoyo para dar los pasos con la máxima cautela, teniendo como objetivo principal un escrupuloso cumplimiento de las normas, con el fin de que cada paso quede siempre blindado por una certeza jurídica que evite lo que ha ocurrido con el proyecto eólico de Revilla y Gorostiaga: que no ha servido para nada, no ha creado un solo puesto de trabajo de los miles prometidos, y ha significado la pérdida de un tiempo precioso, que no se hubiera pedido si se hubiese respetado la Ley de Control Ambiental y la potencia contemplada por el propio Plenercan.

Lo dice el refrán, la avaricia rompe el saco, y la avaricia del Gobierno de Revilla, una vez más, ha roto el saco de los ciudadanos.

Nuestro Grupo, que confía plenamente en el actual Gobierno, cree que lo único bueno de semejante estropicio es que se puede hacer bien empezando de cero. Y bien quiere decir, con el suficiente consenso social, con la prudencia de un desarrollo que no puede hacer más daños que beneficios y, por supuesto, aunque no habría ni que decirlo, con un cumplimiento escrupuloso de la normativa y de las leyes en su diseño y tramitación.

Y que se haga en los plazos que se tenga que hacer, porque los atajos sólo sirven para acabar en el destino equivocado, como bien nos ha demostrado el Gobierno de Revilla, que dispuso de ocho años para hacer las cosas bien, pero las hizo mal y con prisas de última hora por pura y evidente incompetencia.

Gracias.

Fotografía en Alta Resolución de Eduardo Van den Eynde durante la rueda de prensa

(Se adjunta en PDF la interpelación del Grupo Popular sobre la anulación del concurso eólico del Gobierno PRC-PSOE)