Partido Popular en Cantabria

El portavoz de Deportes del Partido Popular, Iñigo Fernández, ha señalado hoy en el pleno del Parlamento que y el ex presidente del Gobierno de Cantabria y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, y el exconsejero de Economía y actual presidente del PSOE cántabro, Ángel Agudo, deberían dar explicaciones de la situación que atraviesa el Real Racing Club.

Para Iñigo Fernández, Revilla y Agudo, junto al anterior propietario del club, Jacobo Montalvo, son los tres máximos responsables de la situación del Racing de Santander, en riesgo de desaparición, actualmente en proceso concursal y sin propietarios claros e identificables que garanticen el futuro de la sociedad y, por ello, deben explicaciones a los cántabros.

El parlamentario del PP se ha pronunciado así en el debate de una moción de su grupo, subsiguiente a la interpelación efectuada en el Pleno del pasado lunes, instando al Gobierno de Cantabria a que continúe con las acciones judiciales promovidas para restituir la situación patrimonial de la inversión realizada en el Racing, así como promover las que sean necesarias para recuperar la inversión de dinero público y contribuyan a encontrar una salida que garantice el futuro del Racing "sin que ello implique nuevas aportaciones de dinero público".

Durante su intervención Iñigo Fernández ha criticado que la "aventura" del Gobierno presidido por Miguel Ángel Revilla en el Real Racing Club "costó a todos los cántabros" 35,3 millones de euros y no sirvieron para dar estabilidad, viabilidad y futuro, sino para dejarla "al borde de la desaparición y la liquidación".

Fernández ha desglosado esta cifra recordando que en CANTUR, tal y como puso de manifiesto el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, Eduardo Arasti, en el pleno del Parlamento de Cantabria del pasado lunes, la operación que da lugar a la entrada de la empresa pública en el Racing y a su salida, supuso un quebranto patrimonial de 7,9 millones de euros.

A esta cantidad habría que añadir la inversión pública que se produjo en la compra de la marca Racing, con un precio de 17,5 millones de euros, más los 4,5 de intereses por el préstamo bancario, lo que suman 22 millones de euros.

La otra parte de inversión pública se hizo a través de la Coordinadora de Empresas Públicas (CEP), con 3,6 millones por el laudo arbitral, 846.000 por el coste del proceso de titulización, 130.000 de la liquidación del fondo suscrito para la compra de la marca, 427.000 por los gastos legales de la operación de venta de acciones de CANTUR a Dumviro y 476.000 de costes financieros soportados por la operación de firma del préstamo participativo.

Todas estas cantidades suman los 35,3 millones de euros "de todos los cántabros" invertidos en el Racing de Santander que, según Iñigo Fernández, añadidos a los 45 millones perdidos por regionalistas y socialistas en GFB, podrían haber permitido terminar la obra del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.

Jacobo Montalvo tendría que explicar por qué firmó un contrato de venta de sus acciones sin cláusula de retrocesión o condición resolutoria y se ha preguntado "quien convenció a Montalvo" de que participara renunciando a la prenda sobre las acciones.

Pero Fernández ha insistido en el papel de Agudo en todas estas operaciones y recordó que fue quien en un hotel de Zurich negoció la compraventa con Alí Syed en un "cuarto oscuro", sin la presencia de los abogados del Gobierno de Cantabria ni "testigos", avaló toda la operación, firmó en nombre del Gobierno de Cantabria el contrato marco y levantó la pignoración sobre las acciones del Racing que era tanto como renunciar a las garantías de las que disponía el Gobierno de Cantabria.

Finalmente Iñigo Fernández ha señalado que, "aunque no quieran saber nada de la situación", Miguel Ángel Revilla es el máximo responsable de la situación del Racing y se preguntó en qué medida Revilla era conocedor de lo que se negoció en Zurich."No sabemos lo que conocía, pero sí sabemos que bendijo la operación al día siguiente de la firma con su presencia en el palco del Sardinero donde puso una insignia y una bufanda del Racing al nuevo comprador, donde le dio abrazos y besos de todo tipo y donde habló de él como un hombre honrado".