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XI Congreso Regional: el doble reto del PP

Iñigo Fernández, diputado regional y redactor de la Ponencia Política del XI Congreso Regional del Partido Popular de Cantabria.

Extracto de la ponencia política del XI Congreso Regional del PP: "Ese es el doble reto: promover las políticas adecuadas que lleven a la recuperación de la economía y el empleo, por un lado, e introducir las reformas necesarias que hagan viable y sostenible el estado del bienestar"

 

El Partido Popular de Cantabria celebra este fin de semana su congreso regional en unas circunstancias muy especiales. Son especiales, porque se llega a esta cita después de haber obtenido en las elecciones de mayo y noviembre los mejores resultados de la historia del partido. Pero son especiales, también, porque esos resultados han depositado en manos del PP una enorme responsabilidad de gobierno, y lo han hecho precisamente en uno de los momentos más críticos y delicados, con la economía de Cantabria y de España en plena recesión, con las tasas de paro más elevadas de los últimos treinta años y con las finanzas de las administraciones públicas al borde de la quiebra como consecuencia de la gestión desarrollada en los últimos años por la izquierda tanto en el Gobierno de Cantabria como en el Gobierno de la Nación.

En efecto, en las dos últimas ocasiones en que han sido llamados a las urnas, los cántabros se han pronunciado con claridad apoyando el cambio político y entregando su confianza mayoritaria al PP, y, como consecuencia de ello, la formación política que preside Mariano Rajoy en el conjunto de España e Ignacio Diego en Cantabria gobierna la mayor parte de las instituciones del país, la mayor parte de las instituciones de la comunidad autónoma y la mayor parte de los municipios de la región, entre ellos los más importantes en cuanto al volumen de población.

Esta situación es el resultado del deseo de cambio expresado por el electorado por la grave crisis económica que padecían Cantabria y España, crisis que, además de provocar un empobrecimiento general y de abocar a muchas familias a una situación desesperada, amenaza asimismo con poner en riesgo toda la política de bienestar que ha constituido nuestro marco de convivencia a lo largo de las tres últimas décadas. Pero también es el resultado de otro hecho: el electorado entendió que sólo el Partido Popular podía encontrar la salida a la crisis.

En tales circunstancias, los cántabros votaron masivamente al PP tanto en las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo como en las elecciones generales del 20 de noviembre. En las primeras, el PP obtuvo 58 alcaldías y logró asimismo la mayoría absoluta en el Parlamento de Cantabria, con 20 escaños, circunstancia que ha hecho posible la llegada de Ignacio Diego a la presidencia del Gobierno de Cantabria. En las segundas, el PP obtuvo en Cantabria cuatro de los cinco diputados en juego y tres de los cuatro senadores, al que habría que añadir un cuarto, que es aquel que designa directamente el Parlamento de Cantabria. La aportación de Cantabria al triunfo de Mariano Rajoy ha sido determinante.

Los resultados electorales han sido pues muy favorables, pero el PP no puede instalarse en la satisfacción. Todo lo contrario: el PP está obligado a hacer frente a la enorme responsabilidad que los ciudadanos han depositado en sus manos y a devolver a estos toda esa confianza con resultados. Esos resultados pasan por resolver un doble reto: la doble tarea encomendada por los ciudadanos.

Por un lado, está la tarea de promover en Cantabria y en España las reformas que hagan posible la recuperación de la economía, el crecimiento, la generación de empleo y la revitalización del tejido productivo. Los dirigentes políticos no pueden asistir a estos hechos sin hacer nada y sin tomar medidas para invertir esta situación, como hicieron los anteriores, sino implicarse en la toma de decisiones y en la puesta en marcha de reformas.

Por otro lado, está la tarea de garantizar la continuidad de nuestro estado del bienestar, basado en la sanidad pública, universal y gratuita; la educación de calidad y para todos; el sistema público de pensiones y las políticas sociales. Hacer viable y sostenible la sanidad, la educación, el sistema de pensiones y las políticas sociales, aun cuando sea preciso introducir pequeños ajustes, es tanto como garantizar la continuidad de nuestro modelo de convivencia. Con la falta de gestión, el despilfarro, el hundimiento de los ingresos, el recurso a la deuda y la recesión económica, socialistas y regionalistas pusieron en riesgo ese sistema. Ahora, es tarea del Partido Popular hacerlo sostenible y garantizar su futuro como uno de los pilares principales de nuestro modelo de convivencia.

Pero, además de cumplir sus compromisos de gestión, los cargos públicos del PP serán juzgados además por su propio comportamiento personal, en un momento en el que muchas familias atraviesan por serias dificultades. La honradez, la transparencia, el diálogo, la austeridad, la proximidad y la cercanía son, pues, valores a cultivar más que nunca a partir de este momento.

Cantabria confió plenamente en el Partido Popular, tanto en mayo como en noviembre, y esa confianza se tradujo en la asunción de una enorme responsabilidad, como es la de resolver ese doble reto que los ciudadanos le han confiado como tarea. Ahora, es el Partido Popular quien debe estar a la altura de esas responsabilidades asumidas como consecuencia del voto mayoritario de los cántabros.

 

Tribuna publicada el 5 de mayo de 2012 en El Diario Montañés

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