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Nubarrones sobre el sector pesquero en Cantabria

Iñigo Fernández, diputado regional del Partido Popular

Para la mayoría de los pescadores de Cantabria, la campaña 2012 arrancará el próximo 20 de febrero con tres grandes nubarrones sobre el horizonte. Uno es la reducidísima cuota de verdel asignada a España para el ejercicio que ahora comienza; otro la elevada cuota de bocarte/anchoa y el riesgo de caída de los precios; y el tercero la orden ministerial aprobada por los socialistas cuando su gobierno se encontraba en funciones, por la que se reparte entre las distintas flotas la cuota de chicharro asignada por la Unión Europea.

Sobre el tema del verdel, este diputado presentó una iniciativa en el Parlamento de Cantabria el pasado 6 de octubre de 2011, en la que se pedía "trasladar al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino la posición de la comunidad autónoma de Cantabria en relación con la negociación de la cuota de verdel/caballa para el próximo ejercicio, en el sentido de demandar un aumento de la cuota para la flota del Cantábrico". La proposición no de ley del PP se debatió en el pleno del 24 de octubre de 2011 y contó con el apoyo de todos los grupos políticos.

Ahora bien, en la negociación celebrada en Bruselas el 13 de diciembre de 2011, con el gobierno en funciones, la ministra socialista Rosa Aguilar fue incapaz de arrancar a sus colegas europeos un aumento de la cuota de verdel para la flota española. Y el resultado es que, mientras que Noruega podrá pescar 260 millones de kilos, Gran Bretaña 150 e Islas Feroe 130, España tendrá que conformarse con pescar 24 millones de kilos.

Había muchas razones para aumentar la cuota y la principal es la abundancia de la especie. Los informes de los biólogos lo respaldan y los pescadores de Cantabria hablan de una cantidad de verdel (en la costera) desconocida hasta ahora. Además, la especie tiene valor y tiene salida en el mercado. Todo recomendaba 'pelear' por un aumento de la cuota en Bruselas, pero, como siempre, en las reuniones del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea la ministra Rosa Aguilar estuvo espesa, pasiva, ausente... El Gobierno de España, una vez más, no negoció en Bruselas como debía.

El segundo nubarrón tiene que ver con la costera de bocarte/anchoa. La misma ministra que no fue capaz de negociar un aumento de la cuota de verdel para España, aunque la mar está llena de verdeles, permitió que se doblara la de anchoa, hasta hace tres años en veda por el riesgo de desaparición de la especie. La flota española no necesita más cuota: necesita que suba el precio. Con el doble de kilos para pescar ¿Alguien puede sorprenderse de que el precio del bocarte pueda caer este año por los suelos?
La pregunta que todos se hacen es a quién beneficiaba el aumento de la cuota de bocarte. Sólo hay una respuesta: a la flota francesa, que sólo dispone de un 10% de la cuota y cuya rentabilidad no ha dependido hasta ahora tanto del valor del pescado como de la cantidad. Otra pregunta muy extendida es, también, dónde estuvo la ministra Rosa Aguilar cuando se produjo esa negociación, quién defendió a la flota española, dónde estuvo la posición de España en la negociación. Francia, con un 10% de la cuota asignada al caladero, impuso su criterio frente al Gobierno de España, que a lo mejor no tuvo ninguno: ni ese ni otro.

Es un hecho que, durante los años en que José Luis Rodríguez Zapatero ha ejercido como presidente, el resultado de todas las negociaciones ha supuesto un fracaso para España: jamás estuvieron las ideas claras, jamás hubo una negociación adecuada para buscar la complicidad de otros socios en apoyo de nuestros intereses, jamás hubo un resultado favorable ni para los pescadores, ni para los agricultores, ni para los ganaderos españoles...

Pero Rosa Aguilar dejó un último regalo a los pescadores de Cantabria, antes de abandonar el cargo. Nueve días antes de las elecciones en que toda España sabía que los socialistas iban a ser desalojados del Gobierno, la ministra aprobó una orden ministerial sobre el reparto de la cuota de chicharro, asignando la mayor parte de los derechos a la flota de altura en detrimento de la bajura. La medida supone sacrificar a muchos (4.000 pescadores de bajura) por unos pocos (700 pescadores de altura) y puede hacer un daño enorme al futuro del sector en Cantabria, como los propios socialistas cántabros han tenido que reconocer en el Parlamento regional. Se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 21 de noviembre.

Revisar esta medida es imprescindible, pero la orden es tan perversa que asigna ya los derechos para los próximos tres años y recuperarlos podría entrañar problemas legales de todo tipo. ¿Por qué se hizo esto así? ¿Por qué a una semana de las elecciones? ¿Por qué el acuerdo se esconde hasta el día siguiente de las elecciones? ¿Qué intereses había en asignar los derechos? ¿Por qué los intereses de media docena de grandes armadores gallegos se ponen por delante de los de 4.000 pescadores de bajura de todo el Cantábrico? Son preguntas que los pescadores se hacen a menudo y que dirigen a los responsables del Partido Socialista (PSOE). También a los de Cantabria.

Afortunadamente, el abandono al que el PSOE ha sometido a los pescadores ha llegado a su fin y, aunque algunos de estos asuntos van a condicionar las faenas de la flota a corto plazo, hay que confiar en que no se repitan estos errores y en que el sector pueda encontrar a partir de ahora el respaldo, el apoyo y la comprensión que en los últimos años no ha recibido de los socialistas.

 

Tribuna de opinión publicada el 12 de febrero de 2012 en El Diario Montañés

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