El portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Cantabria, Eduardo Van den Eynde, expresó hoy el "total apoyo" de su grupo a los trabajadores de factoría de Teka en Cajo tras el anuncio del Expediente de Regulación de Empleo presentado por la empresa y que afecta a 198 de los 420 trabajadores de la fábrica.
Así lo dijo Van den Eynde durante su intervención en el pleno del Parlamento de Cantabria con motivo de la iniciativa consensuada por los tres grupos con representación en la Cámara en defensa del mantenimiento de la actividad y el empleo en la planta de Teka, en la que subrayó la importancia de "trabajar para que existan puentes entre quienes toman decisiones desde un punto de vista estrictamente empresarial, los trabajadores y sus representantes, y las instituciones, especialmente las autoridades laborales y el gobierno en su conjunto".
Por ello, Eduardo Van den Eynde garantizó, además, todo el apoyo del grupo parlamentario Popular al Gobierno de Cantabria en las gestiones que "de forma discreta, pero intensa" viene manteniendo con los representantes de la empresa para revertir o minimizar los efectos de su decisión provisional y, también, ofreció "colaboración, vigilancia y apoyo a las autoridades laborales" para que "actúen con el máximo rigor y siempre en la defensa de los intereses de los trabajadores, dentro del marco que la legislación contempla en estos procedimientos".
En su intervención, Eduardo Van den Eynde apeló a la "prudencia" y la "discreción" en el momento "especialmente delicado" por el que está pasando el proceso y, a este respecto, afirmó que "el intentar sacar rédito partidista mediante el recurso a la demagogia, puede suponer un obstáculo en el proceso negociador".
"Los grupos políticos tenemos la obligación de defender los intereses de los trabajadores, y por supuesto, de nuestra región, y jamás convertirnos en obstáculos que por su torpeza o ceguera lleven a situaciones de confrontación que perjudiquen a quienes tenemos que ayudar", señaló.
A juicio del portavoz del PP en el Parlamento, "una actitud responsable obliga a que las instituciones estemos sumamente vigilantes, ejerciendo el control y la presión necesaria y razonable" pero, según dijo, "con la prudencia suficiente, dejando actuar a trabajadores, responsables de la empresa y autoridades regionales y nacionales, con el fin de revertir la situación, y si no fuera posible, al menos minimizar su impacto, porque cada empleo que garanticemos es importante, y porque cada salida negociada es importante".