Partido Popular en Cantabria

TEXTO DEL DISCURSO DEL NUEVO PRESIDENTE DEL PARLAMENTO

Señoras y Señores Diputados:

Quiero que mis primeras palabras como presidente del Parlamento de Cantabria sean de sincero agradecimiento.

Agradecimiento al Grupo Parlamentario Popular que ha votado a favor de mi candidatura. Y, en especial, al presidente de dicho Grupo, Ignacio Diego, por la confianza que ha depositado en mí.

Agradecimiento a todos ustedes, a cuantos han votado a favor, y también a los que no lo han hecho. Porque en el ejercicio de mis nuevas funciones es mi deber y también mi firme voluntad, ser el presidente de todos y, por tanto, mi empeño se dirigirá a merecer el respeto y aprecio profesional de todas sus Señorías del único modo que sé hacerlo: con mi máximo esfuerzo personal, defendiendo la transparencia y primando el diálogo y el consenso.

Agradecimiento también a Mª José Sáenz de Buruaga, Eva Bartolomé, Rosa Valdés y Miguel Ángel Palacio, compañeros de mesa en la legislatura anterior. Ha sido satisfactorio y gratificante formar equipo con ellos en un marco de respeto y tolerancia.

Mi enhorabuena al resto de los miembros de la Mesa con los que hoy comienzo esta nueva andadura.

Les aseguro que trabajaré para todos y cada uno de los cántabros que están representados en este Parlamento con el mismo empeño, intensidad e ilusión que han guiado el ejercicio de mis responsabilidades anteriores.

Los resultados del último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas publicados la semana pasada, revelan que "la clase política" es percibida por los ciudadanos como el tercer problema del país.

Convendrán conmigo que los políticos no podemos ser un problema para los ciudadanos. Muy al contrario, hemos de facilitar soluciones efectivas a sus problemas. A esta tarea, estoy convencido, nos vamos a entregar los 39 diputados de está Cámara elegidos por los cántabros el pasado 22 de mayo. Nuestra razón de ser no es otra que servir a los ciudadanos, en ningún caso servirnos de ellos.

Para ello, es imprescindible y prioritario fomentar los valores de austeridad, cercanía y, sobre todo, de transparencia en el diálogo. Un constante y enriquecedor diálogo entre las fuerzas políticas que, por supuesto, en muchos casos, conllevará debate y confrontación constructiva.

Y para dialogar, en primer lugar hay que conocer. Conocer implica que los 39 diputados dispongamos de la misma información. No pueden existir auditorías, documentos o datos relevantes que conozcan unos y otros no. No cabe el diálogo sin transparencia. Esta mesa defenderá la transparencia como lo que es, un derecho democrático de todos los diputados y, por supuesto, de todos los ciudadanos.

No hay camino mejor para progresar que la palabra y la moderación; la palabra, con respeto, y con todos los datos disponibles, como única vía posible para dirimir discrepancias. Quien defienda que para "conocer es necesario gobernar" está simplemente equivocado.

Señorías, el pasado 22 de mayo los cántabros han decidido otorgar su confianza a una nueva mayoría de Gobierno. Su decisión da origen a esta VIII legislatura en la que una fuerza política, por primera vez en la historia de Cantabria, ha obtenido 20 diputados. En esta ocasión sin precedentes, han sido los cántabros los que han decidido quién es su Presidente. Este hecho histórico marca la gran novedad de la legislatura que ahora comienza.

Pero en democracia, tan importante es la mayoría que conforma el Gobierno, como lo es la oposición. Tras mis años de experiencia en el Gobierno y en la oposición, permítanme reconocer el trabajo y el esfuerzo de los diputados de la oposición. Es su derecho, y también su deber, criticar y proponer.

Hemos de conseguir erradicar del lenguaje de esta cámara la expresión "cuanto peor mejor" dirigida a la crítica de la oposición. Esta casa debe ser el lugar de las argumentaciones, no el de las descalificaciones.

En esta nueva etapa, el Parlamento ha de erigirse en el centro del debate político constructivo y en garantía de transparencia de la vida pública.

Hemos de aspirar a que los ciudadanos sientan y tengan la convicción de que es aquí donde se debaten los asuntos que afectan a sus intereses generales y a sus problemas cotidianos; aquí deben estar presentes las preocupaciones y anhelos de todos los cántabros: de los que buscan empleo, de los trabajadores, de los ganaderos, de los pescadores, de las familias que quieren mejor educación para sus hijos, de los jóvenes, de los pensionistas. Aquí tenemos que plantear y debatir sobre todos los problemas que nos conciernen.

Y en un contexto de crisis económica como el actual, el paro es uno de los problemas de mayor entidad. Con especial incidencia en la población joven. Un país, una región que no ofrece empleo a sus jóvenes es un país o una región sin futuro.

Sólo con reformas en la buena dirección la economía progresará, se consolidará y mejorará el Estado Social de Derecho y, con ello, se fortalecerá nuestra convivencia.

Señorías, no hay soluciones mágicas para resolver problemas reales.

Podemos estar indignados, incluso enfadados, pero hemos de ser capaces de transmitir a los ciudadanos, con nuestro propio ejemplo, que las soluciones están en el compromiso, en el esfuerzo y en la participación. Este Parlamento tiene que ser el cauce para encontrar esas soluciones.

Señorías, no podemos quedarnos parados. Avanzando juntos, reconociendo nuestro pluralismo y diversidad, respetándolo, logrando acuerdos inteligentes, actuando con lealtad a la Constitución y al Estatuto, Cantabria podrá afrontar los problemas que tiene planteados y seguir construyendo su historia. Lo peor que puede ocurrirle a un pueblo es que caiga en la inercia y en la resignación. La alternancia en democracia es el mejor método para superar estos peligros.

Por todo ello, Señoras y Señores diputados, les propongo que, todos juntos, defendamos la política, que impulsemos la confianza en los políticos. La política del buen gobierno, de la austeridad siempre, tanto en tiempos de bonanza económica como de crisis, la política de la transparencia, del esfuerzo individual, de la honradez, de la humildad. En definitiva, la política que facilita la convivencia e impulsa el progreso de los pueblos.

Señorías, es necesario que la conducta de todos y cada uno de los miembros de esta cámara esté a la altura de la de los ciudadanos de la sociedad cántabra; una sociedad que cree en el esfuerzo, en la honradez, que es solidaria, permisiva y humilde. Tratemos de imitarla. Hagamos que esta Cámara se parezca a los ciudadanos que representamos. Así seremos mucho mejor aceptados y respetados.

Quiero expresar mi satisfacción por seguir trabajando con muchos de Ustedes con los que he compartido coincidencias y discrepancias en los últimos años. Además, doy la bienvenida a todos los que se incorporan por primera vez a esta Cámara.

También quiero saludar al Secretario General y a todos los funcionarios y trabajadores de la casa. Sin ellos, no sería posible el trabajo parlamentario.

Termino pidiéndoles su colaboración para la Mesa y, en especial, para quien va a poner todo su empeño y mejor saber hacer en presidirles con humildad, honestidad y vocación de servicio.

Tal como ordena el Reglamento, declaro constituido el Parlamento de Cantabria e inmediatamente se informará de ello a Su Majestad el Rey, a las Cortes Generales, al Presidente del Gobierno de la Nación y al Presidente en funciones de la Comunidad Autónoma de Cantabria.

Señoras y Señores Diputados, muchas gracias. Se levanta la sesión.