Partido Popular en Cantabria

Tras ocho años en la oposición pese a ser la fuerza mayoritaria, el PP confía en aprovechar la maltrecha situación económica y el desgaste socialista que conlleva para recuperar el Gobierno de Cantabria. Un reto que encabeza por segunda vez Ignacio Diego (Castro Urdiales, 1960).

UNAI MORÁN

"Somos la región que peor trato ha recibido del Ejecutivo central"

Pregunta. ¿Necesitan la mayoría absoluta para gobernar?

Respuesta. La cuestión es que no estamos dispuestos a hacerlo con quienes han generado 30.000 parados en solo dos años y se guían por sus apetencias personales. Tampoco cabe otra salida, dado que el PRC es la marca blanca del PSOE.

P. ¿Por qué lo dice?

R. Porque Revilla es un regionalista entre comillas. Lo que realmente ansía es el poder, y el que ostenta en Cantabria se lo debe al PSOE, que se lo cedió hace ocho años. Así que no tiene capacidad de quejarse ni de criticar a José Luis Rodríguez Zapatero.

P. ¿A qué se debe entonces su popularidad?

R. A la visibilidad personal que busca, en detrimento de la de Cantabria.

P. ¿Le cuadran los números al PP tras el descenso de apoyos de los últimos años?

R. Nuestros sondeos nos otorgan un alza notable que nos sitúa por encima de los 20 representantes en los que está establecida la mayoría absoluta del Parlamento regional.

P. ¿Qué puede achacar al Ejecutivo autónomo?

R. Ellos mismos evidencian su mala gestión. Lo normal de un Gobierno es presentar sus logros durante la precampaña electoral para avanzar ya en campaña sus propuestas de futuro, pero en Cantabria no se ha dado lo uno ni lo otro. PRC y PSOE se han limitado hasta ahora a alertar a la población sobre la posible llegada de la derecha al poder. Sus proyectos son los mismos que en 2003, porque están sin cumplir desde entonces, cuando accedieron al Gobierno.

P. ¿Qué balance hace de los cuatro últimos años?

R. Grave y preocupante. Cantabria se ha empobrecido desde 2007, con un recorte de los derechos sociales que se ha visto acompañado de un incremento del paro y del endeudamiento.

P. ¿Qué ofrece a cambio?

R. Una alternativa, la única posible, para no seguir por el mismo camino. Gente distinta para un proyecto nuevo centrado en la generación de empleo y basado en la colaboración con los distintos agentes de la comunidad autónoma.

P. ¿Qué medidas contempla?

R. En primer lugar, transparencia para ganar la confianza de los empresarios. Además, austeridad para recortar el gasto corriente y en altos cargos. Un ahorro que permitirá compensar el descenso de ingresos que conllevaría la bajada de impuestos, que a su vez repercutiría en una mejora económica y del consumo. Trataré de reactivar también la paralizada inversión del Estado en la región.

P. ¿No se ha portado bien el Ejecutivo central con Cantabria? El PSOE es el soporte de los regionalistas.

R. Somos la comunidad autónoma que peor trato ha recibido, y a los hechos me remito. Están paralizadas las obras de la autovía del Cantábrico y las de saneamiento, entre otras, por no hablar de las del AVE. El tren de alta velocidad se está construyendo ya en todo el norte de España y el nuestro va todavía por Valladolid. Ni siquiera se han tramitado los papeles. Es la consecuencia de un Gobierno regional que no puede levantar la voz.

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