De la Serna explicó que este proyecto, que se comprometió a ejecutar si es reelegido como alcalde, supondría prolongar una vía de gran capacidad, como va a ser la conexión de la S-20 y la Avenida de los Castros a través del puente de Arenas, dando una continuación natural y coherente a la nueva vía.
Además, se constituiría un itinerario peatonal que permitiría unir el centro de la ciudad, a través de las escaleras mecánicas y el funicular del Río de la Pila, pasando por General Dávila, la Bajada de Polio y el puente de Arenas, con el parque de Las Llamas, donde cada vez va a haber una mayor actividad, tras la apertura del Escenario Santander.
El proyecto conllevaría la construcción de nuevas aceras en ambas márgenes, ya que en estos momentos o no existen o cuentan con una anchura insuficiente, mientras que la calzada estaría constituida por dos carriles, uno en cada sentido, de 3,5 metros de anchura.
La glorieta, situada en la confluencia de la Bajada de Polio con el Paseo del General Dávila, tendría un diámetro exterior de 26 metros y con dos carriles de 4 metros de anchura cada uno de ellos.
Además, se contempla la reposición de los servicios urbanos existentes, la plantación de árboles y arbustos, y la colocación de nuevo mobiliario urbano (bancos de fundición, papeleras y luminarias).
Para llevar a cabo esta actuación sería preciso reubicar un centro de transformación de E.ON y expropiar unos terrenos particulares.
La inversión en las obras sería de 900.000 euros, a los que habría que sumar el pago de las expropiaciones, valorado en torno a 250.000 euros, así como el coste de la reubicación del centro de transformación.
De la Serna indicó que se trata de una actuación importante para seguir mejorando las vías principales de la ciudad, que se llevaría a cabo independientemente del proyecto previsto de construir un túnel desde las Estaciones, que tendría salida en la Bajada de Polio.