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Cantabria necesita un cambio

En un acto celebrado en el Teatro Concha Espina de la capital del Besaya, Ignacio Diego esbozó ante Mariano Rajoy y el resto de asistentes los motivos por los que Cantabria necesita un cambio, que tendrá lugar el próximo 22 de mayo. Además de la intervención del candidato del Partido Popular a la Presidencia de Cantabria podéis ver un vídeo resumen del acto, en el que también intervinieron el propio Mariano Rajoy y el portavoz municipal del PP en Torrelavega, Ildefonso Calderón.

INTERVENCIÓN DE IGNACIO DIEGO

Amigas y amigos del Partido Popular, Amigas y amigos de esta hospitalaria ciudad de Torrelavega, donde siempre me encuentro como en mi propia casa:

Hoy es 11 de marzo, hoy hace 7 años 192 personas fueron asesinadas en Madrid. Ellos y todas las víctimas del terrorismo nunca deben de ser olvidadas. Nuestro más emocionado recuerdo para ellos, para sus familias que siguen siendo víctimas todos los días, y para toda España, que aquel día perdió mucho, mucho. Os pido a todos unos segundos de silencio.

Hoy es un día importante para todos los miembros del Partido Popular de Cantabria porque está con nosotros una vez más nuestro Presidente y pronto presidente de todos los españoles, Mariano Rajoy.

Considero que es oportuno recordar cómo hace cuatro años, en condiciones muy complicadas, mantuvimos nuestras posiciones regionales, mejoramos nuestra mayoría en Santander y recobramos la segunda posición en Torrelavega.

La renovación dio ya entonces sus primeros frutos, muy positivos. Pero ahora viene la cosecha de verdad, la grande. Ahora gobernaremos Cantabria, aumentaremos nuestro voto en la capital y gobernaremos también en Torrelavega. Y esto será muy importante, porque dentro de un año, Mariano Rajoy gobernará España y entonces estaremos todos trabajando en una misma línea de recuperación económica y de creación de puestos de trabajo.

Lo sabe toda España: Mariano será el próximo Presidente, porque España anhela el cambio, está harta de de aprendices de brujo y de bandazos políticos que dañan a millones de familias de nuestro país.

Hoy es un día importante para todos los cántabros y es necesario que todos nosotros estemos a la altura. Porque también Cantabria quiere el cambio, porque el cambio es necesario. Una región con 47.000 parados tiene que reaccionar y elegir otro camino, tiene que apartar su mirada del horizonte negro de la falta de oportunidades, el estancamiento de los negocios y la pérdida de puestos de trabajo.

Hoy es un día importante para todos porque hoy comienza el cambio imparable en Cantabria. Se acerca ya una nueva primavera para nuestra tierra y vamos a jubilar la tristeza y la resignación que paralizan las energías de Cantabria.

Vamos a devolver la ilusión a los cántabros que han perdido la confianza en un desgobierno que sólo gestiona bien la propaganda y los shows de televisión.

Vamos a devolver la eficacia al diccionario del gobierno de Cantabria, que será más austero pero más fuerte.

Soy consciente de que el escepticismo ha invadido el ánimo de muchos de nuestros conciudadanos.

Por eso, a todos ellos, y a vosotros, os digo que el próximo mes de mayo la ola del cambio que se acerca a España va a romper primero en las playas de Cantabria para extenderse imparable por toda España. y llevar a Mariano Rajoy a la Moncloa.

Es verdad que son muchos los cántabros que están deseando el cambio pero no lo ven posible porque llevan años escuchando que en Cantabria es imposible obtener la mayoría absoluta.

Pues bien, a todos ellos les digo que sí es posible. Que Cantabria está deseando que gobierne el partido que gana las elecciones y no las alianzas de los partidos que las pierden.

A todos les digo que en Cantabria siempre ha gobernado una mayoría absoluta. En los últimos años hemos padecido la mayoría absoluta de los partidos que perdieron las elecciones. Ahora tenemos la oportunidad de que gobierne la mayoría absoluta del partido que gana las elecciones con el apoyo masivo de los cántabros.

Tenemos en nuestras manos la posibilidad de lograr un cambio que ya no es sólo algo necesario sino una verdadera urgencia social.

Porque los casi 50.000 cántabros que no tienen trabajo no pueden esperar.

Porque resolver la deuda de 1.000 millones de Cantabria no puede esperar.

Porque recuperar los 400 millones que Zapatero debe a Cantabria no puede esperar.

En el Partido Popular no tenemos la panacea para arreglar todos los problemas pero sí tenemos las cosas claras, los equipos preparados y la voluntad política para empezar desde el primer día de nuestro gobierno a poner soluciones eficaces.

Soluciones eficaces para conseguir tres cosas: crear empleo, reordenar la Autonomía y recuperar el dinero que el Estado nos debe.

Son tres cosas muy necesarias, porque son soluciones a los tres principales problemas de Cantabria: el paro, el desgobierno regional y el hundimiento de la inversión del Estado en Cantabria.
Soluciones Eficaces para cambiar el PARO por la creación de EMPLEO. Hay que volver a la creación de empleo cuanto antes. Y no hay otro camino que no sea fomentar una inversión empresarial muy fuerte. Tenemos que ser el paraíso de los emprendedores y de los inversores y para ello hay que fijar reglas claras y estables. Hay que garantizar la seguridad jurídica.

Cantabria necesita soluciones eficaces para cambiar el despilfarro por austeridad. Es urgente aplicar un plan de austeridad que conlleve la reducción de altos cargos de empresas públicas improductivas y todos los gastos innecesarios que estas conllevan. Es necesario acabar con el reparto de prebendas en el que se basa esta coalición codiciosa.

Es imprescindible y urgente dotar a Cantabria de planificación territorial, energética, dotar a Cantabria de una reforma fiscal que deje más recursos en manos de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, y con ello estimular la economía.

Y son necesarias soluciones eficaces para recuperar las inversiones del Estado que necesitamos. La inversión del Estado en Cantabria se ha hundido en la más profunda sima y sólo hay un método para reactivar todas esas inversiones. Que haya en Cantabria un presidente que no le deba su cargo a Zapatero, ni su imagen al marido de la ministra Chacón.

Un presidente que sea libre y se deba solamente a su pueblo, a los cántabros y yo seré ese presidente libre y sólo daré cuentas al pueblo, no a Chacón, ni a Blanco, ni a Zapatero.

Mariano, pronto vas a ser presidente de España. Tú conoces bien los problemas y carencias de Cantabria. Nos hemos hablado en muchas ocasiones . Cuando tomes posesión y nombres gobierno os exigiré lo que los cántabros consideramos mínimo innegociable para Cantabria: TERMINAR LO QUE SE EMPEZÓ Y PAGAR LO QUE SE DEBE.

Tú y yo sabemos también que habrá tiempo para hablar de nuevos proyectos, cuando España gracias a tu gobierno resucite económicamente y vuelva a la creación de empleo.

Entonces, cuando vuelva a haber dinero en la caja de todos, te recordaré cuáles son otras justas expectativas que los cántabros tenemos concebidas.

Pero hoy ya lo digo alto y claro, no vamos a consentir que nadie trate a Cantabria como hoy lo hace Zapatero, como una región de tercera. No vamos a admitir una lluvia de millones y prebendas al País Vasco, mientras aquí se oxida la maquinaria porque no se terminan las obras que se empezaron.

Querido Mariano, el Estado tiene que cumplir unos mínimos de lealtad institucional con nuestra tierruca. Tiene que cumplir lo prometido: garantizar el pago íntegro de Valdecilla y darle a Cantabria los 200 M€ de Fondos de Cohesión Europeos tantas veces prometidos.

Y no podemos consentir que el viaje en tren a Madrid se convierta en un transporte combinado: un rato en tren, un rato andando por la vía, otro rato en autobús, para después volver al tren.

Cómo vamos a creer a Zapatero que nos vaya a hacer la Alta Velocidad si no funciona ni la Velocidad Normal??

En cuanto a los ferrocarriles, Cantabria exige igualdad de trato que el resto de las Comunidades Autónomas del norte de España.

Mi querido Mariano, no podemos ni vamos a renunciar a terminar lo empezado de manera inmediata: la Autovía Solares-Torrelavega, la Autovía Aguilar-Burgos, el enlace de La Marga a la Albericia, la Ronda de la Bahía de Santander.
Esto son cuestiones en las que el Estado tiene que cumplir con Cantabria .

Zapatero lo ha parado todo, no ha cumplido en nada y Cantabria confía en ti. Tú devolverás a Cantabria al mapa de España de las inversiones del Estado, del que Zapatero y Revilla la han borrado.

El próximo 22 de mayo nos encontraremos todos en un cruce de caminos, en una encrucijada.

Ese día todos los cántabros, de izquierdas y derechas, jóvenes y adultos, obreros y empresarios, médicos y pacientes, estudiantes y profesores, padres e hijos, deberemos reflexionar sobre qué camino elegir.

La grandeza de la democracia es que nadie puede decidir por vosotros, nadie os puede obligar a tomar un rumbo u otro. Ese día clave, todos los cántabros estamos llamados a decidir qué senda tomamos.

No se trata de elegir un candidato, ni siquiera las siglas de un partido, sino una elección mucho más simple y también más importante. Se trata de elegir una dirección, un rumbo, en ese cruce de caminos.

No es una elección complicada porque no está llena de opciones. Es una elección sencilla, una elección entre dos vías.

Ese día, reflexionando en ese cruce de caminos, deberemos decidir, porque tenemos el derecho a decidir, un derecho que en si mismo es una gran conquista de nuestra sociedad.

Celebraremos, pues, que somos nosotros, los ciudadanos, sin importar su riqueza, ni su condición, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, quienes decidiremos el camino por el que queremos avanzar.

Uno de los caminos es conocido, llevamos transitándole ocho largos años y hasta aquí nos ha llevado.

Un camino que ha consumido nuestras energías, ha defraudado nuestros anhelos, ha supuesto muchos sacrificios y la recompensa ha sido ninguna.

Llevamos ochos años transitando una senda que nos ha hecho más pobres. Una senda que ha conducido a la desmoralización social y a la falta de expectativas.

Hemos dilapidado los recursos. La mayoría es hoy más pobre. La mayoría está hoy más preocupada por su futuro y el de sus hijos. La mayoría ha visto cómo se cerraban empresas, y como muchos perdían su trabajo. Muchos incluso lo han vivido en sus propias carnes.

Mirad, un gobierno que congela las pensiones a los jubilados, que baja el sueldo a los funcionarios, que incrementa el número de parados en un 250% y que a todos ellos les sube los impuestos de manera brutal y desconsiderada, es un gobierno que empobrece una región, que empobrece una nación. Es un gobierno que pide a los ciudadanos que le cambien.

Pero algo está ocurriendo y mi mensaje es muy sencillo: nadie nos obliga a seguir por el camino equivocado, nadie nos obliga a dejar nuestro futuro en manos de quienes nos han guiado estos años por el camino equivocado. El camino que lleva a la injusticia, el camino que lleva a la pobreza, el camino que nos lleva al aislamiento, el camino que nos deja sin futuro.

Hoy no os pido el voto hoy os pido algo mucho más sencillo, os pido una reflexión. ¿Vamos por el camino correcto?, ¿Es este el camino que debemos seguir transitando?

Y también os pido un acto de fé, y no es de fé en un líder, ni de fé en un partido, es un acto de fé hacia vosotros mismos, un acto de fé hacia el poder que reside en cada uno de vosotros, porque debéis creer, porque es así de cierto, que el camino lo decidís vosotros y quedan pocos días para llegar por fín a esa encrucijada, en la que habréis de tomar una decisión trascendental.

Llevamos demasiado tiempo hablando de todo lo que está mal y de todo lo que ha ido a peor, que es casi todo.

Hoy lo importante no es eso, hoy lo importante es saber que el destino lo escribimos nosotros, y lo escribimos entre todos.

Llega el momento de decidir y creo firmemente que las cosas están cambiando.

Hemos tropezado dos veces en la misma piedra, por lo visto es propio a la condición humana, pero nadie nos obliga a tropezar una tercera vez.

Yo os pregunto si no pensáis que ha llegado la hora del cambio. Yo os pregunto si no creéis que ha llegado la hora de mandar a algunos a su casa, de decirles, lleváis demasiado tiempo, ya sois parte del pasado y vuestras recetas son viejas, son malas, no sirven y nos han traído hasta la desmoralización y el empobrecimiento, una vez más.

Debemos decirles con rotundidad que su tiempo ya paso, que han tenido mucho tiempo y han perdido demasiadas oportunidades.

Ya no les creemos en nada, porque nos han engañado en todo.

Cualquier cambio suscita incertidumbre, ¿pero acaso no es mejor buscar nuevas soluciones que perseverar en el error?

Yo os pido que el próximo 22 de mayo os detengáis unos minutos a pensar con la cabeza, y también con el corazón, si es un acierto seguir por el mismo camino, o si debemos cambiar el rumbo y los tripulantes que nos han traído hasta este solar.

Haced las siguientes preguntas: ¿Estamos contentos con la situación?, ¿estamos hoy mejor que ayer?, ¿tenemos más oportunidades?, ¿somos más prósperos?, ¿nuestros hijos tienen mejores expectativas?.

Nosotros no somos perfectos, pero queremos demostrar que somos mejores, lo hicimos una vez y lo demostraremos de nuevo.

No deis tregua a la resignación. Miente quien dice que todos somos iguales, miente quien dice que da lo mismo que gobiernen unos que otros. No es verdad y la historia está plagada de ejemplos.

Pero lo bueno, lo que me hace ser optimista como nunca antes, es que tengo la certeza de que algo está ocurriendo, de que el cambio esta vez es posible y que es posible porque se percibe como una necesidad urgente.

Porque ese cambio no lo anhelan unos pocos, sino el conjunto de la sociedad. Lo anhelan los empresarios, pero también los trabajadores, que se preguntan por su futuro.

Lo anhelan los mayores, que temen perder su nivel asistencial, pero lo anhelan los jóvenes que ven un futuro lleno de incertidumbres y obstáculos.

Lo anhelan los médicos, los profesores, los empleados públicos, que ven como se deterioran sus condiciones laborales y sus expectativas profesionales, pero también lo anhelan los enfermos, que desesperan en largas esperas, y los alumnos y los ciudadanos que ven como se deterioran los servicios públicos.

Pero esto va a cambiar muy pronto si queremos que así sea.

Cuando una marea de cambio se pone en marcha no hay diques que la contengan, cuando las gentes superan la resignación y la complacencia, y ponen en marcha la acción para cambiar las cosas, no hay fuerza que consiga pararlo.

Yo sé, como sabéis vosotros, que antes de lo que pensamos habrá un cambio en Cantabria y en España. Un cambio imprescindible y extremadamente urgente.

Un cambio que quiere todo el mundo, incluso quienes ideológicamente no están cerca de nosotros.

Así va a ser, sin ninguna duda, porque hace falta tomar ese otro camino de la encrucijada, el de la unidad, el del progreso, el del sentido común, el del criterio; y así abandonar este triste camino del paro, de la pobreza, del dislate, del disparate y de la crispación.

Ese cambio se va a llevar por delante a quienes sólo se ocupan de si mismos y de su ego, mientras abandonan a los ciudadanos a su suerte, mientras esquilman sus recursos y les empobrecen.

La marea del cambio va a llevarse por delante a quienes son el pasado y cercenan el futuro de nuestros hijos.

Que nadie os engañe, sólo hay dos caminos en la encrucijada del domingo de Mayo, el camino que nos ha traído hasta aquí, hasta la Cantabria de los 47.000 parados, la Cantabria abandonada por el Estado, la Cantabria que ve como queda de nuevo aislada, la Cantabria sin futuro, la Cantabria de los privilegios para unos pocos, la Cantabria sin oportunidades..

O el otro camino, el camino de una Cantabria próspera, austera, seria y rigurosa, donde se trabaja parta crear riqueza, donde se trabaja para crear empleo y donde nadie se queda abandonado a su suerte.

Sólo hay dos caminos en la encrucijada del 22 de mayo, uno hacia el pasado y otro hacia el futuro. Uno para seguir languideciendo y otro para anticipar el gran cambio que llegará en España de la mano de Mariano Rajoy y el Partido Popular.

Sólo hay dos caminos, el camino viejo de las viejas ideas, de los que llevan toda la vida enquistados en la vida política con el único afán de vivir en el privilegio, o el camino del cambio, de la regeneración política, de la juventud y del progreso, que es el cambio que representa el Partido Popular.

Esta vez podemos y porque sabemos que es posible, lo vamos a lograr.

 

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