Partido Popular en Cantabria

La conmemoración del día 8 de marzo debe ser una fecha simbólica de reivindicación y al mismo tiempo de reflexión , un día propicio para mostrar la voluntad de sentar las bases reales que permitan que la igualdad plena de la mujer sea un hecho, y no sólo una aspiración que se quede en mera declaración de buenas intenciones.

Sin duda, la celebración del Día Internacional de la Mujer es un día también para reconocer y valorar el trabajo realizado, a lo largo de la historia, por muchas mujeres que han luchado por alcanzar mayores cotas de igualdad en distintos ámbitos de la vida social, económica y política. Labor admirable y valiente que ha sido una de las razones fundamentales para que la sociedad en su conjunto esté concienciada, cada día más, de la necesidad de seguir aunando esfuerzos para eliminar los desequilibrios que aún persisten entre hombres y mujeres.

Y aunque hoy la sociedad no puede concebirse sin unos parámetros de equidad , alcanzar la igualdad plena es un reto que, si bien compartido por la mayor parte de las personas con responsabilidades en el ámbito de la gestión pública, no está exento de múltiples dificultades para su consecución - de hecho a lo largo de las dos últimas décadas es una realidad contrastable que se han aprobado distintas normativas desde diferentes gobiernos de distinto signo político y todas han estado encaminadas a aumentar los niveles de igualdad -.

Sin duda la grave crisis económica por la que atraviesa nuestro País, está contribuyendo a hacer más visible que en el día a día aún no exista un reconocimiento real de los derechos de las mujeres, de hecho las estadísticas oficiales así lo confirman y dejan patente que existe una situación laboral con déficit igualitario que se plasma en los desequilibrios salariales para puestos de trabajo con igual formación y responsabilidad; el trabajo a tiempo parcial; los permisos de maternidad y/o las excedencias por cuidado de hijos o personas mayores que son, de común, asumidos por las mujeres, colocándolas en una situación desfavorable para competir en igualdad de condiciones con el hombre.

En el Partido Popular creemos en la plena igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Igualdad a la hora de percibir el mismo salario; igualdad para acceder a los puestos directivos o de máxima responsabilidad conforme a los principios de mérito, capacidad e igualdad de oportunidades, tanto en el sector público como en el privado; igualdad, en definitiva, en todos los ámbitos. Pero sobre todo estamos convencidos que de impulsar una política de igualdad fundamental, esa es y debe ser la igualdad en el acceso al mercado laboral , porque el empleo proporciona independencia y la independencia conduce a una situación de equilibrio de oportunidades y de derechos entre la mujer y el hombre.

No creemos sin embargo que hayan sido eficaces las políticas puestas en marcha por el Gobierno en cuanto a la generación de empleo para la mujer, ya que en Cantabria pierden al día su empleo 30 mujeres ; como tampoco creemos que haya sido una prioridad para el Gobierno de Cantabria elaborar una normativa autonómica para avanzar, desde comienzos de la actual legislatura, en la consecución de los importantes retos aun pendientes de alcanzar en materia de igualdad entre hombres y mujeres; de hecho la aprobación de una Ley de Igualdad adaptada a la realidad de Cantabria fue uno de los compromisos prioritarios anunciados por la Sra. Dolores Gorostiaga en octubre del año 2007, cuando compareció en el Parlamento para exponer su programa de gobierno.

Siendo sorprendente y sospechoso, no obstante, que contra de todo pronóstico, se haya demorado por el Consejo de Gobierno de Cantabria el dar luz verde al anteproyecto de ley de igualdad efectiva entre hombres y mujeres y éste se haya tramitado, casualmente, 20 días antes de concluir la actividad parlamentaria con el inmediato horizonte de la cita electoral del próximo 22 de mayo, no lo es en menor medida que una normativa sin duda importante como es una Ley de Igualdad de ámbito regional, se pretenda aprobar, como ha anunciado la Sra. Gorostiaga, por la vía de urgencia.

Tampoco causan sorpresa alguna los continuos anuncios de carácter propagandístico proclamados por un gobierno que, contrariamente a lo esperado, ha sido capaz de recortar las ayudas a las madres, recorte que ha acabado afectando al 75% de las beneficiarias; un gobierno que ha impuesto por decreto la no celebración en este año 2011 de la convocatoria de oposiciones al cuerpo de maestros, colectivo docente en el que es mucho mayor el porcentaje de mujeres que de hombres que optan y obtienen plaza - una proporción estimada de 10 a 1 a favor de las mujeres en la en el último concurso- oposición del año 2009 - ; un gobierno que ni siquiera ha sido capaz de hacer realidad en 8 años una de las principales señas de identidad postuladas por el Partido Socialista en materia de igualdad: la representación equilibrada del número de hombres y mujeres en el Consejo de Gobierno de Cantabria.

Si, realmente, la verdadera intención del gobierno es la aprobación en el Parlamento de Cantabria de la Ley de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres en plena contienda electoral, una vez más se hará patente la ausencia de principios y de recursos de un Gobierno que ha adoptado el oportunismo político como rasgo definitorio y que no tiene escrúpulos en instrumentalizar los derechos de la mujer con el único objetivo de obtener réditos electorales.

Muchos ciudadanos se plantearán, sin atisbo de duda, la misma pregunta que sirve de introducción a estas reflexiones. ¿Qué se esconde en la trastienda de esta iniciativa del Gobierno: una noble e incontaminada intención o el más artero y reprobable oportunismo político?. La respuesta parece obvia.