TEXTO DE LA RUEDA DE PRENSA:
Hemos convocado esta rueda de prensa para hacer una valoración sobre el Debate de Orientación Política del Gobierno, celebrado los pasados lunes y martes en el Parlamento de Cantabria.
Lo primero que quiero decir es que en este debate, coloquialmente conocido como debate del estado de la región, fue, precisamente, en las intervenciones del Presidente, Cantabria la gran ausente.
Tanto Miguel Ángel Revilla como los grupos que apoyan al Gobierno tenían la ocasión de hacer balance de estos siete años de pacto de socialistas y regionalistas, pero el balance es tan desolador que nos hablaron de cosas tan peregrinas como el Prestige, la crisis financiera o la Canciller Merkel o la derecha planetaria, pero nada de lo que debía tratarse, que es de los proyectos fracasados, del abandono de Cantabria por parte del Estado, o de la política económica antisocial del Gobierno.
Y sobre todo, en ningún momento, habló de los proyectos de futuro para nuestra tierra.
El discurso matinal de Revilla fue largo, tedioso y lleno de vaguedades y sin referencia alguna a los asuntos fundamentales de la política regional, como son la paralización del Ave, la ausencia de financiación de Valdecilla y el convenio que nunca se firma con el Estado, los 200 millones de Fondos de Cohesión que prometió Teresa de la Vega y que nadie reclama, la ausencia de convenio para el Campus Comillas, ó la autovía Dos Mares.
El propio debate y los contenidos de las intervenciones del Gobierno son la muestra palmaria del enorme fracaso de estos años de Gobierno socialista de Revilla.
Ni uno sólo, -y recalco que ni uno sólo-, de los grandes proyectos estrella de Revilla, es hoy una realidad. La primera legislatura se saldó sin realidades, pero con promesas. Ahora, cuando finaliza la segunda legislatura, seguimos sin nada y pretenden que los cántabros se crean promesas de futuro que siguen siendo humo, como siempre advertimos.
Por eso se centraron en hablarnos de la crisis en términos generales, pues buscan una disculpa ante el fracaso; pero los ciudadanos saben que la crisis lleva dos años, y, sin embargo, esos proyectos estrella, así como las grandes carencias de nuestra región no han sido capaces de solucionarlas en casi una década de Gobierno.
Quieren centrar su mensaje en que estamos muy bien, que los más de 40.000 parados son pocos, porque hay regiones como Andalucía o Extremadura donde el paro está mucho peor, y que saldremos mejor de la crisis, aunque no saben ni cómo, ni cuando, ni por qué, ni gracias a qué iniciativas del Gobierno.
Yo me pregunto. ¿Cuando salgamos de la crisis estaremos mejor que el resto de España?, ¿Tendremos alta velocidad?: Nosotros no, Galicia, Asturias y el País Vasco, sí. ¿Tendremos buenas infraestructuras industriales?: No, ¿Tendremos un puerto competitivo?, Bilbao y Gijón, sí, y además con buenas infraestructuras ferroviarias y alta velocidad, y una inversión del estado enorme; nosotros nada de esas cosas.
¿Tendremos una sanidad mejor?, No, de hecho la sanidad de Cantabria pasa por un momento de muchas dificultades y deficiencias, a pesar del esfuerzo de los magníficos profesionales. ¿Tendremos producción energética? No, no habrá ni un solo watio de energía eólica por la torpeza del Gobierno y sus proyectos megalómanos.
¿Tendremos una buena oferta de vivienda de protección oficial?, Nada de nada, han fracasado con los pesires, la Remonta, con la planificación urbanística, etc. etc.
Con semejante fracaso, que estamos pagando entre todos, no es de extrañar que Revilla hablase más de dos horas sin decir más que vaguedades y chascarrillos sobre la crisis.
Fue tan lamentable que el propio Revilla cerró su intervención diciendo que "para esta tarde tengo preparado lo mejor".
Y a lo que él llamó "lo mejor", no eran anuncios sobre propuestas para Cantabria, lo que él llama "lo mejor" fue hablar de si mismo, que es el tema que de verdad le preocupa, y atacar al líder de la oposición. Pueden comprobarlo en el diario de sesiones.
Todo esto demuestra que este Gobierno ha sido y es un gran apaño, en el que cada uno ha negociado lo suyo, y donde la gran perdedora, la gran olvidada, ha sido Cantabria.
Es inaceptable y una demostración de por dónde ha caminado este Gobierno y cuáles han sido sus preocupaciones, que el día que se hace balance prácticamente del final de un ciclo, no se hable de una sola de las reivindicaciones de la región. Nadie del Gobierno, y el primero Revilla, habló del Ave, nadie habló de Valdecilla, nadie habló de suelo industrial nadie habló del empleo de los cántabros, nadie habló de la necesidad de políticas económicas contra la crisis, y nadie habló de la pérdida de competitividad dramática de nuestra región.
Por no hablar, ni se profundizó en la actual crisis de Gobierno, sólo una vaga referencia en la que Revilla mostró al Gobierno como una piña, como un monolito sin fisuras, olvidando la crisis política que él mismo ha provocado y que ha tenido sumergido al Gobierno en estos meses.
Porque Revilla se pasó de frenada con los socialistas, y en su amenaza de ruptura del Gobierno, Zapatero se lo recordó en La Moncloa. Le recordó que es presidente gracias al PSOE y que si rompe se le acabó el pactar con nadie y, por tanto, que se fuera despidiendo de gobernar.
Ese relato de Revilla en el debate sobre la unidad del Gobierno, cuando él mismo había amenazado una ruptura, de lo que se ha arrepentido amargamente, es la demostración de que sigue siendo rehén de su ambición y el PSOE lo sabe y lo hace valer.
Cantabria no va a tener AVE con regionalistas y socialistas, no va a tener AVE con Zapatero, y Revilla se va a conformar con alguna vaga promesa que le saque del apuro, porque si no le apoya el PSOE, si los socialistas no le dan la presidencia ¿quién se la va a dar?.
Revilla obtendrá un compromiso que en el mejor de los casos, supondrá volver a tener lo que ya teníamos hace dos meses, que es lo mismo que teníamos hace 7 años, es decir, nada.
Le amenazan las encuestas. Sabe que el Partido Popular va a obtener la mayoría absoluta, y en el remoto caso de que nos quedemos a las puertas, necesita al PSOE para cambiar el sillón por el Gobierno. Si rompe el pacto, como amenazó en un calentón, se queda en el abismo y se tiene que ir a casa.
Esa es la convincente razón que Zapatero le expuso en La Moncloa a Revilla y que éste entendió como una poderosa razón, para dar una salida a su órdago en relación con el AVE.
Revilla cambió el sillón por el vagón. Una vez más.
Ese es el transfondo del primer día de debate: Revilla hablando de Revilla e insultando al Líder de la oposición, con el que está sorprendentemente obsesionado. Socialistas y regionalistas hablando de la crisis mundial y de lo bien que está Cantabria con más de 40.000 parados y con las inversiones paralizadas, y el Partido Popular en solitario intentando centrar el debate en los temas importantes que afectan a Cantabria, que se supone que es de lo que se trata.
En el segundo día, que es cuando se presentan y votan las propuestas de resolución por las que se supone que se debe guiar la acción del Gobierno, demostró de forma evidente, que este Gobierno está más pendiente de buscar la puerta de salida, porque tiene los días contados, que de ocuparse de defender Cantabria.
Los grupos socialista y regionalista presentaron 18 propuestas de resolución, y en la situación actual, aunque parezca increíble, ni una sola trataba del AVE, ni una sola de generar empleo, ni una sola de las políticas sociales, ni una sola de restructuración del Gobierno o de política económica frente a la crisis. Las 18 trataban de temas menores, y algún brindis al sol.
El Gobierno no sólo ha fracasado, sino que sabe que su fracaso no tiene arreglo ni maquillaje posible en el tiempo que les queda, ya vendrán otros que lo arreglen, pero los problemas de Cantabria ya no van con ellos.
Nuestro partido, sin embargo, presentó 87 propuestas sobre industria, empleo, energía, sanidad, Valdecilla, el Ave, las infraestructuras, o la ganadería y en las que se pretendía un impulso de la acción de Gobierno en los temas fundamentales.
Pero sus complejos hicieron que fuesen todas ellas, sin excepción, rechazadas, porque el Gobierno se comporta como el perro del hortelano, que ni hace ni deja hacer.
Estamos ante un Gobierno provisional, dividido y desmoralizado, que ante su fracaso se comporta como si fuera oposición, y la oposición, es decir, el Partido Popular, es quien se comporta como si fuera el Gobierno, porque es lo responsable y porque tenemos la certeza de que de los asuntos pendientes, que son prácticamente todos, deberemos encargarnos dentro de muy pocos meses.
El debate escenificó de forma evidente un cambio de papeles que no hace sino anticipar un cambio que los ciudadanos de Cantabria van a provocar el próximo mayo.
Un cambio necesario, porque cuando se fracasa en el Gobierno, y se fracasa dos veces, los ciudadanos no dan terceras oportunidades, porque les va demasiado en ello.
