INTERVENCIÓN DE IGNACIO DIEGO
Lamento tener que comenzar mi intervención diciendo que en las dos horas y media de esta mañana no hemos escuchado nada que no nos hubiera repetido ya el año pasado y el anterior.
Pueden ustedes comprobarlo releyendo las intervenciones que quedan recogidas en el Diario de Sesiones.
Un repaso a lo poco hecho y lo mucho que les queda pendiente de hacer.
Una aburrida disertación con la que ha sido incapaz de ilusionar ni al más entusiasta de sus seguidores.
Dos horas y media ni una sola vez hemos escuchado la palabra reivindicación.
Una intervención que hace evidente un fin de ciclo.
Todo en la vida se rige por ciclos y su intervención denota a las claras un fin de ciclo político.
Señorías, este es el último debate de Orientación Política del Gobierno que celebraremos esta legislatura.
El año que viene, por estas mismas fechas, estaremos asistiendo a la investidura de un nuevo gobierno. Un gobierno que tendrá ante sí un enorme reto, porque a las presumibles dificultades de una crisis profunda se ha de sumar una herencia lamentable.
Hoy no hacemos balance de un año de legislatura, ni siquiera de toda una legislatura. Hoy hacemos balance de un pacto de gobierno que ha regido los destinos de Cantabria durante los últimos siete años.
Un experimento político que ha significado la instauración del poder y del programa socialista en nuestra región por primera vez en su historia.
La economía, el empleo, la industria, la sanidad y las políticas sociales, es decir, los pilares de nuestro sistema, han estado dirigidos por los socialistas gracias a un pacto en el que el PRC cedió el control de los grandes asuntos a cambio de recibir un sillón presidencial.
Este experimento político ha sido un gran error para Cantabria, y hay una palabra que define su final, la conclusión de estos años de socialismo regionalista: Fracaso.
Un fracaso sin paliativos, un fracaso rotundo, un fracaso que deja una gravísima herencia para las próximas generaciones.
No hablamos de fracasos puntuales, sino de un gran fracaso global con unos costes difíciles de cuantificar en toda su dimensión.
Siete años de políticas socialistas, amparadas firmemente por un PRC egoísta, que no ha pensado nunca en el bien de la región sino siempre en el provecho de sus dirigentes.
Este gobierno ahora apela a la crisis económica, y yo no diré que no existen dificultades, pero que nadie dude que si hoy la situación es tan preocupante, se debe en gran parte a los gravísimos errores y a la deriva de un gobierno que ha mentido hasta la saciedad, negando la realidad y actuando conforme a su propia mentira.
Una mentira sostenida para ganar las elecciones. Un engaño a los ciudadanos en toda regla.
A pesar de ello, hemos intentado alcanzar acuerdos, hemos intentado llevar cierta cordura al gobierno, hemos querido arrimar el hombro y hemos sido siempre despreciados por ustedes.
Son ustedes, pues, responsables exclusivos de su fracaso, puesto que nunca aceptaron acuerdo alguno con nuestro partido.
Yo recomiendo a los ciudadanos que hagan memoria y recuerden las promesas de los discursos de investidura, que relean las promesas de las campañas electorales o los de los planes de gobernanza.
Les garantizo que no saldrán de su asombro al comprobar hasta que punto les han mentido, y hasta que punto este gobierno ha defraudado todas las expectativas y ha incumplido la mayor parte de las promesas.
Y no culpen a la situación económica de su fracaso, porque las raíces de este fracaso nada tienen que ver con ella. Ustedes fracasaron mucho antes, por eso sus grandes proyectos hoy no son obras comenzadas pero inacabadas, no, no,.... son solo palabras que se quedaron en nada.
Hoy intentan que la crisis les sirva de coartada, pero no van a poder explicar que el AVE, por citar el fracaso más reciente, lleva paralizado desde 2004, y en esos años nuestra economía estaba, según Zapatero, en la Liga de Campeones y el Estado financiaba las obras en todas las Comunidades, porque entonces había dinero, en todas menos para Cantabria.
Ahora quizás no hay dinero, pero cuando lo hubo ¿por qué no se hizo nada?. Cuando hubo dinero ¿por qué disculparon la actuación de Zapatero?, ¿por qué nos engañaron con plazos que nunca se cumplían?.
En el colmo de la desfachatez se han atrevido a decir que Zapatero ha cumplido con Cantabria en TODO, pero yo les pido que no digan todo, me conformo con que digan una sóla cosa.
Una sóla en la que haya cumplido: ¿Valdecilla?, ¿El AVE?, ¿Los 200 millones de fondos de cohesión?, ¿El Convenio Comillas?, ¿La autovía Dos Mares?. ¿el Puerto? O La Remonta que fue la primera promesa de Zapatero cuando aún sólo era candidato.
No es que no haya cumplido en todo, la realidad es que no ha cumplido en nada. Les pido sólo un ejemplo de cumplimiento, con uno sólo me daría por satisfecho.
Su fracaso es su vergüenza, pero lo que es peor aún, su fracaso es la grave dificultad y en algunos casos la ruina de cántabros.
La disculpa de la situación económica es muy socorrida para justificar una gestión nefasta, pero su incompetencia quedó plasmada años antes de la crisis.
Ustedes han gobernado cuando España y Cantabria vivían el mejor, el mejor contexto económico que se recuerda.
Han dilapidado nuestro mejor momento, enfrascándose en una política de gastos que es insostenible, y digo bien: de gastos, que no de inversiones, por eso a estas alturas no tenemos nada, excepto un desastroso incremento de la deuda.
Maquíllenlo como quieran, pero al finalizar 2.010 Cantabria tendrá una deuda de al menos 870 millones de euros, es decir, casi 150.000 millones de pesetas, que es 4 veces la que tenía en 2002.
Y no nos hemos endeudado para ganar el futuro, nos hemos endeudado para nada.
Ahora quieren que esa factura la paguen los ciudadanos, y especialmente aquellos que tienen menos recursos.
Suben los impuestos, recortan prestaciones, congelan pensiones, disminuyen salarios, y de ahí es de donde sale el dinero para pagar el derroche, las ocurrencias, la administración engrosada por la puerta de atrás, los viajes, y los proyectos estrella que se han estrellado por el camino.
Si al menos esas facturas que hay que pagar fuesen inversiones de futuro, cosas tangibles, infraestructuras...pero de eso hay muy poco, de lo que hay mucho es de viajes, de propaganda, de subvenciones utilizadas como caladero de votos, de empresas públicas que son chiringuitos para colocar a los amigos.
Y voy más allá. No sólo hemos soportado una política de despilfarro y endeudamiento. Hemos tenido que soportar con el dinero de los cántabros la ausencia de compromisos del gobierno socialista de Zapatero.
Hemos pagado una infraestructura esencial, como es la Autovía del Agua, con dinero de los cántabros, porque el gobierno Zapatero nunca ingresó los 200 millones de euros que se comprometió a aportar de Fondos de Cohesión, y este gobierno, en vez de exigirlos, falseó la realidad para tapar la actitud de Zapatero.
Estamos pagando con dinero de todos los cántabros, las obras del nuevo Valdecilla, que es un proyecto de Estado, y su gobierno ha sido incapaz de firmar el convenio de financiación con el Estado.
Gracias a eso hoy la Sanidad de Cantabria sufre un deterioro enorme, denunciado desde todos los sectores. No se renuevan equipos esenciales, se cierran quirófanos, plantas, se cierran incluso hospitales, se reduce el número de profesionales y la situación es insostenible.
Los profesionales de la sanidad lo denuncian todos los días y sino fuese gracias a su esfuerzo y a su compromiso, el sistema sanitario estaría en coma.
Ustedes que falsamente se postulan como paladines del estado de bienestar, lo están liquidando hasta en lo más básico, en lo más elemental, como es la salud de los ciudadanos.
Hemos visto a miles de cántabros perder su empleo, a decenas de empresas cerrar o restringir su actividad, mientras pagábamos errores gigantescos, como GFB, la fábrica de fibroyeso, que nunca llegó a abrirse, y en la que hemos enterrado más de 45 millones de euros de los cántabros.
Hoy Cantabria tiene 44.000 personas en paro, una cifra desconocida en la serie histórica, y por ser incapaces, lo han sido hasta para poner en marcha su propio plan de empleo, al que se comprometieron en la concertación. Algo por lo que han recibido las criticas de las organizaciones sindicales. 44.000 personas en paro en una región como Cantabria es inadmisible.
¿Recuerdan cuando Ángel Duque, entonces líder de la oposición decía que 20.000 parados en Cantabria era insostenible?. Hoy tenemos mucho más del doble.
¿Son ustedes conscientes de un dato que es escalofriante? ¿se dan cuenta de que sólo hace 3 años, junio de 2.007, eran 19.381 parados? Que hemos pasado en 3 años de 19.381, a 44.000. Que son ustedes responsables de 25.000 dramas humanos causados por su indolencia y su incapacidad.
Pero ustedes de esto le echan la culpa a la economía mundial.
¿Y el suelo industrial? ¿dónde hay suelo industrial? Ahora casi no hay empresas que asuman inversiones, pero cuando las había y eran muchas ¿por qué fueron incapaces de poner suelo industrial a su disposición para que se implantasen. ¿por qué?
En política industrial se han hundido ustedes en fracasos como el polígono de Tanos-Viérnoles, después de siete años aún sin acabar, fracasos como GFB, el ecoparque Besaya, o fracasos como las grandes áreas industriales proyectadas, Villaescusa- Piélagos, La Pasiega, Castro Urdiales, Buelna, Campoo-Los Valles y Val de San Vicente, que hoy están igual que hace 7 años, en papel, nada.
Ahora buscan desesperados un cambio de modelo, pero el cambio que ustedes han propiciado, ha sido que se hayan cerrado la mitad de explotaciones ganaderas.
En 2.004 entregaban leche 3.383 ganaderos y hoy no llegan a 1.700. Ganaderos que, en muchos casos, se buscaron la vida en la construcción y hoy ni tienen explotación ganadera ni trabajo.
Ya en 2.004 se comprometieron a traer al Parlamento una Ley de Montes y una vez más ustedes han incumplido. Con una nefasta gestión están generando en miles de cántabros enorme incertidumbre y desazón; y actúan desde la prepotencia desoyendo y despreciando sus reivindicaciones.
Otro tanto puede decirse de su actitud en relación con los deslindes en nuestra costa, respecto a los cuales ustedes no quieren tomar conocimiento ni posición al respecto, dejando una vez más, sin amparo a los miles de afectados que reclaman el apoyo de su gobierno regional. Sepan, que no solo afectan a particulares, que es una amenaza hoy para el futuro de cientos de empresas.
No puedo por menos que referirme a otro colectivo de familias cántabras a los que, desde hace demasiado tiempo, tienen sumidos en la incertidumbre y en la desesperanza. Me refiero a los afectados por los derribos de sus hogares.
Demasiado tiempo perdido, demasiada inacción, poca voluntad y falta de decisión a la hora de abordar un sangrante problema que afecta al hogar de cientos de familias y que, de no ser responsablemente abordado, puede causar muchos dramas personales y un gravísimo quebranto a las ya muy debilitadas, cuentas públicas.
¿Les parece un éxito su política de vivienda o de infraestructuras?.
Pues les recuerdo que han sido incapaces de construir ni la cuarta parte de las viviendas de protección oficial a las que se comprometieron.
¿Les recuerdo sus promesas en carreteras y que, tras siete años, las cuatro obras más grandes las han tenido, o aún las tienen paralizadas, después de enterrar un montón de millones? Esta mañana ha sido aquí reconocido.
¿Quizás están orgullosos del cumplimiento de sus promesas en el plan de puertos deportivos?
¿Les recuerdo, que prometieron cuatro campos de golf y que han sido incapaces de construir ni un solo hoyo?
Deben ustedes explicar a los cántabros por qué Cantur da pérdidas multimillonarias.
¿Y porqué han duplicado el número de trabajadores en siete años?.
Han privatizado de forma oscura el Soplao que por cierto, está dando excelentes beneficios al empresario privado. Esa es su política, colocar a sus amigos y a sus afiliados, mientras el resto va camino de la oficina de empleo.
Una práctica de nepotismo inaceptable que se complementa con otras, como los alquileres de locales a cargos del PRC, por los que pagamos mucho dinero sin que se trate ni de locales adecuados, ni de adjudicaciones con la debida transparencia. Hablo de Perojo, hablo de Lagunilla.
Cuéntenle a esos parados, cuéntenle a esos profesionales de la sanidad, a los que no renuevan sus equipos y les bajan el sueldo, o a esos jóvenes que tienen que marchar de Cantabria a buscar una oportunidad laboral. Cuéntenles las cantidades de dinero de los ciudadanos que han dilapidado.
Por si fuera poco, al mismo tiempo evitan un gran pacto educativo, se niegan a abordar la necesaria modernización de la Formación Profesional, se niegan a investir de autoridad al profesorado y hasta les bajan el salario.
¿Así pretenden sentar las bases de nuestro futuro?
Tenemos comprometida nuestra competitividad porque ustedes han sido incapaces de exigir al Estado, cuando había dinero para todo, que cumpliese su compromiso en las grandes infraestructuras de Cantabria.
No tenemos y no tendremos mientras gobierne Zapatero, Alta Velocidad con la Meseta, sólo sabemos que seremos de nuevo los últimos en tenerla o los únicos en no tenerla. Ni tendremos autovía Dos Mares, ni AVE a Bilbao, ni se acaba la autovía Aguilar-Burgos.
Prometieron una solución definitiva al problema de la energía.
Iban a hacer tres centrales de ciclo combinado: hoy no hay ninguna.
Aprobamos un plan energético regional, con la previsión de instalar 300 megavatios de energía eólica. ¿Cuántos de ese plan habrá instalados después de ocho años de su gobierno?: Pues ninguno. Cero.
Porque se han enredado en un concurso desproporcionado, lleno de despropósitos y ambientalmente insostenible que ahora a toda prisa han resuelto con incertidumbre jurídica y económica.
Lo cierto es que el próximo año, cuando ustedes se vayan del gobierno, no habrá, ni 1400, ni 300, ni un solo megavatio instalado y por supuesto, ni un solo puesto de trabajo asociados a esos MW.
Si hubiesen respetado lo aprobado en este Parlamento en vez de enredarse, de nuevo, en megalomanías, hoy podríamos presumir de tener 300 megavatios en potencia instalada en energías renovables. Como ven, otro enorme fracaso a su saldo.
Han fracasado por incapacidad, y también por soberbia. Este grupo Popular les han tendido la mano, ha propuesto acuerdos, ha formulado consensos y ha intentado reorientar la dirección del gobierno, pero ustedes han sido incapaces de reconocer sus errores.
Les hemos brindado apoyo para reclamar a Madrid los compromisos, pero han preferido llevar anchoas y tapar las mentiras.
Les hemos brindado apoyo para aprobar unos presupuestos austeros, realistas, con prioridades claras contra la crisis, pero han preferido seguir empecinados en sus errores.
Mucho antes de que estallara la crisis, el Partido Popular les dijo que su política era insostenible. Les dijo que una Comunidad como la nuestra, tiene que hacer de la AUSTERIDAD PÚBLICA su norte y su guía.
Les dijimos que nuestra comunidad no podía sostener una administración desproporcionada como la que ustedes han creado.
Les dijimos que eran muchos altos cargos, les recordamos para su vergüenza que han multiplicado por once, nada menos que por once el coste de salarios en las empresas públicas.
Frente a esto, nuestro modelo es: austeridad, reducción de la administración, concentración de departamentos y reducción de altos cargos y, sobre todo, reducción exhaustiva del sector público empresarial.
En definitiva, hacer al servicio de los cántabros una administración proporcionada y eficiente.
El suyo es mantener sus privilegios y exprimir a los ciudadanos para sostener el gigantesco entramado: Más impuestos, menos prestaciones, menos derechos sociales, más deuda y más déficit.
Que paguen los más débiles, los que menos tienen o los que más necesitan el apoyo público. Ese es su modelo.
Son ustedes responsables de una quiebra histórica del estado del bienestar.
Nosotros les dijimos que Cantabria necesita garantizarse una política de inversiones del estado en infraestructuras esenciales para nuestra competitividad.
Incluso en este Parlamento alcanzamos acuerdos unánimes que debían garantizar esas inversiones y sus plazos, pero ustedes prefirieron ocultar los incumplimientos del Estado y se conformaron con la palabra de Zapatero. Hoy, tras siete años, no tenemos nada. Nada
Y hoy, tras siete años de gobierno socialista y regionalista, en este que es el último debate de orientación política de su gobierno, les decimos que la palabra que mejor define su periodo al frente de Cantabria es FRACASO.
Fracaso, promesas incumplidas, proyectos estrellados y cuentas insostenibles, es el balance de sus años de gobierno.
Fracaso en la política de relaciones con el Estado que ha engañado a Cantabria y ustedes han sido cómplices del engaño.
Fracaso en una región que hoy tiene las mismas infraestructuras que hace siete años y que mira con preocupación su futuro, porque los demás si han hecho las cosas mejor.
Fracaso porque hemos perdido mucho tiempo y mucho dinero en mantener un gobierno descoordinado, donde cada consejero hace de su capa un sayo, y donde ha faltado liderazgo.
Fracaso porque ha crecido, y de qué manera, el paro de nuestros trabajadores y la falta de expectativas de nuestros jóvenes.
Fracaso porque ha crecido, y de qué manera, la inseguridad jurídica, la opacidad y la incompetencia.
Hoy en este debate además de quedar claro su fracaso, también ha de quedar claro su nivel de irresponsabilidad y de egoísmo.
Y digo esto porque este debate, por si fueran ya pocos los problemas de nuestra región, se produce en medio de una crisis política grave.
Una crisis ridículamente negada esta mañana por quien frívolamente la provocó.
Una crisis política desencadenada por la irresponsable amenaza de romper la coalición, que ha sumido en la parálisis y la provisionalidad a todo el gobierno.
Miren, yo sería el primero en entender una ruptura del pacto a raíz de los reiterados incumplimientos de Zapatero.
Con este asunto del AVE y otros tan graves como el de Valdecilla, el gobierno socialista de Zapatero se ha reído una y otra vez de Cantabria.
Ha habido muchas ocasiones para echar órdagos y exigir el cumplimiento de compromisos. Eso hubiera sido lo adecuado, lo oportuno, lo necesario.
Pero lo que es absolutamente irresponsable es amagar una ruptura simplemente porque las encuestas les dicen que PSOE y PRC caen en picado. Porque hoy los cántabros ya no confían en ustedes.
Ser intransigente con el engaño y el incumplimiento es una obligación de quien gobierna, y a lo largo de estos años no les han faltado ocasiones para mostrarse intransigentes. Pero como les dije antes, engañaron a la sociedad diciendo que Zapatero ha cumplido con TODO en Cantabria.
Aparentar ser intransigente a última hora, en el tiempo ya de descuento, cuando la región atraviesa una situación tan delicada, es irresponsable y es mezquino.
Está claro que quien es egoísta y sólo piensa en si mismo cuando firma un pacto, también es egoísta y sólo piensa en si mismo cuando amenaza con romperlo y lo hace en el momento más inadecuado, y lo hace sólo para salvar sus propios muebles.
Este pacto de gobierno debió haber sido roto cuando los incumplimientos eran evidentes, si realmente es Cantabria lo que ponemos por delante. Razones han sobrado.
Pero ahora ya es tarde y las circunstancias no han cambiado, son las mismas. Hoy no tenemos AVE ni se ha avanzado un solo papel en la tramitación, pero estábamos igual el año pasado y el anterior y el otro y el otro.
Es más, hoy ya dan ustedes bandazos como los del gobierno de Zapatero, porque a estas alturas ya ni siquiera sabemos con qué se conforman para Cantabria: ¿un AVE que se queda en los límites de la región o un AVE como el del resto de las Comunidades del Norte?
Porque ustedes dicen cada día una cosa.
Pero no engañen a nadie, que aquí lo único que ha cambiado es que Zapatero se hunde, que los socialistas se hunden, y que algunos que se hunden con ellos quieren desmarcarse de tantos años de cariño, abrazos, identificación, confianza ciega y compadreo.
Pero sépanlo, el gobierno socialista de Zapatero y este gobierno, están unidos por el fracaso y hundidos en el fracaso.
Es urgente que dejen de pensar en su futuro y piensen en el futuro de los ciudadanos, que para eso les pagan.
No es posible dejarse engañar de forma absolutamente consciente y callar ante la humillación a Cantabria durante siete años, como ha estado ocurriendo y ahora querer presentarse como reivindicadores, no pueden porque han perdido la credibilidad.
Ustedes tendrían que estar trabajando con intensidad en varias líneas de acción que son fundamentales y urgentes.
Medidas que desde el Partido Popular hemos propugnado en este Parlamento y que hemos expuesto también a la sociedad cántabra en distintos foros públicos y que compendia nuestro proyecto de gobierno.
Cantabria lo que necesita es un Plan de Reequilibrio Financiero real, muy diferente al documento que ustedes han presentado al Consejo de Política Fiscal, en el que se han limitado a recortar derechos y prestaciones de los ciudadanos y a subir los impuestos.
Los presupuestos de Cantabria del próximo año 2.011, deben ser una herramienta fundamental contra la crisis, para éste y para el nuevo gobierno que nazca de las urnas.
Es fundamental alcanzar un presupuesto de consenso, marcado de forma muy clara por la austeridad y por la inclusión de medidas de reactivación económica.
Un presupuesto que cumpla, además, con los criterios de reducción del déficit, de contención del gasto, y de planificación adecuada de las inversiones.
Es necesario abordar con carácter inmediato y previo a la redacción de dichos presupuestos, un PLAN DE AUSTERIDAD que contemple la reestructuración y reducción de los gastos de la administración regional y de su sector público empresarial.
Lo planteamos el pasado año y nos llamaron de todo, pero ahora vemos que es lo que están haciendo muchos gobiernos de Europa y casi todas las comunidades autónomas. Luego teníamos y tenemos la razón.
Por otra parte hay que hacer un PLAN de INVERSIONES que garantice, por un lado, mantener nivel de ejecución de obra pública, y, por otro, que de respuesta a las necesidades estratégicas de nuestra región en materia de infraestructuras productivas, así como en materia de vivienda de protección pública.
Otro de los aspectos que deben ser abordados, con carácter urgente, es el análisis de situación, costes y financiación de los Proyectos Estratégicos de la Región. Me refiero en concreto a las infraestructuras ferroviarias, energéticas, sanitarias y educativas.
Cantabria ha asumido una enorme carga en la financiación de proyectos de Estado.
Es fundamental negociar de forma específica y en base a acuerdos definitivos, y no sólo en palabras y promesas, la cuantía de la aportación de las administraciones, los plazos de financiación y el análisis del retorno de tales inversiones, en términos de actividad y empleo.
Su gobierno se ha enfrascado en ocurrencias, proyectos aislados acometidos sin rigor, y ha olvidado la esencial tarea de planificación.
Y así, después de siete años, nos encontramos sin que se haya desarrollado el Plan Regional de Ordenación del Territorio. Y de 102 Ayuntamientos han aprobado 4 Planes Generales. Y por si fuera poco, tienen ustedes bloqueada en Cantabria la construcción de vivienda unifamiliar en suelo rústico.
Señores del Gobierno, piensen que Cantabria hoy más que nunca necesita el concurso de todos. No es momento de órdagos ni de rupturas. Es momento de grandes acuerdos.
Por eso les exijo un acto de responsabilidad: Elaboremos unos presupuestos para 2.011 de consenso por todos los motivos mencionados, pero sobre todo por uno: Ustedes no serán quienes ejecuten los presupuestos que este año se aprueben en esta Cámara, y lo saben perfectamente porque tienen datos objetivos que se lo confirma.
Cantabria necesita un nuevo gobierno. Ni yo ni mi partido estamos aquí para decir a los cántabros lo que hemos escuchado de este gobierno "que lo peor está por llegar". No cuenten con el Partido Popular para eso. No, no estamos aquí para predicar resignación.
Yo quiero decirle a los cántabros que otras crisis han habido anteriormente, que de las crisis se sale adelante y que no todos somos iguales.
Se sale con confianza en nuestra tierra, en sus gentes y en sus posibilidades.
Se sale con otro gobierno, un gobierno que tenga las ideas claras, que diga la verdad, con un proyecto sólido de región, con un equipo capaz y con liderazgo para concitar el concurso de toda la sociedad cántabra.
En definitiva, un gobierno que promueva el cambio, un cambio que genere confianza, ilusión y esperanza, un gobierno del Partido Popular.
Ustedes no lo van a evitar porque la sociedad hoy sabe que necesita ese cambio.
Los que nos han llevado a esta crisis no son los que nos van a sacar de ella.
Ustedes han fracasado y los ciudadanos, que les dieron una segunda oportunidad, ya no les van a dar una tercera.
Cantabria se ganará el futuro el día que ustedes sean el pasado.
Pero mientras ese momento llega, es importante que todos caminemos juntos a pesar de nuestras discrepancias.
No pongan palos en las ruedas del cambio, así, al menos a última hora, la sociedad tendrá algo que agradecerles.
Gracias.