Partido Popular en Cantabria

1. El levantamiento del secreto sumarial por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid no supone ni determina novedad alguna respecto al señor Bárcenas que no hubiera sido filtrada anteriormente a algún medio de comunicación.

2. El Partido Popular de Cantabria expresa su reconocimiento a la actitud del señor Bárcenas de solicitar la baja temporal del PP, hasta que sea juzgado y la justicia dictamine su relación y responsabilidad con el caso Gürtel.

3. La presunción de inocencia es imprescindible en nuestro Estado de Derecho, y lo es también para los miembros del Partido Popular, por lo que no vamos a admitir ni a tolerar lecciones de ética ni de moralidad política de quienes no respetan esa presunción de inocencia con los demás y no practican con el ejemplo dentro de sus propias organizaciones.

4. Consideramos indecentes e inmorales las manifestaciones del secretario general del PRC, cuando en la misma semana que el señor Bárcenas decide apartarse y renunciar a su cargo en el Partido Popular, los regionalistas han organizado un acto en el que se homenajea a un alto cargo imputado por la Justicia. El señor Revilla diagnostica sobre lo que deben hacer otras formaciones cuando ha mantenido ocho meses en sus cargos orgánicos y dentro del Gobierno al señor Marcano, que nuevamente vuelve a estar imputado por la Justicia.

5. No le va a la zaga la señora Gorostiaga, que en esta legislatura ha mantenido dentro del partido y del Gobierno al señor Del Olmo estando imputado y hasta que formuló acusación la Fiscalía. Junto a ello, cabe recordar que cuatro altos cargos socialistas están siendo objeto de investigación en estos momentos en los tribunales, mantienen todos sus cargos y no han sido reconvenidos a que los abandonen: los alcaldes de Cartes, Reocín, Val de San Vicente (presidente del PSC-PSOE), y el portavoz municipal de Villaescusa (secretario del Organización del PSC-PSOE).

6. Ambos, Revilla y Gorostiaga, han perdido la moralidad, la decencia política y cualquier autoridad ética para exigir a los demás lo que no tienen intención de hacer en sus respectivas formaciones políticas, aprovechando la relevancia pública y mediática del señor Bárcenas para esconder su doble vara de medir, amparando en ambos casos a altos cargos imputados, que se encuentran en la misma situación procesal que el señor Bárcenas.