Partido Popular en Cantabria

La diputada regional y portavoz de Sanidad, María José Sáenz de Buruaga apeló a la responsabilidad del Gobierno en la solución del conflicto, exigiendo a Truan "que pase del papel de mero espectador de una huelga que nuestro sistema sanitario y los cántabros no nos podemos permitir, a hacer de consejero de una vez por todas y liderar su solución".

Para el Partido Popular tanto esta convocatoria de huelga como la protagonizada por los servicios de urgencias en los pasados días "es la manifestación evidente de la desconfianza, el malestar y la frustración que viven día a día los profesionales y el personal del SCS. Tras ella, unas reivindicaciones absolutamente legítimas y totalmente comprensibles frente a una administración sanitaria que no dialoga, que no reconoce y no cumple los acuerdos y que pasará a la historia de esta comunidad autónoma como la de los recortes en calidad asistencial".

La portavoz de Sanidad del PP subrayó que "el Partido Popular confía en la buena fe y la responsabilidad de los sindicatos que llevan tiempo advirtiendo de esta situación discriminatoria para casi 3.000 trabajadores y que han demostrado su predisposición a un acuerdo que evite la huelga".

"Sin embargo, lamentamos no poder decir lo mismo en relación a la actitud de una Consejería que dice estar dispuesta a reconocer esos derechos y acordar un aplazamiento para el pago de los grados III y IV del desarrollo profesional, pero que se niega a seguir acercando posturas y a plasmar los contenidos de sus presuntos compromisos por escrito".

"Una exigencia", según los populares, "absolutamente lógica y de mínimos ante un Gobierno y una administración sanitaria de la que ya nadie y, especialmente los trabajadores de la sanidad, tienen motivos para fiarse, porque no les queda una gota de credibilidad".

"Lo que está detrás de esta huelga injusta para los ciudadanos es un Gobierno frívolo e irresponsable que incumple reiteradamente sus acuerdos y que siempre pide sacrificios e impone recortes a los mismos, en este caso los trabajadores más modestos, mientras el Gobierno sigue montando en su desorbitado tren de vida que no conoce de crisis".

"Lo impúdico en este caso es que el consejero de Sanidad se dedique a hacer de desafortunado comentarista de una huelga inminente echando más leña al fuego, en lugar de remangarse y ponerse a trabajar para terminar con otro conflicto que una vez más pagarán los ciudadanos".