Al igual que sucede con los Presupuestos Generales del Estado, el Proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Cantabria para 2010 de ningún modo responden a un momento de crisis económica, porque no presentan un avance en las mejoras sociales para los más desfavorecidos en estos momentos, y porque abandona cualquier política y estrategia de desarrollo sectorial que impulse el tejido productivo cántabro para salir de la recesión.
En este sentido, estos presupuestos no son un instrumento válido al servicio del Gobierno de Cantabria, útil para dinamizar la economía regional.
Para empezar, porque estos Presupuestos máxime en un momento de crisis económica, no nacen del consenso de la sociedad cántabra, sino que una vez más demuestra la actitud de autocomplacencia del Gobierno de Cantabria.
El Partido Popular, en un ejercicio de responsabilidad, en una oferta en tiempo y forma, en este caso en el transcurso del debate sobre el Estado de la Región celebrado el pasado mes de junio, ofreció un consenso al Gobierno de Cantabria para lograr consensuar los Presupuestos de la región para 2010.
A juicio del Partido Popular, en un momento en que la economía cántabra y regional están en crisis y donde los distintos organismos internacionales auguran que en el año 2010 no se superará la recesión económica, es aún más necesario que todos los partidos políticos aúnen sus esfuerzos para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos.
Resultan en este sentido, incomprensibles las declaraciones de la vicesecretaria del PSC, reclamando un ejercicio de responsabilidad al Partido Popular, apoyando estos presupuestos, cuando el propio Gobierno no ha querido sentarse a dialogar con el Partido con mayor representación parlamentaria.
Y desde luego, lo que en estos momentos conocemos sobre los presupuestos del Gobierno de Cantabria no puede ser más negativo y más desalentador; y al contrario de lo que deberían suponer estos presupuestos, un estímulo para dinamizar la economía de la región, mucho nos tememos que representen un lastre para la creación de riqueza (en este sentido, esto es lo que ha declarado el Presidente de CEOE- CEPYME en Cantabria).
Tenemos pues una serie de razones por las que creemos que estos no son los presupuestos que necesita Cantabria en este momento. Son diez puntos:
1. Son los presupuestos de la subida de subida de impuestos: La del Estado más la de Cantabria.
2. Son los presupuestos del déficit
3. Son los presupuestos de la deuda: Nuestra capacidad de devolución de la deuda pasa de poder ser devuelta en 1,6 años en 2009 a 51,3 años en 2010. Esto es fruto de la brutal desproporción entre el desmesurado endeudamiento y la drástica reducción del ahorro bruto.
4. Son los presupuestos de la ausencia total de austeridad: El gasto corriente crece un 3,19% (EL Presupuesto Global baja un 1,5%) mientras que el gasto de capital (inversiones y transferencias de capital) se reduce un 15%. Las inversiones pagan el supuesto ajuste del gasto. La calidad del gasto y su influencia en el crecimiento económico se deteriora. ¿Qué opinarían ustedes si les aporto el dato de que solo en sueldos de sociedades públicas se gastan 68 millones de euros, es decir 11.500 millones de pesetas?
5. Como les dije al principio, son unos presupuestos que no cuentan con el respaldo de nadie más que de unos socios de Gobierno que viven de espalda a nuestra región. La CEOE ha afirmado expresamente que temen que sea un lastre para la creación de riqueza. Por su parte los sindicatos los han valorado negativamente.
6. Son los presupuestos que reflejan la falta de compromiso del Gobierno de la Nación con Cantabria. El PGE para 2010 no contiene los proyectos necesarios para el desarrollo de Cantabria como región y además tiene una desinversión en cinco años superior a los 150 millones de euros. Las transferencias del Estado bajan un 72,5% en Industria, un 97,4% en Sanidad, abandonándose el convenio Valdecilla. En tanto que las transferencias del Estado para Ganadería bajan un 24%.
7. Son los presupuestos en los que se abandona la inversión en la región. En inversiones reales el descenso es del 13,6%, y en transferencias de capital la bajada llega al 16,7%. Es decir capítulos 6 y 7 del Presupuesto.
8. Son los presupuestos que no avanzan en las mejoras sociales. No hay política menos social que subir los impuestos y no gestionar adecuadamente el crecimiento del desempleo, dejando crecer las listas de paro.
9. Son los presupuestos que siguen abandonando a su suerte a los ayuntamientos, además de incrementarles de una manera abusiva las tasas y precios públicos.
10. Son los presupuestos contra el cambio en el modelo económico. Y esto se lo voy a desarrollar un poco más porque son la clave de la ineficiencia e ineficacia de estos presupuestos.
En definitiva son los presupuestos de la falta de liderazgo, de la falta de proyecto político en un momento en el que los presupuestos de la Comunidad Autónoma han de servir como instrumento para dinamizar la economía de la región.
Son los presupuestos contra el cambio en el modelo productivo
Incurren en una permanente contradicción entre la literatura y las cifras. Mienten en la literatura y se confiesan en los cuadros y cifras.
Les voy a relacionar dos de los apartados que les citado antes y que les va a permitir percibir con claridad como estos presupuestos carecen de proyecto político para ser el instrumento que dinamice la economía de la región.
La deuda pasa a poder pagarse en algo más de un año y medio en 2009, a 51,3 años en 2010, es decir, al menos dos generaciones. Este endeudamiento solo se podría justificar si se estimular la actividad económica, sin embargo el panorama inversor es muy diferente.
Son unos presupuestos que abundan en el endeudamiento sin objetivos, sin inversión. Desciende la inversión en I+D+i en un 21,7%, un 12,8% en agricultura pesca y alimentación, un 11,4% en industria, un 4,7% en comercio y turismo, así como un 26,2% de descenso en otras actuaciones de carácter económico. Frente a ello, el hormigón, el antiguo modelo productivo, crece un 4%.
Datos todos ellos sacados del folleto editado por el Gobierno, y que pueden comprobarse en sus páginas 30 y 42.