TEXTO DE LA RUEDA DE PRENSA:
Quiero comenzar por el análisis de los posicionamientos políticos de cada partido cántabro en relación con la nueva concesión de Zapatero a las Diputaciones Vascas, para permitirles competir deslealmente con las regiones limítrofes en la atracción de tejido empresarial a las respectivas Comunidades Autónomas.
Porque la consecuencia de esta nueva cesión, de esta nueva entrega de Zapatero al PNV es esa, Cantabria perderá un derecho constitucional, el de recurrir a los Tribunales de Justicia en caso de que las Diputaciones Forales Vascas reduzcan el Impuesto de Sociedades.
Hasta ahora, el Partido Popular y Revilla hemos reconocido la gravedad de esta decisión de Zapatero. En tanto, que el PSOE cántabro calla y se esconde, y asume en silencio la traición de Zapatero a Cantabria.
Y les recuerdo que esta es una más.
Hoy, Revilla, Gorostiaga, acompañados de numeroso séquito, invitados por Zapatero y José Blanco viajan a Zaragoza al parecer a celebrar otra de las más sonoras bofetadas de Zapatero al orgullo cántabro.
La histórica aspiración de los cántabros de un enlace con el Mediterráneo, es decir, el inconcluso Santander-Sagunto siempre conocido como Santander-Mediterráneo, es sustituido por decisión de Zapatero por el Cantábrico-Mediterráneo.
Pero, ¿de dónde sale esta conexión? ¿de Santander? No. Sale de Bilbao y va a Valencia. Zapatero cambia el Santander-Mediterráneo por el Bilbao-Mediterráneo.
Y lo triste es que alguien vaya a celebrarlo.
¿Cómo pretenden los socialistas y regionalistas, más diría yo, revillistas, que Cantabria compita con el País Vasco en el escenario que Zapatero ha diseñado?: Las diputaciones Forales Vascas con capacidad para bajar el Impuesto de Sociedades, y Cantabria sin el derecho constitucional a recurrirlo. Bilbao, con Tren de Alta Velocidad conectado con Madrid en 2.015 y con Valencia en marcha. Y un superpuerto en el que se siguen haciendo importantes inversiones. Y a alguien aún le quedan ganas de participar en estas celebraciones.
Pues bien, antes les decía que el Partido Popular y Revilla y los suyos, coincidimos en la gravedad del blindaje del Concierto Vasco. Nos diferencia claramente la actitud ante ello. El Partido Popular se rebela y exige que no se siga adelante con ese blindaje. En tanto que Revilla se pliega, se doblega ante Zapatero y sus intereses.
Y ¿Cómo justifica esta bajada de pantalones para seguir Revilla de presidente? pues tratando de confundir a los ciudadanos con supuestas compensaciones por medio de modificaciones en el Estatuto, siguiendo el modelo de La Rioja.
Lo que Revilla no cuenta es que La Rioja las tiene incorporadas en su Estatuto desde la última reforma, y en ese momento no estaba aprobado el blindaje del Concierto.
Sin embargo La Rioja sigue luchando porque no se apruebe por los socialistas este blindaje porque no existiría compensación alguna si se rompiese la unidad de mercado pues las reglas de juego no serían las mismas que en la actualidad.
El blindaje del Concierto Vasco deja desprotegidas al resto de comunidades de su entorno. Blindar el Estatuto de Cantabria pidiendo compensaciones supondría que de conseguirse dinero alguno del Estado se podría destinar ¿a qué? ¿a hacer parques? ¿polideportivos? Las empresas seguirían teniendo la fiscalidad más barata en el País Vasco, y nada cambiaría.
Imagínense ustedes que ante el supuesto de que mañana el gobierno vasco quiera cambiar la línea de separación entre nuestras Comunidades Autónomas en Ontón, como ahora pretenden, o en Agüera, como ya lo hicieron en otro momento, la actitud de Cantabria fuera la de aceptarlo y pedir compensaciones a través de nuestro Estatuto de Autonomía.
¿Qué estaríamos haciendo?. Pues muy sencillo y muy claro: vender un trozo de Cantabria. ¿qué pretende Revilla con las compensaciones en la Reforma del Estatuto? Pues muy claro y muy sencillo, vender una parte de los derechos de Cantabria.
Exigimos al Presidente de Cantabria que de una vez asuma que tiene un cargo ejecutivo, esto es, que debe ejercer sus competencias, y entre ellas está la de impulsar las acciones necesarias para impedir que se lleven acabo las reformas votadas por el PSOE para el blindaje vasco. Para eso no hay que reformar ningún estatuto. Para eso hace falta voluntad política y capacidad de reivindicación.
El Partido Popular propondrá en la próxima reforma del estatuto lo mismo que tiene La Rioja pero siempre que no se blinde el Concierto Vasco. Ese escenario sí que podría ser interesante. Sin embargo, si se lleva acabo el blindaje del concierto, esto ya no servirá, por que perdemos el derecho a recurrir y estaremos al albur de los gobiernos nacionales del momento y Cantabria quiere seguir teniendo el derecho constitucional de acudir a la justicia en caso de perjuicio para nuestros intereses.
Esto es lo que está en juego, nuestro derecho constitucional a poder defendernos.
Exigimos al presidente que actúe como tal y que cumpla con su deber de defender los intereses de todos los cántabros actuando con rigor y responsabilidad para impedir que se pisoteen nuestros derechos. Revilla debe exigir al gobierno de la Nación que trabaje para que no se apruebe este blindaje.
