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El Partido Popular invita al PRC a retratarse en el Parlamento sobre el cierre del consultorio de Cueto

La diputada regional y portavoz de Sanidad, María José Sáenz de Buruaga, expresó en rueda de prensa su preocupación por el cierre de 17 consultorios rurales, el último el de Cueto, en el municipio de Santander.

Buruaga recordó el apoyo de los vecinos, asociaciones, y del propio Ayuntamiento de Santander al mantenimiento del citado consultorio, contando para ello con los votos del grupo municipal regionalista. El Partido Popular ha llevado el asunto al próximo pleno del Parlamento en donde ofrece sumar sus votos a los del PRC para reconducir la situación.

Texto de la rueda de prensa ASISTENCIA SANITARIA EN CONSULTORIOS DE ATENCIÓN PRIMARIA:

Como ustedes saben y nosotros hemos venido poniendo de manifiesto a lo largo de los últimos años, la atención sanitaria que se presta a través de nuestros consultorios de atención primaria y su seria involución en manos de este Gobierno, constituye para nosotros una prioridad y preocupación de primer orden que ha centrado - y sigue centrando hoy por desgracia - buena parte de nuestras reivindicaciones. Reivindicaciones que también lo son de los ciudadanos de Cantabria.

Y ES QUE en este debate, que lo es de política, de modelo y de planificación sanitarias están presentes, más que en ningún otro, los principios y las convicciones.

Porque hablamos de esa atención sanitaria que está llamada a ser la expresión o confirmación de principios fundamentalescomo son la equidad en el acceso a los servicios y actuaciones sanitarias, la asignación de recursos que permitan superar las desigualdades, o la mejora continua de la calidad- que es cercanía y humanización- . Es decir, hablamos de solidaridad, igualdad efectiva y de cohesión social y territorial que se hacen desde los servicios públicos básicos como la sanidad.

Y si no podemos olvidar de qué hablamos, tampoco podemos olvidarnos de QUIENES hablamos. De una parte importantísima de nuestra población que, bien por razones de tipo geográfico- ambiental, como son la orografía y a menudo la climatología, la dispersión geográfica, las dificultades en las vías de comunicación y medios de transporte..; o bien por razones de tipo demográfico- a menudo superpuestas- como la despoblación, el envejecimiento y la elevada tasa de discapacidad y cronicidad de su población, requieren de la existencia y funcionamiento de consultorios de atención primaria que garanticen a esas poblaciones el acceso a los servicios sanitarios en condiciones de igualdad efectiva.

Y esta es la GRAN PREGUNTA: ¿Cómo es posible que en estas situaciones - que en ningún caso van acompañadas de una disminución de necesidades asistenciales, sino todo lo contrario - la respuesta de un Gobierno que se llama a sí mismo social y progresista sea el recorte de derechos, de medios humanos y materiales y el cierre de consultorios médicos?

¿Cómo es posible que el Gobierno que tiene la competencia y obligación de garantizar el derecho a la salud de sus ciudadanos se empeñe en desconocer y llevar a la quiebra estos principios irrenunciables?

Porque no me cabe la menor duda. No me cabe la menor duda de que este tipo de asistencia y los consultorios médicos se han convertido en un "estorbo" para este Gobierno. De la misma manera que tengo la certeza - respaldada por la evidencia de los hechos- "de que trabaja en un plan preconcebido para llevarlos a su deterioro y reducirlos a su mínima expresión".

Y como digo, ahí están los hechos de los últimos seis años que darían para mucho, pero que resumiré a modo de recordatorio necesario. Ahí está la supresión de la atención médica continuada y de las guardias en el consultorio de San Roque de Riomiera después de 20 años en servicio.

Ahí están los 16 consultorios médicos rurales cerrados- de los que yo tenga conocimiento- en los municipios de Villafufre, Valdáliga, Bareyo, San Vicente, Arnuero o Puente Viesgo. Ahí están las reducciones de profesionales y las reorganizaciones de horarios de atención médica- que siempre son igual a recorte- en los de Riotuerto, Escalante, Matienzo, Villaverde de Pontones, Cabezón de Liébana y Pesaguero, o el inexplicable y tan de actualidad caso de Voto (en el que la puesta en funcionamiento de unas nuevas instalaciones lleva aparejada una reducción de atención y un nuevo recorte asistencial).

Y ahí está, por último y por el momento, el cierre del Consultorio de Cueto, que hace el número 17 y en el que me voy a centrar especialmente hoy. Pero antes de hacerlo permítanme una única reflexión sobre un hecho que me llama poderosamente la atención y que hemos tenido ocasión de constatar con ocasión de las negociaciones del nuevo modelo de financiación autonómica.

Y es que todos hemos visto al Gobierno de Cantabria, APELANDO - no voy a decir defendiendo porque no ha defendido nada- a criterios como la orografía, la dispersión geográfica o el envejecimiento poblacional para justificar un mayor coste de nuestros servicios, más solidaridad y más financiación.

Pues bien, paradójicamente quien invoca estos criterios de puertas hacia fuera y frente al Estado, luego los desconoce dentro, prescindiendo de ellos y de su aplicación a la hora de prestar servicios sanitarios en su propia CCAA. Y esto, más que una grave incongruencia, más que otro episodio de hipocresía de este Gobierno, es lo que yo llamo una absoluta perversión política y social.

Pero vayamos a Cueto. Porque el vergonzante cierre del consultorio médico de Cueto es, además de socialmente insostenible y de técnica/políticamente injustificable, "la dramática confirmación de que la prosigue la sangría".

Estoy segura que dada la amplia repercusión social y mediática del asunto nada nuevo puedo aportar salvo la presentación de la iniciativa que al respecto ha formulado el Partido Popular.

Saben que hablamos de un consultorio plenamente accesible, recientemente rehabilitado y en perfectas condiciones para prestar atención sanitaria en el ámbito de la atención primaria de la salud a los aproximadamente 1.100 vecinos que reciben cuidados de primer nivel en él. Del mismo modo que les consta, la satisfacción con que a lo largo de los últimos 30 años lo han venido haciendo, así como el sentimiento de afecto, proximidad y confianza que a él les une. Algo importantísimo que forma parte del concepto de calidad asistencial.

Saben que hablamos de una población de 1.400 personas, propia de un entorno rural, altamente envejecida, con elevadas tasas de discapacidad y cronicidad y, por lo tanto, con evidentes dificultades de desplazamiento. Y saben que hablamos de una zona en expansión que aconseja el mantenimiento de esta infraestructura sanitaria como complemento a los servicios del Centro de Salud Sardinero, que es el centro cabecera de la Zona Básica.

Y si esta decisión es inexplicable en el fondo, no lo ha sido menos en sus formas. Unas formas, como es habitual, dominadas por los hechos consumados y la ausencia de cualquier explicación; por la deslealtad absoluta hacia los vecinos y la deslealtad institucional hacia el Ayuntamiento; y por la soberbia que ha llevado a la Consejería a no querer escuchar a nadie.

Porque aquí se ha pronunciado todo el mundo y todo el mundo lo ha hecho a favor de los vecinos, a favor de la reapertura del consultorio y en contra de la decisión de la Consejería. Lo han hecho los vecinos afectados a través de su asociación, lo ha hecho el Consejo Municipal de Salud, la FECAV, la Junta de Personal del Area I y, también, el Pleno del Ayuntamiento de Santander, casi nada... Como ustedes saben por mayoría y con el apoyo del Grupo Municipal Regionalista.

El Partido Popular va a actuar con el Consultorio de Cueto de la misma manera que lo ha hecho en situaciones precedentes y, eso significa que el cierre del consultorio de Cueto contará también con un pronunciamiento del Parlamento de Cantabria.

Y aquí no caben ni ambages, ni excusas, ni bastan buenas intenciones. Porque se trata de votar SI o NO a algo tan sencillo y tan de mínimos como instar al Gobierno a la inmediata reapertura del consultorio de Cueto cerrado el pasado 17 de junio.

Hasta hoy este asunto ha estado liderado por la movilización ciudadana y, ejemplarmente, por el Ayuntamiento de Santander. Hemos dado tiempo y dejado espacio para la reflexión y ahora, con ocasión del nuevo periodo de sesiones toca retratarse, porque el barrio santanderino de Cueto espera y merece, al menos, una respuesta del que es su Parlamento.

Por justicia social, por convicciones, y por respeto a los afectados no podemos dar por bueno que el Presidente del Gobierno de Cantabria- máximo responsable también de la política sanitaria de este Gobierno- despache este asunto, sin tan siquiera haber recibido y escuchado a los vecinos y respondiéndoles dos meses después para lavarse las manos pasando la pelota al Consejero de Sanidad.

Sé que es una obviedad decirles que a estas alturas "no espero nada del Partido Socialista", pero NO LO ES decirles que SI, SI LO ESPERO del Partido Regionalista, máxime tras su apoyo en el Ayuntamiento de Santander.

Y esa es la razón por la que hoy quiero poner, desde la lealtad más absoluta, los votos de los 17 Diputados del Partido Popular a disposición del Partido Regionalista y del Presidente del Gobierno, con la esperanza de que seamos capaces de replicar el resultado municipal que allí sirvió para apoyar a Cueto.
Si el PRC quiere reabrir Cueto no necesita al PSOE porque tiene al PP a su disposición, y si no, deberá explicar a todos los cántabros sus contradicciones, sus intereses y, desde luego, esos principios de quita y pon.

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