Partido Popular en Cantabria

La diputada regional y portavoz de Medio Ambiente, Isabel Urrutia, lamentó las manifestaciones del consejero de Medio Ambiente culpando al Partido Popular por la oposición de muchos ciudadanos, colectivos de profesionales y asociaciones de diferentes ámbitos, a los planes del Gobierno para la implantación de la energía eólica.

Para Urrutia, Martín "ha dado un paso más en su estrategia de engañar a los ciudadanos y manipular la realidad. Pretende que no exista contestación alguna a los planes del Gobierno, que deben ser aceptados sin más". Las afirmaciones del consejero, asegura la diputada popular "son un claro ejemplo de la prepotencia y soberbia con la que actúa el Gobierno; todo aquel que da su opinión sobre un proyecto del Gobierno está en contra del 'Régimen', y se le apalea y dilapida con una intolerancia muy preocupante".

La portavoz de Medio Ambiente subrayó que "nadie del Partido Popular se opone a la implantación de la energía eólica, y reto al consejero a que busque una sola manifestación de alguien de mi partido oponiéndose a la energía eólica".

"La actitud del señor Martín es de una cobardía manifiesta, porque ataca al PP cuando el clamor social por la barbaridad que piensan hacer en nuestra tierra se ha puesto de manifiesto en los medios de comunicación día sí y día también en el último mes sin que ningún miembro del PP a nivel regional haya realizado ningún tipo de manifestación".

"Lo que el consejero no acepta es que los ciudadanos estén sensibilizados con el impacto de los aerogeneradores en nuestro paisaje, no por el impacto en sí, sino por la desmesurada previsión de 750 molinos en 42 ayuntamientos, una auténtica barbaridad".

"Esto ha dado lugar a que quien realmente esté crispado es el propio Gobierno, con declaraciones que muestran la falta de respeto a la opinión pública".

"Los ciudadanos, con infografías de profesionales o sin ellas, no entienden que el Gobierno plantee generar 1.500 megavatios dando la espalda a su propio PLENERCAN, aprobado en el Parlamento, y del propio Plan de Energías Renovables Nacional, que preveían para Cantabria 300 mw ".

"Estamos hablando de unas previsiones desorbitadas que no tienen ni pies ni cabeza, y estas cosas los ciudadanos las entienden perfectamente. Lo que sí puede hacer un niño es una división, que da como resultado que para producir esos megavatios Cantabria quedará inundada de 750 aerogeneradores de 125 metros de altura que producirán un impacto visual tremendo desde cualquier punto de nuestra región".

Isabel Urrutia señaló que "lo primero que tendría que hacer el Gobierno para cubrirse las espaldas es traer al Parlamento un Plan Eólico. Explicarlo, debatirlo, y votarlo. ¿A qué tienen miedo contando con la mayoría suficiente para sacarlo adelante?".

También puso de relieve las manifestaciones contradictorias de los propios miembros del Gobierno y de sus partidos políticos cuando unas veces afirman que no hay impacto ambiental y a reglón seguido aseguran no saber donde se implantarán los aerogeneradores. "Aunque dicen no saberlo sí hacen infografías".

"Desgraciadamente se ha optado por la ocultación y la opacidad, evitando la aplicación de la ley y saltándose todos los informes ambientales, económicos y sociales, y también el de la Comisión Nacional de la Energía, sin procedimientos de información pública e impidiendo que nadie pueda realizar alegaciones, tomando un peligroso camino que no sólo pone en peligro nuestro entorno natural más cercano, sino que además no tiene, ni mucho menos, el soporte legal adecuado. Van contra natura y contra la ley".

"Los ciudadanos no se van a dejar engañar y van a estar vigilantes, defendiendo lo que es suyo, porque Cantabria es de todos, no de cuatro, que a espaldas de los ciudadanos y del Parlamento, 'se lo han guisado y se lo van a comer ellos solos', llenando nuestra región del doble de aerogeneradores que el País Vasco o Asturias".

"Pido al Gobierno que escuche a los ciudadanos, que no pretenda engañarlos mezclando las disputas políticas que se han encargado de sacar del Parlamento, con la legítima libertad de expresión de quienes al igual que nosotros, quieren más transparencia, más debate, y menos molinos, y por supuesto menos actitudes dictatoriales".