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Diego afirma que los datos demuestran que Cantabria ha salido perjudicada con la nueva financiación

El presidente del Partido Popular de Cantabria, Ignacio Diego, afirmó que los datos objetivos aportados por el propio Gobierno central o por el consejero de Economía, Angel Agudo, en su reciente comparecencia parlamentaria, demuestran que Cantabria "ha salido perjudicada" con el nuevo sistema de financiación. Tras poner diversos ejemplos, como el hecho de que a nuestra comunidad le haya correspondido un 1% de los 11.000 millones de euros de fondos adicionales, cuando el porcentaje poblacional representa el 1,3%, Diego hizo hincapié en que otras comunidades autónomas han aprovechado para plantear la firma de convenios que incrementan sus asignaciones financieras, cosa que Cantabria no ha hecho.

TEXTO DE LA RUEDA DE PRENSA:

La negociación del nuevo sistema de financiación autonómica ha sido responsabilidad del señor Agudo y, por supuesto, del señor Revilla como máximo responsable del Gobierno de Cantabria. Un nuevo sistema que desde el Partido Popular ya hemos dicho que perjudica claramente a nuestra comunidad autónoma en cuanto al reparto de los recursos adicionales, así como en otros aspectos.

De los 11.000 millones de euros de fondos adicionales que se van a repartir, a Cantabria le van a corresponder 110 millones. Es decir, el 1% del total, cuando nuestra población representa el 1,3. Pero no queda ahí la cosa. El Gobierno reconoce que no serán 11.000 millones de euros, sino que, como consecuencia de los convenios firmados por otras comunidades autónomas, la cantidad total llegará a los 13.000 millones de euros, luego a Cantabria realmente le va a corresponder el 0,8% de todo lo que se va a repartir.

Miren, con el sistema de financiación propuesto por los gobiernos del Partido Popular, y aprobado por unanimidad, Cantabria no sólo fue la primera en financiación per cápita, además firmó un convenio específico para Valdecilla de 205 millones de euros. Es decir, el doble de lo que ahora vamos a recibir de esos fondos adicionales.

Pero además, tras esa negociación de los gobiernos del Partido Popular, con ese modelo de financiación que, repito, se aprobó por unanimidad, Cantabria se encontraba 23 puntos por encima de la media nacional.

Hoy, con lo negociado por los señores Agudo y Revilla, hemos bajado 5 puntos con respecto a la media nacional. Ya sólo nos separan 18, luego sólo se puede hablar de fracaso. Pero por si esto fuera poco, le oímos decir al señor Agudo que la financiación, tal y como está diseñada, es mejor cuanto mejor sea nuestra gestión. ¡Dios nos asista! Por sintetizar y no hacerlo muy extenso, me voy a referir a dos cuestiones sobre la gestión que caracteriza a los señores Revilla y Agudo: GFB y el Ecoparque Besaya. Dos fracasos estrepitosos en su gestión y uno de ellos, además, con presunto delito incluido.

El señor Agudo se ha preocupado más por justificar, disculpar y defender al Gobierno del señor Zapatero, que por sacar adelante los intereses de Cantabria. Y la defensa de lo indefendible es siempre una fuente de nuevas revelaciones.

El pasado martes, el consejero de Economía protagonizaba una comparecencia ante el Pleno del Parlamento para dar a conocer el resultado de la negociación.

Él mismo reconoció en esa intervención que otras comunidades aprovecharon la negociación para poner sobre la mesa acuerdos a desarrollar con el Estado vía convenios. Y así, se refirió a Andalucía que, por ejemplo, ha introducido el Metro de Málaga.

En su desmedido afán por alabar las bondades del nuevo modelo y por justificar el injustificable trato de favor y la actuación del Gobierno Central hacia otras comunidades autónomas, el señor consejero de Economía cometió el error de reconocer expresamente su propio fracaso en esta negociación.

El señor Agudo reconoció que otras comunidades autónomas han aprovechado esta negociación y han conseguido compromisos y fondos del Estado en forma de convenios que, por su parte, Cantabria y su Gobierno no fueron capaces de poner sobre la mesa. Acuerdos y convenios que engrosan los fondos a percibir por esas comunidades.

Mientras el Gobierno de Andalucía suma a sus fondos y al balance de su negociación -- si hacemos la resta con los datos aportados por el consejero -- más de 1300 millones vía convenio, los cántabros no podemos dejar de preguntarnos ¿dónde están los 100 millones de euros que el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero debe a Cantabria por Valdecilla? ¿Dónde está el convenio?

¿Por qué hemos aceptado una financiación autonómica insuficiente sin ni siquiera negociar con nuestra propia diputada cántabra, la señora Salgado, ese convenio de más de 100 millones para Valdecilla o el de los 200 millones de Fondos de Cohesión que nos prometieron para una Autovía del Agua que estamos pagando los cántabros cubriendo con nuestros propios recursos el agujero negro de esa promesa incumplida?¿Cómo podemos aceptar esos insuficientes 110 millones, cuando sólo en Valdecilla y en Autovía del Agua Zapatero nos debe más de 300?

Fijense lo que les digo. Lo que nos debe Zapatero es el triple de lo que suponen esos fondos adicionales de financiación autonómica de los que Revilla y Agudo presumen.

La diferencia entre Andalucía y Cantabria es que el presidente de los andaluces ha defendido a sus ciudadanos frente a Zapatero, pero el presidente de los cántabros sólo ha defendido a Zapatero frente a sus ciudadanos.

Este es un nuevo dato objetivo revelado por el señor consejero que evidencia el fracaso sin paliativos de este Gobierno. De un Gobierno incapaz, de un Gobierno sumiso y doblegado a los intereses de Madrid, de un Gobierno que carece de voluntad y capacidad reivindicativa porque carece de peso político

Existe un divorcio absoluto entre los intereses de Cantabria y los intereses de los políticos que gobiernan la autonomía. Temas como la financiación autonómica, la sanitaria y las infraestructuras son verdaderos exámenes a la capacidad reivindicativa y negociadora de un gobierno regional.

En el caso de Revilla y Agudo, el examen demuestra que han sido de los peores de España. La menos agraciada por los fondos adicionales, Cantabria. La que no tiene para firmar sus grandes convenios, Cantabria.

El mal resultado de esta financiación es todavía más grave si consideramos la coyuntura. No estamos en una época de alto crecimiento económico, sino en medio de una recesión muy profunda de la que saldrán con más rapidez los que tengan más recursos, y con más lentitud y sufrimiento social los que estén peor financiados.

Porque cuando hay mala financiación, cuando hay que poner del bolsillo de los cántabros los 300 millones que Zapatero nos niega, no hay dinero para pagar a los centros de minusválidos, ni para rebajar listas de espera, ni para los ganaderos, ni para mejorar la educación, ni para cumplir con el plan de carreteras, ni por ejemplo para ayudar a las pymes.

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