Entre los muchos ejemplos puestos por el presidente de los populares cántabros, éste se refirió a la visita realizada por Miguel Angel Revilla a La Moncloa el 14 de noviembre de 2007, en la que, según Diego, se anunció que la obra del tramo Palencia-Alar del Rey se adjudicaría en 2008, así como la orden de estudio del tramo Palencia-Santander.
Al respecto, Diego ironizó diciendo que, según Revilla para Cantabria, "se había marcado un antes y un después de esta visita, ha sido la entrevista más importante que he tenido en mi vida, Cantabria estará conectada con el mundo en seis años", a lo que el presidente del PP añadió que "no se ha movido un papel".
"Este es el trato, esta es la gran mentira", subrayó Diego quien añadió que no se había "inventado nada" y que los datos aportados eran "objetivos, indiscutibles, irrefutables e irrebatibles, porque los habían venido "diciendo ustedes desde hace cinco años y medio a los cántabros".
Diego contrapuso los compromisos adquiridos en Galicia y Asturias por el ministro de Fomento, José Blanco, con las medidas anunciadas para Cantabria. Pero además, se refirió a que Rodríguez Zapatero "puso en marcha el sueño de todo cántabro, lo que él llamó el Cantábrico-Mediterráneo".
"Pero lo hizo -- añadió Diego -- después de una comida con dirigentes del PNV en donde estaba la oligarquía vasca y comieron cocochas al pil-pil. ¿Y sabe lo que salió de allí? El Tren de Alta Velocidad Bilbao-Valencia, que no Santander-Sagunto". Diego calificó esa decisión como "una bofetada al orgullo de los cántabros" dada en el papo de Revilla.
Diego dijo que es "filosóficamente inconcebible que alguien que lleva la etiqueta, que nada más, de regionalista en el nombre de su partido, haga lo que está haciendo, venir satisfecho de un engaño tras otro, cinco años seguidos de mentiras de Zapatero al señor Revilla y del señor Revilla a los cántabros", lo que Diego calificó como "inaceptable desde cualquier punto de vista para alguien que lleva la etiqueta de regionalista".
Para concluir dijo que es "terrible" el perjuicio que Revilla está causando a los cántabros con su actitud frente a Zapatero, porque en Galicia y en Asturias "hay obras en marcha y miles de millones invertidos".