Partido Popular en Cantabria

Una crisis que ha impactado sobre el conjunto de las economías, pero que en España y en Cantabria ha mostrado sus efectos más dramáticos, porque se ha manifestado en una destrucción de empleo de enorme magnitud, y nos sitúa hoy, ante la necesidad imperiosa de cambiar las estrategias de gobierno.

En el debate de Presupuestos les avisamos con claridad meridiana. Les dijimos que la situación era muy grave y que aún podría empeorar.

Pero ustedes prefirieron mirar hacia otra parte, ocultar la verdad a los ciudadanos y no adoptar medidas, que ya eran entonces absolutamente necesarias.

El gobierno de España, y el de Cantabria han errado en todos y cada uno de los pronósticos que han hecho sobre la situación, y lo grave es que quien falla en el diagnóstico no puede acertar en el tratamiento.

A su gobierno, Sr. Revilla, como al gobierno de Zapatero, el crédito se le ha acabado, porque han perseverado en el engaño, y la realidad ha sido obstinada.

Sus discursos, mal que les pese, nada tienen que ver con la realidad, y han perdido la credibilidad, que es el principal activo de cualquier político.

Sr. Revilla, su gobierno lleva ya seis años.

Seis años es un tiempo más que razonable para presentar balance y rendir cuentas sobre en qué quedaron las promesas.

La semana pasada vimos que usted aspira todavía a que la sociedad de Cantabria le crea una vez más, y yo le puedo asegurar que a estas alturas es mucho pedir.

Hace un año exactamente, usted aquí, en esta tribuna, decía que Cantabria no solo tendría un AVE, que tendría dos. Y dijo que los tendría en el mismo momento que las regiones vecinas.

Los cántabros no se olvidan de esas palabras.

Hace una semana la sociedad de Cantabria recibió con cierto alivio su cambio de actitud aparente. Dijo que iba al Senado dispuesto a enfadarse y a exigir para Cantabria los mismos derechos en infraestructuras que el resto de las regiones.

La noticia causó revuelo, Después de seis años, Revilla reivindica algo para su tierra. Más vale tarde que nunca, pensaron los más ingenuos.

Pero tardó poco usted con sus propias declaraciones, en hacernos ver que estábamos una vez más ante la farsa de siempre.

Usted dijo en el Senado que Cantabria esta mosca, y es cierto.

Cantabria está mosqueada por tanta promesa incumplida por Zapatero, y más mosqueada, si cabe, porque quien debe defender sus intereses se haya comportado con tanta complacencia y con tanta complicidad con el gobierno de Zapatero.

Y sabe perfectamente lo que ha ocurrido, que una vez más sus socios y amigos le han dejado en el más absoluto ridículo.

Fue usted allí a pedir algo, un mínimo, un compromiso que permita atisbar algún avance en la Alta Velocidad.

Y le volvieron a dar promesas, sin compromisos, ni plazos, ni financiación. La enésima promesa.

Y a usted le prometen que van a cumplir lo que le prometieron cien veces antes y nunca cumplieron y todavía se vuelve pidiendo perdón por lo duro que había sido.

Usted, en vez de decir "basta ya de engaños" prefiere salvar su silla y venir a Cantabria a que nos creamos de nuevo el cuento de la buena pipa.

Esta vez no se lo cree nadie, y para que no quede dudas, sus amigos socialistas, para los que incluso ha llegado a pedir hasta el voto y a los que acompaña en los mítines, le han hecho un desprecio monumental.

Hasta su socia, la Señora Gorostiaga, le ha dicho alto claro y en público, que no ha traído nada nuevo del Senado -lo que encima es cierto- que vino otra vez solo con promesas.

Y por si quedaba alguna duda, los propios socialistas en el Congreso, hace menos de una semana, votan en contra de adquirir compromisos con el tren de alta velocidad a Cantabria, eso por si quedaba alguna duda.

¿Pretende que nos creamos sus plazos una vez más?.

¿Cómo tiene el valor de venir a Cantabria a decir que tendremos dos AVE en 2015, si le han negado cualquier compromiso?.

Ese no es el trato que están dando a las demás comunidades del Norte. En las otras las obras están en marcha, y sus presidentes se vuelven de Madrid con dinero y fechas firmadas.

Usted se vuelve con promesas y ganas de empadronarse en Galicia o en Ponferrada y no me extraña.

¡Qué fracaso tan bochornoso, qué lástima para nuestra región, qué vergüenza en definitiva!. El Presidente de Cantabria vacilado, pidiendo perdón por levantar la voz y reconociendo que envidia a las otras regiones.

Este es el trato que le han dado. Este es el precio que está pagando Cantabria por su pacto y por su sillón.

Este es el reconocimiento que le dan por su inquebrantable adhesión, por sus abrazos y por sus anchoas.

Seis años perdidos, y Cantabria en el olvido. Le han cogido el tranquillo. Saben que usted se conforma con promesas y es eso lo que le dan una y otra vez: promesas.

Promesas que a estas alturas ni el más ingenuo de los cántabros se cree.

Empadrónese donde quiera, Sr. Revilla, en Galicia o en Ponferrada, pero yo me quedo en Cantabria luchando porque deje de ser relegada, luchando porque Cantabria deje de ser moneda de cambio en pactos electorales, y luchando porque Cantabria deje de ser considerada un lugar pintoresco, con políticos pintorescos.

Le hemos ofrecido mil veces nuestro apoyo para exigir a Madrid lo que nos debe.

Le hemos ofrecido mil veces nuestro apoyo para forzar a Madrid para que no nos considere una región de tercera.

¿A qué tiene miedo?, ¿qué le hace ser el más dócil de los Presidentes Autonómicos?,¡Pero si hay Presidentes socialistas que son más capaces de echar un órdago a Zapatero que usted!

No se da cuenta del papel bochornoso que le están haciendo representar?.

Comenzó su primera legislatura hablando de una gran apuesta: la industria. Iba a crear, ni más ni menos, 10 millones de metros cuadrados de suelo industrial.

Aquí en este mismo debate, el año pasado usted dijo haber logrado ya dos millones de metros cuadrados. Y ¿dónde están?

Lamentablemente no era cierto hace un año, tampoco es verdad un año después. No hay ni un solo metro cuadrado disponible, ni uno.

Sr. Revilla, por favor, ¿quién espera que le crea?

Ha concluido el Parque Científico y Tecnológico, que le dejamos con el PSIR aprobado y la mayor parte de los terrenos comprados. El resto promesas.

¿Repasamos las promesas de lo que debiera estar ya construido y vemos como está hoy?

Una primera piedra del polígono del Alto Asón; el ecoparque del Besaya paralizado por los tribunales, incluso con una presunta comisión de delitos; el de Buelna, del que dijo aquí, en este mismo debate hace tres años, que iba como un tiro y no hay nada; el PSIR de Marina y Medio Cudeyo, el de La Pasiega, el de Villaescusa...el de Vallegón, etc... nada de nada.

Nada de nada. Más promesas al viento. Otro indiscutible fracaso.

¿Realidades?: veamos, GFB, cerrada y en quiebra, millones de euros pagados con los impuestos de los cántabros, enterrados en este proyecto sin pies ni cabeza, con los pocos trabajadores contratados afectados por un ERE en su casa y con 6 meses de sus sueldos pendientes de cobro.

Una empresa del Gobierno sin pagar a los trabajadores, ni a los proveedores, ¿se puede llegar a mayor vergüenza?.

¿Y usted espera que le sigamos creyendo los cántabros? Ni con toda la voluntad del mundo es posible.

¿Y la ciudad del cine?. Hoy hace un año, aquí mismo, nos lo vendió como proyecto consolidado al cien por cien. Así, literalmente. ¿Espera de verdad que alguien en Cantabria le crea sus promesas?.

También podemos hablar de las promesas en materia de energía. Primero prometió tres centrales de ciclo combinado. Ni una. Ni una sola de tres.

Después el Plan Energético, que llega tarde. Seis años y llega para generar una evidente alarma social y múltiples incertidumbres, porque incluye un desarrollo de la energía eólica que, como mínimo, es inquietante.

En vez de un Plan que apueste por la diversificación de las fuentes de energía, y por una implantación progresiva y prudente de la energía eólica, pretenden ahora, dando una enorme sensación de improvisación, un desarrollo extremo de la energía eólica, con una potencia prevista de 1.500 megavatios, que es lo que producen 3 centrales nucleares como Garoña.

El problema es que los campos eólicos producen un enorme impacto ambiental y paisajístico, y hay que ser extremadamente prudentes o de lo contrario podemos cometer un gravísimo atentado irreversible a ese patrimonio.

Cantabria es una de las regiones más bellas de Europa, y nuestro patrimonio ambiental y paisajístico es una fuente de enorme potencial económico, que ha de compatibilizarse con mucha sensibilidad, con el desarrollo eólico y ustedes parecen no tener ninguna sensibilidad.

Y lo peor de todo esto, lo que mayor inquietud produce, es que ustedes pretenden una implantación masiva de parque eólicos sin tener un modelo de región previo.

Lo que urge de verdad es el Plan Regional de Ordenación del Territorio. Y es el modelo definido en la ordenación territorial el que puede decidir dónde y cómo se desarrolla la energía eólica.
Ustedes hacen las cosas al revés, improvisando.

Trabajan sin modelo, con cada consejería improvisando, y cuando el desastre esté perpetrado, ya no cabrá la marcha atrás, y el daño, irreversible, estará hecho.

Nuestro partido es claro al respecto: apuesta por las energías renovables, sí.

Pero antes de pretender colocar más de 700 aerogeneradores en más de 30 parques eólicos, debieran haber tramitado y aprobado un Plan Eólico que respete la Ley de Control Ambiental

Integrado, con fases progresivas de implantación, que es lo que todos en su día defendimos de común acuerdo.

No es casual, por mucho que se empeñen, que el mercado laboral de Cantabria haya padecido en un año, una de las peores evoluciones de España.

Su discurso y el del Consejero de Economía, que al principio de la crisis hablaban de que Cantabria no se vería afectada, porque la industria haría de revulsivo ante la caída de la actividad de la construcción, es un discurso falso, sin ninguna conexión con la realidad.

En primer lugar porque la ausencia de oferta de suelo industrial en los momentos en que se necesitaba y era oportuna, porque había demanda y las inversiones industriales se producían, ha impedido la consolidación de un nuevo tejido industrial.

No ha habido nuevos proyectos empresariales, y de sus grandes "estrellas" en la materia: GFB o Haullotte, mejor no añadir ningún comentario, excepto que han resultado enormes fraudes.

Cantabria ha visto incrementar sus niveles de paro de forma exponencial, muy por encima del resto de las Comunidades de España, con incrementos interanuales que rondan el 90% en el último año.

En Cantabria, en un año, más de 15.000 trabajadores han perdido su empleo, procedentes de todos los sectores económicos y frente a eso se podrán escuchar muchas disculpas, pero es un gran fracaso.

Y lo peor es que ante esta situación ustedes no hacen nada.

Nos han rechazado el Plan Extraordinario de fomento del Empleo Local que les propusimos, han rechazado el Plan Extraordinario de Empleo Juvenil, y no han tomado ni una sóla medida de excepción ante el drama de tantos trabajadores en paro.

Por tener, tienen contra las cuerdas incluso a los Centros Especiales de Empleo, que son aquellos que dan trabajo a las personas con discapacidad, a los más desfavorecidos, y usted no les paga. Esa es la verdad de su política social.

En plena crisis dejan abandonadas a las personas con discapacidad, que claman por el derecho a tener su oportunidad en el mundo laboral.

Sr. Revilla en nombre de todos los cántabros, no les niegue la mano, que la incapacidad de su gobierno para gestionar no alcance precisamente a los que más lo necesitan.

En la primera legislatura uds. vivieron encantados con los datos de crecimiento y empleo, y no se plantearon, en absoluto, sentar las bases de ese cambio de modelo productivo que ahora llena sus discursos.

No han sentado las bases para el desarrollo industrial.

Y no sólo se han olvidado de la industria, porque hay sectores estratégicos de nuestra economía a los que ustedes han abandonado en una situación crítica.

Sólo quedan 1.800 explotaciones lecheras, en una situación insostenible, con una bajada del precio de la leche al ganadero del 35% en un año, y una subida de los costes de producción que les abocan a una situación crítica.

Y ustedes no han movido un dedo, ni para defender sus intereses, ni para articular medidas de apoyo al sector como han hecho otras Comunidades vecinas. Y nosotros les exigimos hoy, una vez más, la dotación inmediata de un fondo de ayudas directas al sector ganadero de 9 millones de euros Ya, sin más demora.

Ustedes se han olvidado de la Cantabria rural. Nosotros les propusimos un ambicioso plan forestal, que podría crear muchos puestos de trabajo en las áreas más deprimidas de la Cantabria rural y también se han negado a ello, desperdiciando las enormes potencialidades económicas y sociales que tiene el sector forestal en nuestra región.

Usted, Sr. Revilla, presume de sus orígenes rurales, pero su gobierno ha traicionado y ha sumido en el olvido a la Cantabria rural. Con su gobierno, nuestros pueblos han perdido servicios y han perdido dinamismo económico.

Y lamento tener que dejar hoy constancia de otro gran fracaso de su Gobierno. La Consejería de Obras Públicas ha brillado por su incapacidad de gestión.

Miren ustedes, el tercer Plan de Carreteras, 2005-08, debiera pues haber finalizado el año pasado y la triste realidad es que quedan sin tan siquiera iniciarse las obras de más de cincuenta carreteras del Plan.

Si ha esto le añadimos su manifiesta incapacidad para sacar adelante las grandes actuaciones y como buenos ejemplos:
- El puente de acceso a Suances, desde Requejada a Hinojedo. Nada, ni un solo papel.
- La carretera de Viesgo a Buelna, que hoy está denunciada por la fiscalía por un presunto delito de prevaricación. Donde además uds van a duplicar el coste inicial de la obra.
- Añadasé a esto las carreteras de Puente Nansa a la Cohilla y la Ojedo a Piedrasluengas, que iniciaron las obras meses antes de las elecciones regionales, poco después de estas las pararon y llevan dos años paradas. Con las consiguientes incomodidades incluso peligros para los usuarios.

Hace seis años, desde ésta misma tribuna, usted se comprometió a hacer los puertos deportivos de Castro, Colindres, Suances y San Vicente. Allí siguen, armados de paciencia esperándole.
Y en cuanto a la construcción de vivienda protegida, usted se apunta otro fracaso más.

Espero no parecerles cruel, recordándoles el "gatillazo" que uds. padecieron en aquel presunto pesir del Bojar.

Y por el contrario, lo que voy a hacer, es sugerirles lo que urgentemente debieran ponerse a hacer.

Debieran haber traído ya al Parlamento, una propuesta de conversión de parte del stock de vivienda libre construida y sin vender, para calificarla en vivienda pública protegida.

Y a la par, promover en el marco de un plan de choque, la construcción de 2.000 viviendas sociales, es decir, Protegidas de Régimen Especial, pues son hoy las únicas a las que muchas familias pueden llegar.

Quizás uds. no son conscientes, de los miles de parados cántabros que hoy estarían trabajando, si su Gobierno hiciera bien los deberes en Carreteras, Puertos y Vivienda.

¿Quién puede extrañarse en estas circunstancias de la caída del empleo?

Todas y cada una de nuestras propuestas, que ha sido muchas y muy sensatas, las han echado en saco roto. Si su gobierno hubiese sido exigente, reivindicativo y sin hipotecas frente a Zapatero, hoy las inversiones del estado serían otro motor fundamental para nuestras empresas y para dar trabajo a los cántabros.

Y si seguimos hablando de política económica, le diré que han errado por completo en estos años.

Han errado al dilapidar recursos cuando el ciclo económico era excelente, y están errando ahora.

Muchas iniciativas hemos traído a esta cámara para implantar un modelo de austeridad en el gasto público. Austeridad en el gasto improductivo, que no es recorte de prestaciones sociales, sino todo lo contrario, es la garantía de su sostenibilidad.

Ahora, seis años tarde, el Sr. Agudo tiene la desfachatez de avisar que en el próximo año hay que imponer austeridad. Mucho miedo da ese anuncio, porque para ustedes austeridad significa sacrificio de los ciudadanos.

También nos habla de modificaciones tributarias, que es el eufemismo con que se avanza una mayor presión fiscal. Una subida de impuestos. Nuevo error. Una vez más, ante la caída de la recaudación por el descenso de la actividad y las rentas, ustedes sólo saben acudir al déficit, al endeudamiento y al aumento de los impuestos.

En una crisis de demanda, incrementar la presión fiscal sobre los ciudadanos es el camino más corto para acentuar la caída del consumo y la inversión.

Nuestras propuestas siempre han ido en el sentido contrario: menos presión fiscal para fomentar consumo e inversión, e incremento de la recaudación por la vía de incentivar la actividad y no por la vía de penalizar las cada vez más escasas rentas.

Y, necesariamente, enorme austeridad en el gasto público, porque hay que elegir entre dos modelos: el que exige sacrificios a la administración para no exigírselos a los ciudadanos (que es el nuestro), o el suyo, que exige sacrificios a los ciudadanos para que la administración siga en el dispendio.

Miren ustedes, las previsiones del gobierno de España, que no es precisamente un dechado de aciertos, rechazan cualquier síntoma de recuperación antes del 2011.

En un futuro así de incierto, se puede esperar a ver qué pasa o se puede actuar en aquellos frentes en los que tenemos posibilidades de mejorar.

En Cantabria nos estamos jugando mucho en el nuevo sistema de financiación autonómica. Ahí sí queremos verle exigente de verdad y si se requiere incluso enfadado, ahí queremos verle reivindicando las necesidades financieras de Cantabria.

Pero no queremos verle justificando cualquier cosa que le llegue del gobierno de Zapatero, ni echando capotes al partido socialista, como se ha dedicado a hacer todos estos años.

Cantabria se juega demasiado en ese envite, y nos tendrá a su lado para impedir que nuestra región quede relegada en el reparto. De momento sabemos que Cataluña y Andalucía van a tener un trato preferente -lo ha dicho Zapatero-, y no quisiéramos Sr. Revilla, tenerle que escuchar que le gustaría empadronarse en Barcelona o en Triana.

Cantabria se juega mucho en asuntos como la financiación de Valdecilla, y ahí también estaremos exigiendo que se cumplan las promesas de Zapatero de una vez por todas. Vale ya de tomarle el pelo a los cántabros, tiene que poner el estado los 100 millones de euros del desfase, del que uds. son responsables.

Porque en materia sanitaria también su gobierno se ha caracterizado por los recortes, los incumplimientos y los retrasos.

Engañan a los ciudadanos con su mensaje social, porque los únicos recortes que de verdad han efectuado por la crisis afectan precisamente a las políticas sociales, y, aún peor, a algo tan básico como las prestaciones sanitarias.

Este verano ya están aplicando recortes en la contratación temporal de personal sanitario. Una barbaridad porque, entre otras consecuencias que sufrirán los pacientes, además dejarán sin empleo a mil trabajadores, que otros años eran contratados para las sustituciones de verano y, por si fuera poco, pretenden cerrar quirófanos y servicios. Y eso cuando tenemos en Cantabria un problema de listas de espera que son ustedes incapaces de resolver.

Son ustedes, socialistas y regionalistas, los pseudoprogresistas que cuando gobiernan recortan las políticas sociales, con la doble moral que les caracteriza.

Hasta aquí he querido centrar mi intervención en la valoración que desde el Partido Popular nos merece la gestión del gobierno.

Este ha sido un año que ha estado marcado por la gravedad de la crisis económica, y ha sido un año que en Cantabria, desde el punto de vista político, se ha caracterizado por una constante:
La voluntad del Partido Popular por ofrecer propuestas, prácticamente en todos los ámbitos, y muy especialmente en el económico.

Propuestas que son fruto de la reflexión y del debate en el seno de equipos especializados, equipos del Partido Popular con experiencia y contacto constante con la sociedad civil de Cantabria.

Frente a esta actitud constructiva de la oposición, el gobierno no ha tenido ni la voluntad, ni la modestia, ni siquiera la inteligencia suficientes, para entender que encontraremos mejor el camino todos juntos, que despreciando las aportaciones de una parte tan grande, como la que nosotros representamos.

El Partido Popular puede tener la cabeza muy alta porque los ciudadanos han visto que hemos intentado, una y otra vez, alcanzar acuerdos en las materias esenciales para la región.
Pero el interés general debe estar por encima de los intereses de partido, y mucho más cuando la situación es tan complicada como la actual.

Usted, Sr. Revilla, no ha podido verlo o no ha querido entenderlo, y Cantabria ha perdido con ello muchas oportunidades.

Ud. Sr. Revilla, no ha sabido dar al cargo de Presidente el sentido más amplio y noble, le ha faltado altura de miras, al despreciar los consensos que se le ofrecían.

A finales del año pasado, cuando la crisis estaba instalada entre nosotros con toda su crudeza, yo le ofrecí en nombre del Partido Popular un Pacto Presupuestario.

No le ofrecí nada extraño, nada que no se haya considerado aconsejable en otros ámbitos institucionales, incluidos los ayuntamientos.

Y además le ofrecí este Pacto sin exigencias previas, porque a los grandes acuerdos se llega siempre con generosidad: con flexibilidad. Cediendo en parte.

Cantabria podía haber tenido un Presupuesto aprobado por todos y que diese, por tanto, respuestas eficaces para la mayoría. Pero ustedes no quisieron ni oír hablar de ello.

Por no querer, ni se dignaron a sentarse con nosotros a escuchar la propuesta, lo que es el mínimo ejercicio democrático exigible, y pusieron mil excusas, que si llegaba tarde, que si no era una propuesta sincera...

Ahora estamos a tiempo de evitar que los presupuestos del 2010 sigan siendo el mismo calco de los de ejercicios anteriores, y a pactar un Presupuesto que tenga el pleno apoyo de toda la sociedad de Cantabria.

Un Presupuesto en el que se fijen prioridades para los tiempos que vivimos, y que sean un instrumento eficaz para recuperar la senda del crecimiento, garantizando, a los más desfavorecidos, a los parados, a quienes más padecen los efectos de la recesión, un nivel de cobertura y de oportunidades sin precedentes.

El Partido Popular, desde este momento, les emplaza a trabajar en la redacción de unos presupuestos consensuados por el interés general de la región.

Y les emplaza a negociarlos sin complejos, con lealtad, dejando de lado cualquier interés partidista.

Sabemos que una negociación de estas características exige generosidad, flexibilidad y altura de miras. Nosotros no vamos a partir de exigencias irrenunciables, ni pretendemos la imposición, sino la búsqueda de puntos de encuentro.

Formulamos este ofrecimiento hoy, en el mes de Junio, dándole el mayor carácter institucional, pues lo hacemos desde la Tribuna Parlamentaria y en el momento preciso, como lo es este Debate de Orientación Política del Gobierno. Para que nadie pueda aferrarse a que es una oferta mediática o de cara a la galería.

Yo les emplazo a trabajar juntos por un pacto presupuestario contra la crisis.

El Partido Popular tiene un modelo presupuestario alternativo al del gobierno, eso es evidente, pero hacemos la oferta sabiendo que habremos de ceder en muchos aspectos, y lo haremos gustosos, si tal ejercicio es compartido por el gobierno.

Nuestro modelo cree que, en las actuales circunstancias, son necesarias , más que nunca, la austeridad de las administraciones, la reducción de la presión fiscal, el esfuerzo inversor productivo y el mantenimiento o mejora de las prestaciones sociales.

Esto implica, necesariamente, fijar prioridades. No todas las Consejerías pueden ganar su particular batalla por tener más recursos, pues de lo que se trata no es de ganar batallas personales, sino la guerra contra la crisis entre todos.

Es posible alcanzar acuerdos, sólo hace falta una cosa, y es una cosa que no depende del contexto, ni depende del entorno, ni nadie nos la impone, ni es patrimonio de nadie. Esa cosa es: voluntad política.

Y puesto que este debate fija precisamente la Orientación Política del Gobierno, no podría tener mejor final que el de que hoy se produzca un cambio.

Un cambio en la orientación política del gobierno en una cosa, pero en una cosa esencial: la sustitución de la imposición de la aritmética parlamentaria por la voluntad de consenso.

Sres. del Gobierno, ustedes saben que no deben negarse, no pueden negarse, pues son conscientes de que su modelo ha fracasado y se requiere ahora más que nunca el apoyo del grupo mayoritario en este Parlamento para sacar a Cantabria de la atonía.

La crisis nos afecta a todos, a algunos incluso dramáticamente, es por tanto una cuestión moral el buscar la unidad de todos para afrontar la recuperación.

Ustedes conocen buena parte de nuestras propuestas, porque muchas se han debatido en este Parlamento.

Contrastar su modelo y el nuestro debe ser el punto de partida, y el punto de llegada habrá de ser un modelo, que no es el suyo, ni el nuestro, sino el modelo de todos.

Son tiempos duros, hay muchas personas que lo están pasando muy mal y la recuperación requiere que todos estemos a la altura de las circunstancias, que todos demos lo mejor de nosotros mismos para salir de la crisis.

No quiero por eso, concluir mi intervención con un mensaje negativo, ni quiero ahondar en la crítica.

Todo lo contrario, quiero cerrar mi intervención con un mensaje de esperanza y con una oferta de consenso, que es lo mejor que el Partido Popular puede hoy ofrecer a los ciudadanos de Cantabria.

Acéptenla y pongámonos inmediatamente a trabajar juntos. Esa sería la mejor noticia para Cantabria. El Partido Popular tiene tendida su mano, acéptenla porque Cantabria se lo merece.