TEXTO DE LA RUEDA DE PRENSA
La única forma de salir pronto de la crisis y de recuperar la senda del empleo es la colaboración y el acuerdo entre las tres grandes fuerzas políticas regionales.
No es una cuestión de estrategia política ni de interés electoral, es, simplemente, una cuestión de responsabilidad y, sin duda, la respuesta que merece la demanda social.
Un clima de consenso en torno a los temas fundamentales de la actuación pública es la única forma de generar un clima de confianza, de lealtad institucional, y, por tanto de seguridad jurídica para el conjunto de nuestra sociedad.
Quiero insistir y poner énfasis en que no es cierto el mensaje de que el Partido Popular no hace propuestas, todo lo contrario, es algo constatable por cualquiera, simplemente repasando las hemerotecas o consultando los diarios de sesiones del Parlamento de Cantabria.
No hay una sola sesión del Parlamento en la que el Partido Popular no presente una iniciativa en positivo, constructiva, con la que siempre se persigue el objetivo de impulsar la acción de gobierno y dar respuesta a alguna demanda social.
Ocurre con frecuencia que la labor de control al ejecutivo, que es también nuestra obligación, tiene más trascendencia pública porque la crítica, genera más morbo que las propuestas en positivo, pero esto da lugar más a una impresión subjetiva que a una realidad.
Si contabilizamos de forma objetiva las propuestas constructivas, presentadas por el Partido Popular en el Parlamento, que van destinadas a solucionar problemas de los cántabros y las comparamos cuantitativamente con las críticas a la labor del gobierno, son muchas más aquellas, las positivas, aunque pasen más desapercibidas para los ciudadanos.
Decir como se dice que nos alegramos de que las cosas vayan mal, además de falso es una canallada, porque antes que políticos somos ciudadanos, tenemos familias y amigos y queremos a ésta que es nuestra tierra. Si las cosas van mal, lo irán para todos, para todos los cántabros y eso incluye al gobierno e incluye a la oposición.
Yo no creo que el gobierno haga las cosas mal de forma voluntaria o que no quiera a su región. Si creo, al igual que muchos otros ciudadanos, es que este gobierno se está evidenciando como incapaz de cumplir los compromisos adquiridos y de solucionar los problemas que surgen.
En esta legislatura hemos ofrecido numerosos consensos, he propuesto mantener encuentros y ser escuchados reiteradas veces. La respuesta obtenida han sido desplantes y desprecios, pero eso no va a impedir que vayamos a seguir intentándolo.
Estamos decididos a conseguir que ni un solo cántabro piense que ha habido falta de voluntad por parte del Partido Popular.
El gobierno es incapaz de reconocer que se equivoca, y cuando uno es incapaz de reconocer los errores mucho menos es capaz de reconocer que quizás son otros, en este caso el Partido Popular, los que aportan una solución.
No existe ninguna idea genial. Lo que existen son estrategias con múltiples medidas que actuando cada una sobre un sector o un problema específico, pueden conducir a una mejoría progresiva y paulatina de la situación.
El Partido Popular ha presentado en el Parlamento medidas concretas de carácter sectorial, enmarcadas en una estrategia destinada a conseguir una mejora progresiva, pero siempre hemos chocado con una actitud sumamente prepotente, que le ha llevado al gobierno a rechazar sistemáticamente todas esas propuestas, que luego, en algunas ocasiones incluso han sido adoptadas, porque han venido impuestas desde fuera, desde el gobierno de la nación.
La última ha sido el Plan Prever, que nosotros trabajamos con el sector de la comercialización del automóvil, que fue echada para atrás con el voto de socialistas y regionalistas, y que, ahora, van a tener que asumir porque lo ha dicho Zapatero.
Ocurrió igual con la supresión del Impuesto de Patrimonio, el Partido Popular lo propuso y razonó en el Parlamento. A cambio recibimos duras críticas y desprecio, para después aprobarlo el gobierno de Rodríguez Zapatero.
Lo malo es que, desde que se niegan en primera instancia hasta que se adoptan por mandato de Zapatero, pasan semanas y meses, que es un tiempo perdido, que en la situación actual no nos podemos permitir.
Un gobierno que es incapaz de sentarse con el Partido Popular, partido que representa a la mayoría de los cántabros, demuestra que no está a la altura de las circunstancias.
Tenemos la obligación de dejar a un lado los sentimientos personales y ponernos a trabajar en torno a los grandes acuerdos por el bien de todos los cántabros.
Sr. Revilla no puede reconocer públicamente que nada hace ni puede hacer en relación a Consejerías como Educación, Empleo, Industria o Sanidad, es decir, reconocer que sólo es Presidente de medio Gobierno, en el mejor de los casos, esto es algo que Cantabria no se puede permitir y menos aún, en esta crisis.
Es necesario un Presidente que coordine, impulse y genere trasversalidad en las medidas que debiera adoptar el gobierno.
Esa es la obligación política y moral del Sr. Revilla.
En definitiva, es hora que el Sr. Revilla comience después de seis años a ejercer de presidente, que supone, no sólo dedicarse a la representación de la región, sino principalmente a ejercer autoridad sobre los consejeros de su partido y sobre sus socios de gobierno. Y además reunirse con la oposición para trabajar un marco de consenso que quizás en otras circunstancias no fuese tan necesario, pero que en las actuales es simple y llanamente imprescindible.