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Diego: "Ni España ni Cantabria pueden permitirse tener en el Gobierno a los que carecen de ideas y en la oposición a quienes tienen las soluciones"

El presidente del Partido Popular de Cantabria, Ignacio Diego afirmó durante el acto de clausura de la II Convención Regional de su formación política que "ni España ni Cantabria pueden permitirse el lujo de tener en el Gobierno a los que carecen de ideas, y en la oposición a quienes tienen las soluciones". Diego, quien calificó esta jornada como "un día especial", añadió que la convención celebrada por los populares cántabros tiene un "significado muy importante", ya que es "la demostración de que hay un gran partido, el mayor de Cantabria, el mayor de España, que tiene propuestas, que tiene soluciones, que tiene proyecto y que tiene a los mejores".

TEXTO DE LA INTERVENCION DE IGNACIO DIEGO

Quiero comenzar manifestándoos a todos los presentes mi reconocimiento al trabajo realizado, a todos los que habéis participado en esta Convención, a todos los que habéis hecho vuestras aportaciones, por el ejercicio de responsabilidad, por esa vocación que todos demostráis por ser útiles, por compartir ideas y propuestas, para dar solución a los problemas de Cantabria.

Mi reconocimiento al trabajo de desarrollado por los ponentes. Y ahora un reconocimiento muy singular, a la persona responsable de la iniciativa de llevar a cabo esta Convención. Quien ha programado y diseñado todo. Que ha cargado con todas las preocupaciones y desvelos que genera la organización de un gran evento como éste. Alguien a quien no le asusta ningún reto, que está en permanente disposición de trabajo, para el bien del Partido Popular de Cantabria. Que es una brillante parlamentaria, una extraordinaria Secretaria general y a la que todos consideráis una buena amiga.

Hubo un tiempo en que España estuvo sumida en una enorme crisis económica y social.

La tasa de paro había alcanzado el 24% de la población activa, con tres millones de parados. Gobernaba España un gobierno socialista, sumido en escándalos, sin apoyos parlamentarios y con una política económica errática, estaba agotando los recursos recurriendo al déficit público.

Incluso el sistema de protección social estaba al borde de la quiebra, después de varios años de gestión económica en manos de un ministro llamado Solbes.

Dicen que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla.

Y esa máxima se ha cumplido. Olvidamos con tanta facilidad que hoy estamos condenados a vivir de nuevo una profunda crisis.

Nosotros tenemos por tanto un objetivo: recordar a los ciudadanos, que lo que está ocurriendo ahora ya había ocurrido antes. Varían las personas, varían los detalles, varían los escenarios, pero el proceso es idéntico.

Muchos ciudadanos no recuerdan que así se escribió la historia porque eran demasiado jóvenes y podrá parecerles que esto fue en tiempos remotos, pero esto ocurría en el año 1996, hace apenas trece años.

Así estaban las cosas tras una larga etapa de gobierno socialista.

Nuestro Partido tiene un deber prioritario, que es el de recordar que esa historia tiene un final, y que puesto que estamos condenados a repetir la historia, hemos de repetirla hasta el final, que es un final feliz, y que también esta vez tendrá ese final feliz.

Los ciudadanos entonces reflexionaron, y percibieron que un cambio era la única salida. Reflexionaron y concluyeron que aquel modelo político, -el socialista- estaba agotado, extenuado e incapaz de ofrecer soluciones.

Los españoles supieron que era el final de un ciclo y decidieron poner ese punto final.

El Partido Popular ganó las elecciones y gobernó.

Nuestro partido lo hizo con una filosofía clara, con un pulso firme, y con la convicción que pone siempre en sus empeños.

Aquel gobierno del partido popular se fijó un objetivo esencial: converger con Europa.

Converger con Europa en criterios económicos, converger en términos de empleo, en consolidación del estado del bienestar, en desarrollo.

Se fijó ese objetivo, que parecía una empresa imposible, lo hizo y lo consiguió.

Aquel gobierno del partido popular lideró al conjunto de la sociedad española en un proceso de desarrollo y modernización que, visto con la perspectiva de la historia, se engrandece día a día.

Era una empresa titánica y se necesitaba para ello a los mejores.

Y los mejores se reunieron para ello.

Hace pocos días aquellos que se propusieron semejante meta y la lograron, se reunieron en una fotografía. Han pasado 13 años. No estaban todos porque lamentablemente así es la vida, pero aunque no estaban presentes en la foto, estaban presentes en el espíritu de aquel gobierno al que España le debe tanto.

Estamos hoy viviendo un momento crucial. Un momento que es casi un "Déjà vú", que dirían los franceses, porque guarda tantas similitudes con aquel pasado reciente que sorprende. Pero sorprende y nos llena de esperanza.

Alguien dijo que el conocimiento del pasado reciente es la mejor forma de pronosticar el futuro inmediato.

Por eso yo me atrevo, sin margen de error a pronosticar que pronto, muy pronto, nuestro Partido cogerá el testigo, liderará el cambio necesario, y devolverá a España y a Cantabria, una vez más, a la senda del progreso económico y social, a la senda de los mejores, junto a los mejores, por derecho propio, porque podemos, sin necesidad de mendigar sillas.

Cuando las cosas tienen que cambiar, inexorablemente cambian.

Por eso os recuerdo que ya una vez lideramos el cambio hacia el progreso en circunstancias muy negativas y que volveremos a hacerlo. Que no os quepa duda de ello.

Ni España ni Cantabria pueden permitirse el lujo de tener en el gobierno a los que carecen de ideas, y en la oposición a quienes tienen las soluciones.

Y los ciudadanos lo perciben.

Hoy es un día especial, porque esta Convención tiene un significado muy importante. Es la demostración de que hay un gran partido, el mayor de Cantabria, el mayor de España, que tiene propuestas, que tiene soluciones, que tiene proyecto, y que tiene a los mejores.

Hoy queremos mostrar a Cantabria que estamos aquí, que sabemos lo que las circunstancias difíciles que vivimos exigen, y que estamos preparados para comenzar la dura y esperanzadora tarea de enderezar el rumbo, cuando los ciudadanos nos lo demanden, estamos preparados.

Esta Convención es un ejemplo de que el Partido Popular de Cantabria tiene las personas, tiene las ideas y tiene, además, algo muy importante: tiene el contacto con la realidad social.

Este contacto es una labor fundamental del partido, y es algo que todos vosotros conocéis, porque estáis implicados todos en ella.

Es también parte esencial del trabajo del partido, que ha consolidado los Grupos de Trabajo Sectoriales como un instrumento intensivo para el análisis de la realidad, a través de la participación de la sociedad civil, y como un foro en el que elaborar propuestas a las demandas de los ciudadanos.

También me siento especialmente orgulloso del trabajo desarrollado por nuestros Diputados y Senadores, que llevan la defensa de los intereses de Cantabria, con absoluta dedicación y empeño, desde su labor de oposición, y que pronto trasladarán esa defensa de las reivindicaciones regionales como grupo de apoyo al gobierno de la nación que presidirá Mariano Rajoy.

De todos vosotros es conocida, por su mayor proximidad, la labor desarrollada por el Grupo Popular en el Parlamento de Cantabria, que lleva la iniciativa política de los asuntos de la región, ejerciendo una ardua labor de control al gobierno, y, sobre todo, haciendo propuestas en positivo que tienen como objetivo dar una respuesta eficaz a las demandas de nuestra sociedad.

Y qué decir de la labor de nuestros gobiernos municipales, el partido popular gobernamos en 43 ayuntamientos, con la capital, Santander, a la cabeza, que son nuestro ejemplo a la sociedad y nuestro orgullo, porque demuestran con hechos que otra forma de gobernar es posible.

Sois vosotros, alcaldes y concejales del Partido Popular, los que formáis gobiernos cercanos, eficaces, preocupados de las necesidades de los ciudadanos, y con una profunda y sincera vocación social.

Os he dicho al principio que el cambio está cerca, que el cambio es necesario y que la historia nos reserva una vez más el papel de liderar a la sociedad en su momento más difícil.

Debe de llenarnos de orgullo el saber que cuando las cosas van mal, la sociedad española mira hacia nuestro partido, hacia el partido popular, porque sabe de nuestra capacidad, nuestra eficacia y de nuestra valentía.

Quizás no somos los más simpáticos, pero es así porque decimos las cosas como son, porque no ocultamos la gravedad de los problemas, ni hurtamos a los ciudadanos la verdad.

Quizás no lo somos porque no decimos lo que algunos quieren escuchar, sino lo que todos deben y tienen el derecho de saber.

Nos han tachado de agoreros, de antipatriotas, de pesimistas porque consideramos a los ciudadanos como adultos y no creamos falsos paraísos.

Y nada más lejos de la realidad, porque somos optimistas, creemos en la capacidad de nuestras gentes y estamos orgullosos de nuestra historia y de la capacidad de superación de nuestra sociedad.

Pero lo que es inaceptable es escuchar a Revilla que hay que desterrar a los agoreros. El que dice la verdad no es agorero, agorero es el que pronostica un falso mal, pero nosotros llevamos un año pronosticando lo que está ocurriendo, y si me apuráis, quedándonos cortos.

Lo que hay que desterrar es a los mentirosos, a los que ocultan la verdad, a los que tratan a los ciudadanos como a tontos, a los que engañan, a los que son capaces de sumir en el desconcierto a la sociedad por egoísmo.

Esos son los que hay que mandar pronto al destierro de las labores de gobierno.

Y lo que no se puede aceptar es que Revilla diga que de esta crisis vamos a salir.... y no diga más. El presidente del gobierno tiene la obligación y es su responsabilidad decir cómo vamos a salir, qué va a hacer este gobierno para sacar a Cantabria de la crisis.

Y es su responsabilidad exponer y aplicar medidas para salir de ella. Por supuesto que vamos a salir, y vamos a salir porque hemos demostrado más veces que podemos hacerlo, que somos capaces de hacerlo, pero con otro gobierno.

Lo único que urge, cada vez urge más, es un gobierno que diga cómo vamos a salir, qué necesitamos para salir, y que ponga las medidas para hacerlo.

Y un gobierno que lidere ese esfuerzo conjunto, porque hay una enorme crisis de liderazgo en los gobiernos de España y de Cantabria.

En España Zapatero está sólo, cada vez más sólo, y cada vez más desnudo ante su propia incompetencia. Todo el humo vendido se ha disipado con el huracán de la crisis y ya no queda nada, la nada más absoluta.

Y en el gobierno de Cantabria no hay liderazgo, hay dos o más gobiernos descoordinados, haciendo la guerra de partido por su cuenta, y en estos momentos hace falta justo lo contrario: coordinación, acción unitaria, cooperación y un proyecto político sólido.

El Partido Popular de Cantabria hoy dice, alto y claro, que de la crisis vamos a salir. Pero además dice mucho más. Dice qué hay que hacer, hacia donde hay que trabajar, que bases hay que sentar para salir, qué medidas concretas hay que aplicar.

El cambio está cerca, pero nuestra labor es trabajar con ahínco para que el cambio llegue, porque mientras no llega, el tiempo es tiempo perdido.

Tiempo perdido que España no puede permitirse, tiempo y oportunidades perdidas que harán la tarea de la recuperación más costosa.

Cada mes que pasa es un drama social. Tenemos que trabajar por el cambio con todas nuestras fuerzas, porque cada mes que pasa es un mes que perdemos en la recuperación.

Cada mes que pasa son miles de familias que pierden sus ingresos, miles de trabajadores que pierden su trabajo. Nos perdemos ya en las cifras.

No podemos acostumbrarnos a leer o escuchar cada mes que miles de personas ven truncado su futuro. Cada uno de esos miles de números es un drama que nos tiene que doler. Una punzada que tenemos que sentir, un estímulo que no puede dejarnos desfallecer.

Hoy en Cantabria hay el doble de trabajadores sin trabajo, con su proyecto de vida temporalmente truncado, que hace un año, el doble que hace un año. No podemos estar impasibles ante este hecho. No es moralmente aceptable estar ajenos a lo que está sucediendo.

Ayer estuvo con nosotros Cristóbal Montoro, a primera hora de la mañana mantuvo en la sede una reunión de trabajo, para después acudir a un acto académico de la Universidad de Cantabria. Antes aprovechó para dar una rueda de prensa. En ella una experta periodista le preguntó si se atrevía a pronosticar cuánto tardaríamos en llegar a los 5 millones de parados.

No pude por menos que hacer una reflexión, esa pregunta es la mejor evidencia del estado de ánimo de los cántabros y de los españoles en general. Esa pregunta es la prueba de la total, de la absoluta falta de confianza en el actual gobierno. Esa pregunta es una espontánea moción de censura.

Si gobernara el Partido Popular, la pregunta sería, cuánto tardaremos en volver a bajar de los 2 millones de parados.

Dentro de muy poco se van a celebrar unas elecciones al Parlamento Europeo. Hay que echar el resto, por su importancia, que la tienen, porque nos jugamos quien negocia, quien nos representa en Europa.

Gracias a Zapatero somos los campeones de Europa del paro, lo que está ocurriendo en España, los efectos de esta crisis en España llenan de estupor al mundo y a quien quiere este país le llenan también de vergüenza.

Necesitamos los mejores negociadores, los mejores representantes ante los enormes retos que la crisis está planteando incluso sobre la propia Unión Europea. Si la crisis continúa, habrá notables retos y se precisará alcanzar complejos acuerdos que no pueden estar en manos de pusilánimes.

El Partido Popular ya demostró en su día lo que es tener un sitio digno, entre los principales, en Europa. Y demostró cómo es posible defender negociando con lealtad y firmeza los intereses de España.

Y fuimos la envidia y la admiración de Europa. Se habló del milagro español. Y no fue un milagro, sino el fruto de la inteligencia, de la sensatez, el tesón y la firmeza. Por eso no penséis nadie que nos jugamos poco en estas elecciones.

Pero, además, nos jugamos algo más, que no está en Europa, que está en España. Nos jugamos el inicio del cambio de ciclo, que debe producirse sin demora y que tiene que ser contundente.

Son las primarias para el cambio, y todos sabemos lo que se juega España y lo que se juega Cantabria en este envite.

No lo voy a decir más veces, sois todos cargos públicos, cargos orgánicos, personas con responsabilidades de partido. En las elecciones al Parlamento Europeo nos jugamos mucho y sé que todos sois conscientes.

Por eso os pido un esfuerzo. España y Cantabria necesitan escuchar alto y claro la voz del Partido Popular. Los ciudadanos deben y necesitan encontrar en nosotros su referente, encontrar en nosotros su esperanza.

Hoy el Partido Popular de Cantabria, con esta Convención, va a conseguir que su mensaje, lleno de contenido, llegue a muchos ciudadanos de Cantabria. Este es el trabajo que hay que hacer.

Gracias por vuestras aportaciones a esta Convención y gracias también por vuestro esfuerzo, que es hoy más necesario que nunca.

Nos estamos jugando el futuro, hay es nada.

No olvidéis que el Partido Popular es hoy la esperanza de la mayoría de los españoles, debemos trabajar para que esa esperanza se haga realidad muy pronto. Esta vez el tiempo importa y mucho.

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